Una de las corrientes doctrinarias más influyentes en el siglo XX ha sido, sin duda, el marxismo. Y su influencia a abarcado no solo a los que han sido convencidos por dicha doctrina, sino también a sus críticos. Personas que se consideran así mismas como anti-marxistas reflejan, muchas veces, argumentos, ideas y opiniones de corte claramente marxista.
Es interesante el hecho de que Marx ha sido un autor muy incomprendido, incluso por sus seguidores. La mayoría (o un gran porcentaje) de ellos solo ha leído el Manifiesto Comunista, pero no han profundizado en los difíciles tomos de El Capital, que constituye el verdadero aporte científico del pensador alemán. Esto también se puede apreciar en muchos de sus críticos, quienes han sido muy hábiles en caricaturizar a Marx y sus ideas, para rebatirlas.
Pero la anterior regla general tiene algunas excepciones. Han existido pensadores marxistas y no marxistas que, comprendiendo bien las tesis de Marx, la han criticado con argumentos contundentes y (a mi modo de ver) irrebatibles. Esto no significa que el marxismo carezca de valor, y que no deba ser analizado. Tampoco significa que las críticas al marxismo prueben lo correcto o acertado de las teorías neoliberales (dado que uno no prueba lo correcto de su posición criticando la de los demás) Pero sí creo que el marxismo, como corriente doctrinaria, ha sido claramente superado y vencido. (Esto lo afirmo convencida, a pesar de ser consciente que es una opinión discutible y no compartida por los lectores marxistas)
En este post referiré algunos artículos y literatura que, a mi juicio, ponen de manifiesto la debilidad teórica del marxismo; y señalaré también algunas cosas que considero correctas de esa teoría.
1)En la teoría original de Marx sobre el materialismo histórico, el concepto clave es el de fuerzas productivas, que Marx no definió expresamente (aunque otros marxistas sí lo hicieron), pero que a juzgar por el uso que le daba Marx se puede apreciar que se tratan de los instrumentos, herramientas y equipos tecnológicos de producción.
Estas fuerzas productivas generarían un determinado tipo de relaciones de producción (relaciones de propiedad) las cuáles, constituirán la base material sobre la que se construye toda una organización o superestructura jurídica y política. En el prólogo a la contribución a la crítica de la economía política, Marx señala: "El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en un a palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que , por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la prehistoria de la sociedad humana"
A esta tesis se le ha objetado lo siguiente:
a)Las fuerzas productivas (herramientas e instrumentos de producción) no se generan por generación espontánea, sino que las crea el ser humano en ejercicio de su propia creatividad mental. Es el ser humano el que imagina y concibe en su mente un determinado instrumento (ej: un tractor) para mejorar la producción.
Por tal motivo, el marxismo remite realmente a un fenómeno psicológico o mental (la imaginación del hombre que concibe el instrumento), y no a un fenómeno material (el instrumento como tal). En otras palabras, el materialismo histórico está remitiendo realmente a un fenómeno ideal, no material (ya que el marxismo distingue lo material de lo ideal; esto último tiene que ver con los pensamientos, ideas, intenciones y otros fenómenos mentales).
b)La formación de un instrumento de producción presupone la existencia de relaciones sociales de producción, ya que un ser humano aislado no puede producir casi nada por sí solo. En consecuencia, las relaciones sociales de producción son previas a las fuerzas productivas, ya que éstas presuponen para su formación de la cooperación social bajo la forma de división del trabajo.
c)Las relaciones sociales de producción no determinan la superestructura jurídico-política, sino que la presuponen. Por ejemplo, una relación de producción capitalista no "crea" un derecho capitalista, sino que presupone un Estado que consagra (desde la superestructura) la propiedad privada de los medios de producción. Esta es la razón por la cuál, cuando los comunistas llegan al poder, intentan cambiar las leyes para eliminar el capitalismo. Es decir, usan la superestructuta del Estado para cambiar el tipo de relaciones de producción capitalista. En consecuencia, la superestructura jurídico-política también puede determinar la existencia o no de determinadas relaciones de producción.
Como ejemplo, las relaciones de producción que existen en Cuba no están determinadas por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, sino por la influencia de la superestructura política: la existencia de un Gobierno comunista que, a fuerza de ley, impone unas determinadas relaciones de producción no capitalistas.
d)En la tesis original de Marx, las condiciones materiales para la revolución se dan solo cuando las fuerzas productivas se han desarrollado enormemente, hasta tal punto que necesitan unas relaciones de producción superiores. Por tal motivo, mientras más desarrollado esté un sistema capitalista, más cerca estará de la revolución comunista.
Pero este esquema no se ha cumplido históricamente. La evidencia ha enseñado lo contrario: los países más avanzados del mundo en términos capitalistas (ej: Estados Unidos, Inglaterra, etc.) no se plantean ninguna revolución comunista. En cambio, los países que han llevado a cabo la revolución (o la están intentando) son países pobres, en desarrollo, y con fuerzas productivas no tan desarrolladas. El ejemplo paradigmático es Rusia, que al iniciarse la revolución bolchevique, era un país que no estaba altamente desarrollado en términos capitalistas.
Si como dice Marx, "la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar", ¿por qué países como Bolivia, Venezuela y otros están intentado llevar a cabo una revolución socialista, si su capitalismo no está completamente desarrollado? ¿Y por qué los objetivos que se plantearon los revolucionaros bolcheviques fracasaron? ¿Cómo se explica que allí se haya pasado del socialismo al capitalismo, cuando según el marxismo, el socialismo es superior y posterior al capitalismo?
2)Pero la teoría marxista incluye también una economía, cuyo pilar fundamental es la teoría del valor trabajo (o teoría laboral del valor), según la cuál el trabajo social es la fuente exclusiva del valor de las mercancías y que, por tanto, la cantidad (o magnitud) del valor de una mercancía se determina por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir dicha mercancía. (En esta teoría, se diferencia el valor del precio; éste último gravita en torno al valor, y está influido por la oferta y la demanda).
Esta teoría es también el fundamento de la llamada teoría de la explotación capitalista, según la cuál el capitalista se apropia gratuitamente de la plusvalía que produce el trabajador (quien, en la doctrina marxista, es el único que produce valor con su trabajo. El marxismo no reconoce en el capitalista y empresario ningún aporte en la constitución del valor, sino una función meramente parasitaria y explotadora; por tanto, la dirección del proceso productivo, el riesgo que asume el empresario, su creatividad, etc., no juega ningún papel en la formación del valor)
Esta teoría no es aceptada ni reconocida por casi ningún economista, excepto por los marxistas. La razón es que esta teoría fue refutada en el mismo siglo XIX, por parte del economista Eugen Bohm-Bawerk.
3)Una crítica general, sinóptica, y fundamentada del marxismo puede leerse en este artículo de Sidney Hook titulado "El Marxismo: una exposición sinóptica". Sidney Hook fue considerado uno de los máximos expertos del marxismo en Estados Unidos, llegando a escribir varios libros especializados sobre el tema. Posteriormente, dedicó duras críticas a dicha doctrina (como puede verse en el artículo citado), y se consideró así mismo como anti-comunista.
4)Leszek Kolakowski, ex-marxista, ex-comunista, y uno de los máximos expertos en marxismo (quien incluso llegó a enseñar marxismo durante varios años en Universidades europeas), autor de la monumental obra (en 3 volúmenes) llamada "Las principales corrientes del marxismo" resumió las principales fallas del marxismo en un artículo titulado "Lo que queda del socialismo", y que recomiendo leer con cuidado.
5)Existen muchas otras críticas efectuadas al marxismo. Por ejemplo, el brillante filósofo del Derecho, Hans Kelsen, realizó muchas críticas a dicha doctrina. Un resumen de ellas puede verse en este artículo titulado "Sobre la crítica de Kelsen al marxismo". También el economista y filósofo Ludwig von Mises escribió una muy buena crítica al marxismo, en su libro "Teoría e historia".
6)Para una crítica filosófica del marxismo, especialmente en su versión marxista-leninista, recomendaría este análisis del ex-marxista cubano Arnoldo Águila, contenida en la segunda parte de su llibro "La esencia humana", y que puede leerse on-line aquí.
¿Qué aspectos del marxismo considero vigentes y válidos?:
1)La consciencia crítica sobre el capitalismo. Muchos críticos del marxismo consideran el capitalismo como una especie de dogma, y están cegados completamente a las fallas, imperfecciones e injusticias que este sistema económico puede producir. (Ciertamente, no todos los críticos del marxismo ni los liberales son así de ingenuos)
2)La visión integral sobre los fenómenos sociales, y no la visión parcializada que es frecuente en otras teorías. Esto no debe llevarse a los extremos, pero siempre es bueno intentar ver el bosque, y no solo los árboles.
3)La influencia de la economía en la cultura. Aunque considero que hay otros factores en la formación de la cultura, es evidente como el tipo de economía (ej: capitalista) influye en las concepciones culturales y hasta científicas (como han mostrado algunos científicos) de una época determinada.
Salvado lo anterior, ratifico mi punto de vista de que el marxismo ha sido intelectualmente superado. Pero ello ni implica (y no debe ser entendido de este modo) que debamos aceptar el neoliberalismo como forma única de pensamiento; o que no debamos ser críticos del capitalismo, de sus excesos, injusticias y perversiones (tomando en cuenta sus aspectos positivos también); o que no debamos pensar en alternativas sociales factibles que permitan mejorar la sociedad, y crear un mundo más justo, humano, cooperativo y feliz.
Es interesante el hecho de que Marx ha sido un autor muy incomprendido, incluso por sus seguidores. La mayoría (o un gran porcentaje) de ellos solo ha leído el Manifiesto Comunista, pero no han profundizado en los difíciles tomos de El Capital, que constituye el verdadero aporte científico del pensador alemán. Esto también se puede apreciar en muchos de sus críticos, quienes han sido muy hábiles en caricaturizar a Marx y sus ideas, para rebatirlas.
Pero la anterior regla general tiene algunas excepciones. Han existido pensadores marxistas y no marxistas que, comprendiendo bien las tesis de Marx, la han criticado con argumentos contundentes y (a mi modo de ver) irrebatibles. Esto no significa que el marxismo carezca de valor, y que no deba ser analizado. Tampoco significa que las críticas al marxismo prueben lo correcto o acertado de las teorías neoliberales (dado que uno no prueba lo correcto de su posición criticando la de los demás) Pero sí creo que el marxismo, como corriente doctrinaria, ha sido claramente superado y vencido. (Esto lo afirmo convencida, a pesar de ser consciente que es una opinión discutible y no compartida por los lectores marxistas)
En este post referiré algunos artículos y literatura que, a mi juicio, ponen de manifiesto la debilidad teórica del marxismo; y señalaré también algunas cosas que considero correctas de esa teoría.
1)En la teoría original de Marx sobre el materialismo histórico, el concepto clave es el de fuerzas productivas, que Marx no definió expresamente (aunque otros marxistas sí lo hicieron), pero que a juzgar por el uso que le daba Marx se puede apreciar que se tratan de los instrumentos, herramientas y equipos tecnológicos de producción.
Estas fuerzas productivas generarían un determinado tipo de relaciones de producción (relaciones de propiedad) las cuáles, constituirán la base material sobre la que se construye toda una organización o superestructura jurídica y política. En el prólogo a la contribución a la crítica de la economía política, Marx señala: "El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en un a palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que , por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la prehistoria de la sociedad humana"
A esta tesis se le ha objetado lo siguiente:
a)Las fuerzas productivas (herramientas e instrumentos de producción) no se generan por generación espontánea, sino que las crea el ser humano en ejercicio de su propia creatividad mental. Es el ser humano el que imagina y concibe en su mente un determinado instrumento (ej: un tractor) para mejorar la producción.
Por tal motivo, el marxismo remite realmente a un fenómeno psicológico o mental (la imaginación del hombre que concibe el instrumento), y no a un fenómeno material (el instrumento como tal). En otras palabras, el materialismo histórico está remitiendo realmente a un fenómeno ideal, no material (ya que el marxismo distingue lo material de lo ideal; esto último tiene que ver con los pensamientos, ideas, intenciones y otros fenómenos mentales).
b)La formación de un instrumento de producción presupone la existencia de relaciones sociales de producción, ya que un ser humano aislado no puede producir casi nada por sí solo. En consecuencia, las relaciones sociales de producción son previas a las fuerzas productivas, ya que éstas presuponen para su formación de la cooperación social bajo la forma de división del trabajo.
c)Las relaciones sociales de producción no determinan la superestructura jurídico-política, sino que la presuponen. Por ejemplo, una relación de producción capitalista no "crea" un derecho capitalista, sino que presupone un Estado que consagra (desde la superestructura) la propiedad privada de los medios de producción. Esta es la razón por la cuál, cuando los comunistas llegan al poder, intentan cambiar las leyes para eliminar el capitalismo. Es decir, usan la superestructuta del Estado para cambiar el tipo de relaciones de producción capitalista. En consecuencia, la superestructura jurídico-política también puede determinar la existencia o no de determinadas relaciones de producción.
Como ejemplo, las relaciones de producción que existen en Cuba no están determinadas por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, sino por la influencia de la superestructura política: la existencia de un Gobierno comunista que, a fuerza de ley, impone unas determinadas relaciones de producción no capitalistas.
d)En la tesis original de Marx, las condiciones materiales para la revolución se dan solo cuando las fuerzas productivas se han desarrollado enormemente, hasta tal punto que necesitan unas relaciones de producción superiores. Por tal motivo, mientras más desarrollado esté un sistema capitalista, más cerca estará de la revolución comunista.
Pero este esquema no se ha cumplido históricamente. La evidencia ha enseñado lo contrario: los países más avanzados del mundo en términos capitalistas (ej: Estados Unidos, Inglaterra, etc.) no se plantean ninguna revolución comunista. En cambio, los países que han llevado a cabo la revolución (o la están intentando) son países pobres, en desarrollo, y con fuerzas productivas no tan desarrolladas. El ejemplo paradigmático es Rusia, que al iniciarse la revolución bolchevique, era un país que no estaba altamente desarrollado en términos capitalistas.
Si como dice Marx, "la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar", ¿por qué países como Bolivia, Venezuela y otros están intentado llevar a cabo una revolución socialista, si su capitalismo no está completamente desarrollado? ¿Y por qué los objetivos que se plantearon los revolucionaros bolcheviques fracasaron? ¿Cómo se explica que allí se haya pasado del socialismo al capitalismo, cuando según el marxismo, el socialismo es superior y posterior al capitalismo?
2)Pero la teoría marxista incluye también una economía, cuyo pilar fundamental es la teoría del valor trabajo (o teoría laboral del valor), según la cuál el trabajo social es la fuente exclusiva del valor de las mercancías y que, por tanto, la cantidad (o magnitud) del valor de una mercancía se determina por el tiempo de trabajo socialmente necesario para producir dicha mercancía. (En esta teoría, se diferencia el valor del precio; éste último gravita en torno al valor, y está influido por la oferta y la demanda).
Esta teoría es también el fundamento de la llamada teoría de la explotación capitalista, según la cuál el capitalista se apropia gratuitamente de la plusvalía que produce el trabajador (quien, en la doctrina marxista, es el único que produce valor con su trabajo. El marxismo no reconoce en el capitalista y empresario ningún aporte en la constitución del valor, sino una función meramente parasitaria y explotadora; por tanto, la dirección del proceso productivo, el riesgo que asume el empresario, su creatividad, etc., no juega ningún papel en la formación del valor)
Esta teoría no es aceptada ni reconocida por casi ningún economista, excepto por los marxistas. La razón es que esta teoría fue refutada en el mismo siglo XIX, por parte del economista Eugen Bohm-Bawerk.
3)Una crítica general, sinóptica, y fundamentada del marxismo puede leerse en este artículo de Sidney Hook titulado "El Marxismo: una exposición sinóptica". Sidney Hook fue considerado uno de los máximos expertos del marxismo en Estados Unidos, llegando a escribir varios libros especializados sobre el tema. Posteriormente, dedicó duras críticas a dicha doctrina (como puede verse en el artículo citado), y se consideró así mismo como anti-comunista.
4)Leszek Kolakowski, ex-marxista, ex-comunista, y uno de los máximos expertos en marxismo (quien incluso llegó a enseñar marxismo durante varios años en Universidades europeas), autor de la monumental obra (en 3 volúmenes) llamada "Las principales corrientes del marxismo" resumió las principales fallas del marxismo en un artículo titulado "Lo que queda del socialismo", y que recomiendo leer con cuidado.
5)Existen muchas otras críticas efectuadas al marxismo. Por ejemplo, el brillante filósofo del Derecho, Hans Kelsen, realizó muchas críticas a dicha doctrina. Un resumen de ellas puede verse en este artículo titulado "Sobre la crítica de Kelsen al marxismo". También el economista y filósofo Ludwig von Mises escribió una muy buena crítica al marxismo, en su libro "Teoría e historia".
6)Para una crítica filosófica del marxismo, especialmente en su versión marxista-leninista, recomendaría este análisis del ex-marxista cubano Arnoldo Águila, contenida en la segunda parte de su llibro "La esencia humana", y que puede leerse on-line aquí.
¿Qué aspectos del marxismo considero vigentes y válidos?:
1)La consciencia crítica sobre el capitalismo. Muchos críticos del marxismo consideran el capitalismo como una especie de dogma, y están cegados completamente a las fallas, imperfecciones e injusticias que este sistema económico puede producir. (Ciertamente, no todos los críticos del marxismo ni los liberales son así de ingenuos)
2)La visión integral sobre los fenómenos sociales, y no la visión parcializada que es frecuente en otras teorías. Esto no debe llevarse a los extremos, pero siempre es bueno intentar ver el bosque, y no solo los árboles.
3)La influencia de la economía en la cultura. Aunque considero que hay otros factores en la formación de la cultura, es evidente como el tipo de economía (ej: capitalista) influye en las concepciones culturales y hasta científicas (como han mostrado algunos científicos) de una época determinada.
Salvado lo anterior, ratifico mi punto de vista de que el marxismo ha sido intelectualmente superado. Pero ello ni implica (y no debe ser entendido de este modo) que debamos aceptar el neoliberalismo como forma única de pensamiento; o que no debamos ser críticos del capitalismo, de sus excesos, injusticias y perversiones (tomando en cuenta sus aspectos positivos también); o que no debamos pensar en alternativas sociales factibles que permitan mejorar la sociedad, y crear un mundo más justo, humano, cooperativo y feliz.