domingo, 20 de julio de 2008

Psicología del Troll: explorando la personalidad de los saboteadores virtuales

Están en casi toda controversia que se produce en la web. Con actitud prepotente e injuriante, y alardes de sapiencia y erudición, buscan sentar cátedra sobre todos los temas habidos y por haber. Pero su objetivo e intenciones difieren de los de una persona común y corriente.

Entre los rasgos más evidentes que pueden apreciarse en los trolls, y que reflejan el tipo de persona que son, encontramos:

1)Excesivo narcisismo y egocentrismo: el narcisismo es una percepción excesiva de las propias virtudes y facultades. El egocentrismo es una fijación desproporcionada en la importancia de la propia personalidad, hasta el punto de considerarla como el centro máximo de atención.

En el caso de los trolls, este narcisismo y egocentrismo es manifiesto y no disimulado. Parece incluso que "disfruta" siendo así. Y puede reconocerlo abiertamente.

En algunos casos extremos, este rasgo puede degenerar en algún tipo de delirio de gran importancia o megalomanía. En estos casos, el sujeto se considera una especie de genio, de brillante intelectual que ha sido capaz de encontrar (buscando por google, o leyendo libros) la respuesta correcta a enigmas o problemas de gran complejidad. (Como es lógico, basta comparar lo que piensa este sujeto con lo que dicen los expertos y especialistas en el área, para corroborar la mediocridad y pobreza de su aporte)

2)Deshonestidad intelectual: aunque el troll participa en todo tipo de debate (o en ciertos temas que lo obsesionan), manifiesta unos rasgos que ponen en evidencia su deshonestidad:

- No busca la verdad objetiva sobre el tema discutido, sino que busca ganar la discusión. Esto se debe parcialmente al hecho de que está convencido de que su opinión es verdadera, y parcialmente al hecho de que "ganando" la discusión se siente importante.

-No se toma tiempo suficiente para reflexionar sobre las evidencias o argumentos que se ofrecen, sino que emite sus opiniones en base a un estudio superficial del asunto debatido, casi siempre consultando como referencia algún artículo de wikipedia, o lo primero que consiga en google y que apoye su visión.

-Falsifica y tergiversa los argumentos con los que está en desacuerdo, especialmente siempre busca interpretarlos en la manera más desfavorablemente posible, para hacerlos más rebatibles. Para ello, se aprovecha de ambigüedades, pequeños lapsus irrelevantes, errores ortográficos y otras minucias para convertirlas en grandes tragedias que supuestamente debilitan la posición de los demás.

-Insulta, descalifica, injuria y ofende de forma directa (e.j: "tu eres un c..."), o indirecta (e.j: asociándote con etiquetas, prácticas, creencias, comportamientos o personas indeseables o consideradas malas o perjudiciales en el foro o blog donde se produce el debate)

-Trata de intimidar a los otros participantes mediante el uso "erudito" de fuentes que no maneja de primera mano y sobre las cuáles tiene un conocimiento superficial, insuficiente y mal asimilado.

-Aborda la discusión con una opinión férreamente preconcebida, y sin disposición a que dicha opinión se vea modificada por los argumentos de los demás.

-Es dogmático, en el sentido de que afirma sus opiniones como si fuesen hechos absolutos e irrebatibles, pero no ofrece evidencias que respalden lo lapidario de sus afirmaciones (u ofrece solo la evidencia de una de las partes). Esta actitud es especialmente desagradable, sobre todo cuando se discuten temas difíciles y que han ocupado el esfuerzo de grandes pensadores sin obtenerse una respuesta clara y coherente.

3)Competitivo y argumentativo: el troll ve el debate como un modo de "demostrar" que es superior a los demás participantes. Esto lo hace sentir importante y valioso (casi siempre, ello es debido a un mecanismo psicológico que busca compensar su mediocridad e irrelevancia personal en la vida real. Esto puede comprobarse examinando sus méritos y credenciales personales y profesionales, lo que permitirá constatar, en la mayoría de los casos, que dichos méritos son muy pobres y casi nulos)

Este es uno de los puntos más importantes, ya que es lo que nos permite saber como manejar al troll. La forma más eficaz es ignorándolo. De esta forma no le está dando la oportunidad para que, a través de un "debate" contigo, se sienta importante. Cuando esto ocurre, el troll se resiente, y casi siempre buscará a otros ingenuos que caigan en su trampa dialéctica-emocional. (El troll también puede racionalizar esto señalando "me ignora porque no quiere debatir conmigo, al saber que lo venceré"; de esta forma, el troll logra sentirse importante, pero al menos no te habrá utilizado para ello.)

4)Vengativo y resentido: para el troll es tan importante su identidad virtual en la web, que cuando es vencido en alguna forma, tiende a buscar venganza. Se cambia de nick, o crea varios de ellos, para atacar "entre varios" a la persona objeto de la venganza.

Cuando lo contradices, tiende a invalidarte en forma intelectual o personal. Busca minimizarte, reducirte en importancia o valía, y te asocia con sus emociones negativas y hostiles.

Esto pone de manifiesto también cierta personalidad infantiloide, cierto retraso en el desarrollo emocional.

5)No está intelectual y emocionalmente capacitado para tolerar la duda y la incertidumbre: Los humanos tenemos diversas creencias sobre las cosas (su existencia, inexistencia, corrección, conveniencia, etc.), pero a la vez existen temas sobre los cuáles no tenemos opinión porque no tenemos elementos suficientes para opinar, sea porque no disponemos de información suficiente, o porque teniéndola, estamos conscientes de que es contradictoria, compleja o no terminante.

Pero el troll, debido a su personalidad dogmática, no puede tolerar la duda. Es muy propenso a arrivar a llegar a conclusiones apresuradas (y a afirmarlas dogmáticamente), basada en elementos no definitivos, o en fuentes sesgadas y parcializadas con su propia opinión (pero que él considera como las únicas fiables).

6)No es autocrítico: el troll casi nunca reconoce algún defecto o falla en sus actitudes, argumentos u opiniones; por el contrario, cada vez que afirma algo, lo defiende hasta el final, sin importar los argumentos o evidencias que en contra se hayan presentado.

Él interpreta la crítica como algo personal, y dado que tiene su autoestima depositada en su nick, reacciona defensivamente ante cualquier comentario crítico o cuando se formula alguna opinión contraria a la suya.

7)Grosero y vulgar: aunque algunos trolls intentan pisotear intelectualmente a los demás con frases eruditas (que tienen por finalidad impresionar e impactar psicológicamente a los demás para intimidarlos y debilitarlos), el troll puede ser bastante vulgar y grosero cuando se presenta la ocasión. Puede ser bastante hábil y creativo en el intercambio de insultos.

8)Persistente y fanatizado: el troll casi siempre está fanatizado en temas específicos (esto pudiera apuntar a algún tipo de trastorno, tal como el Síndrome de Asperger). Y por ello, es capaz de ir de blog en blog y de foro en foro predicando sus creencias y opiniones como si a alguien (además de él y otros fanáticos) les interesara.

Elabora "artículos" que luego coloca en todos los foros virtuales relacionados al tema de dicho artículo. Por su puesto, este "artículo" casi siempre es una estéril conjunción de ideas propias y ajenas expresadas en forma erudita sobre temas complejos; o consiste en polémicas o "críticas" contra las opiniones con las que está en desacuerdo.

9)Satisfacción malsana: el troll siente placer con cosas negativas o destructivas, tales como:

-Humillar a otros

-Vengarse de los demás

-Entablar polémicas estériles (que no producen ningún resultado fructífero, excepto crear hostilidad)

-Criticar maliciosamente a los que están en desacuerdo con él.

-Atacan a los demás por su lado más débil.

Lo anterior apunta a algún tipo de transtorno psicológico, y a cierta ineptitud social. Se puede comprobar, averiguando la vida real de estos individuos, que casi siempre son personas muy torpes socialmente, manfiestamente ineptas en sus habilidades sociales y que producen un automático rechazo por parte de su entorno (le cual casi siempre los mira con recelo y mucha desconfianza, o inclusive, con abierta hostilidad)

10)Tendencia a la proyección psicológica: tiende a proyectar en los demás sus propias fallas y defectos (por lo que puede calificarte de dogmático, deshonesto o irracional; a la vez que él mismo manifiesta de forma evidente y grosera estas mismas características)

El fenómeno de los trolls es algo que internet ha puesto de manifiesto, y que de alguna manera es inevitable. Es una "cruz" con la que se debe cargar al usar internet. Pero no todo está perdido, ya que existen algunos tips y sugerencias que podrían reducir su perjudicial influencia:

-Cuando sepa que está ante un troll, ignórelo.

-No caiga en las trampas que el trolls le tenderá, tales como insultos, provocaciones, etc.

-No se tome los insultos personalmente (recuerde que esto refleja más la personalidad y honor del que insulta, que la condición del destinatario)

-Entienda que la conducta del troll puede reflejar un cierto desequilibrio o trastorno psicológico. La comprensión de ello lo hará ser menos susceptible, y tenderá a ponerse menos a la defensiva, al saber que el origen del ataque está más en el atacante como tal, que en usted.

-No crea que todo el que difiere de usted es un troll; o todo el que es calificado como tal lo es. Para saber si alguien es un troll o no, hay que observar cuidadosamente su comportamiento, no guiarse por el prejuicio ajeno (ya que muchos trolls califican de trolls a los demás para descalificarlos).

Por lo demás, el sentido común es el mejor maestro para tratar con estas personas.

Intenet ha traído muchos cosas buenas, pero algunas malas también: los trolls se encuentran en este último grupo.




sábado, 12 de julio de 2008

Gary Schwartz: intentando probar mediums en el laboratorio




El Dr.Gary Schwartz, profesor de psiquiatría, psicología, neurología y cirugía de la Universidad de Arizona, ha dedicado buena parte de su tiempo a investigar en el laboratorio las afirmaciones de algunos médiums sobre su presunta habilidad de "comunicarse con los muertos", o más exactamente, con los espíritus de las personas que han fallecido.

En su libro "The afterlife experiments", Schwartz sigue el axioma empirista según el cuál hay que "dejar que la evidencia habla por sí sola"; lo cuál, si bien desde un punto de vista filosófico puede ser discutible (ya que las evidencias no hablan, sino que hay que interpretarlas conforme a alguna teoría o hipótesis), sí muestra en Schwartz una apertura a examinar una evidencia que, de ser correcta, apuntaría a la existencia de la vida después de la muerte (es decir, que sería coherente con la hipótesis de la supervivencia de la consciencia).

Como cualquier lector informado sobre los asuntos paranormales sabrá, este tipo de investigaciones exaspera y desespera a muchos pseudo-escépticos, quienes sienten su visión materialista atea amenazada y en riesgo de que la evidencia los refute (en rigor, esa evidencia, de ser correcta, no rebate al ateísmo, pero sí al materialismo en cualquiera de sus versiones; y este es una de las bases filosóficas de aquél, aun cuando se puede ser ateo sin ser materialista.). Esta disonancia cognitiva la resuelven de la forma lógica y previsible: atacando duramente y de forma continua y persistente a estas investigaciones, y en especial, intentando desacreditar a los investigadores para que no se los tome en cuenta. Esta actitud la adoptan, independientemente de si la investigación es correcta o no desde un punto de vista metodológico; de hecho, ellos siempre afirmarán que una investigación así no puede ser correcta, porque si lo fuese el resultado no produciría una evidencia positiva (por eso solo citan como válidos los resultados contra lo paranormal), ya que no puede haber evidencia positiva para algo que no existe. Y como ellos creen que estos fenómenos son imposibles, y por tanto inexistentes (ya que el materialismo coherente implica tanto el ateísmo como la inexistencia de lo paranormal, que el pseudo-escéptico vincula siempre a lo "religioso", a los "milagros" o a "Dios"), cualquier que presente una evidencia positiva es un charlatán o un mentiroso (o alguien cuya desenfrenada credulidad le hizo víctima de algún truco). Algunos realmente están 100% convencidos de ello en forma fanática (y no tienen ni asomo de duda al respecto), por lo que será estéril cualquier intento de debatir razonablemente esto con ellos (a menos que uno quiera ser insultado como irracional, crédulo o ignorante).

Con esta premisa en mente (premisa filosófica que para ellos es absolutamente cierta e indiscutible), el pseudo-escéptico procederá a su labor de "debunking" (refutación, invalidación, desacreditación, etc.) de cualquier cosa que ellos perciban como contraria al materialismo (ej: Dios, la espiritualidad, lo paranormal, el psicoanálisis, etc.). Y cuando el pseudo-escéptico no ha logrado sabotear o suprimir la investigación paranormal, y termina obteniendo un resultado contrario al esperado y deseado, siempre lo interpretarán a favor de su premisa inicial (ej: diciendo "fue solo suerte", o alguna otra excusa ad hoc). Esto hace que la posición pseudo-escéptica sea inmune a la refutación y a la contraevidencia, ya que siempre tendrán una explicación ad hoc, una excusa, una especulación o una salida para no verse rebatidos. Cualquier evidencia es interpretada como confirmación de su visión. En caso extremos, esto puede considerarse un método intelectual bastante sofisticado de autoengaño.

En el caso de la controversial investigación de Schwartz, la labor de "debunking" le correspondió al "escéptico" Ray Hyman quien, como ya lo hemos mencionado en otro post, es uno de los pocos pseudo-escépticos verdaderamente informados y que maneja bien la literatura parapsicológica especializada. Esto hace que las críticas de Hyman (ya que él prácticamente solo ha aportado información crítica, negativa y que busca "refutar") sean frecuentemente tomadas en cuenta por los parapsicólogos.

Ray Hyman realizó su crítica del libro de Schwartz "The Afterlife Evidence", en un extenso artículo de la revista pseudo-escéptica "The skeptical inquirer" (publicada por CSICOP, ahora CSI).

Cualquiera que haya leído el libro de Schwartz cuidadosa y detalladamente, apreciará que Hyman manipula frecuentemente su contenido (especialmente, magnificando detalles para convertirlos en grandes tragedias metodológicas, omitiendo datos relevantes, tomando partes y generalizándolas al todo; interpretando una evidencia acumulativa en forma aislada; y más comúnmente, haciendo especulaciones subjetivas basadas en posibilidades y no en evidencias).

Pero esto que puede ser captado por cualquier lector riguroso (tanto del libro de Schwartz como de la crítica de Hyman), fue explicado en detalle por el propio Schwartz en un extenso artículo escrito en respuesta al de Hyman. Allí Schwartz muestra en riguroso detalle cada una de las tergiversaciones, omisiones y "deslices" de Hyman en su intento por invalidar y desacreditar su investigación. (Hay que reconocer que Hyman, a diferencia de otros pseudo-escépticos más viscerales y fanatizados, no acostumbra a recurrir a la descalificación personal, a la injuria o al desprestigio para hacer su "debunking"; ni tampoco a la falsificación y forjamiento deshonesto de sus credenciales personales.)

¿Cuál es mi opinión sobre el libro de Schwartz?

Por el momento, no creo que la investigación de Schwartz "pruebe" que los médiums se comunican con los muertos; pero sí creo que sus resultados no pueden ser únicamente explicados por la lectura en frío, u otros trucos de magia. Por ende, no descarto la posibilidad de que algún tipo de fenómeno anómalo pueda operar allí. Pero esta opinión tentativa pudiera ser errada. Solo nuevos experimentos nos dirán la verdad.

Recientemente, Schwartz investigó a un grupo de médiums usando un nuevo protocolo triple ciego, cuyo artículo puede leerse aquí. Este nuevo protocolo se hizo triple ciego para hacerlo mucho más riguroso que un experimento doble ciego normal. Con esto, se minimizan las posibilidades de fraude o de "ruidos" que afecten el resultado.

Esperamos que esa investigación pueda ser reproducida por otros investigadores independientes, y ver si confirman o no los resultados de Schwartz. De ocurrir eso, tendremos más elementos de juicios para formarnos una opinión más o menos sólida.

A los lectores zetéticos les recomiendo:

1)Leer cuidadosa y escrupulosamente el libro de Schwartz (este es el paso esencial, ya que de ello depende la utilidad de los pasos siguientes)
2)Leer la crítica de Ray Hyman
3)Leer la respuesta de Schwartz a Hyman.
4)Sacar sus propias conclusiones de todo ello.

Con lo pasos anteriores, tendrá elementos suficientes para ponderar en sus justos términos las investigaciones de Schwartz así como la legitimidad y validez de las críticas de Hyman.

Con ello, podrá hacer lo que hace todo verdadero zetético: formarse una opinión fundada en las mejores evidencias y argumentos, y no en dogmas filosóficos, religiosos o ideológicos que vicien la interpretación, o busquen reafirmar sus prejucios personales.


jueves, 10 de julio de 2008

David Ray Griffin y su libro "Parapsychology, Philosophy and Spirituality"


David Ray Griffin, conocido por su artículos críticos sobre el atentando contra las torres gemelas, y por sus libros sobre ese tema (tales como The New Pearl Harbor, y más recientemente Debunking 9/11 Debunking) es también un reconocido filósofo.

Pero poca gente sabe que Griffin ha examinado detalladamente la evidencia científica producida en la parapsicología experimental, y que escribió un libro sobre ello titulado "Parapsychology, Philosophy and Spirituality", en donde reflexiona acerca de la relación entre la filosofía y la evidencia parapsicológica.

Este libro explora las consecuencias que, para la filosofía, tiene la investigación parapsicológica, y especialmente la existencia de algunos efectos psi. Tales efectos, cuya existencia Griffin acepta después de haber examinado la evidencia, sugieren el replanteo y revisión de muchas de las tesis filosóficas tradicionales, y la necesidad de una formulación filosófica que de cuenta de tales efectos o fenómenos, y los incorpore en una nueva comprensión del hombre y del cosmos. (Una de las doctrinas que más amenazada se ve por esta evidencia es, sin duda, el materialismo en todas sus versiones; por este motivo, y como es previsible, los materialistas pseudo-escépticos ateos atacan con tanta fuerza y agresividad, y de forma incansable y persistente, a la parapsicología o cualquier otra disciplina que sugiera la existencia de algún fenómeno "no material" y, en especial, hacen una campaña sistemática de difamación, estigmatización y descrédito de los investigadores psi)

Griffin es uno de los pocos filósofos contemporáneo que se han interesado por la evidencia de la parapsicología, y que han examinado la literatura especializada sobre este asunto, con la finalidad de ver si tal evidencia puede aportar alguna luz sobre los problemas fundamentales de la filosofía, o sugerir nuevas conjeturas o reflexiones filosóficas. (Otro filósofo que pudiéramos incluir en este grupo es Neal Grossman, quien ha escrito algunos artículos sobre la evidencia de la "supervivencia" de la consciencia; y Stephen Braude, quien ha escrito mucho sobre este tema también)

Sea cuál sea la opinión que cada lector zetético tenga sobre estos interesantes temas, pienso que este libro no debería faltar en su biblioteca; cualquiera que sea la conclusión a la que llegue, de seguro el aporte del Dr.Griffin le dará mucho qué pensar.

lunes, 7 de julio de 2008

Psicología del fundamentalista: rasgos que nos ayudarán a reconocer el fundamentalismo

Siguiendo con la serie de artículos sobre la psicología de las creencias, en este post reflexionaré un poco sobre los fundamentalistas, y su psicología (personalidad, actitudes y creencias). Me he basado para ello en la lectura de algunos documentos escritos por fundamentalistas, pero sobre todo en mi interacción con algunos de ellos, y en una observación atenta de su conducta y personalidad. Animo a otros lectores a que realicen la misma observación, y vean si ello confirma o no lo expresado aquí por mí.

Para los fines específicos de este post, entenderé por fundamentalista a una persona que profesa con, total y absoluta convicción, un sistema de creencias o ideología determinada; y que además pretende imponerla a la mayor cantidad de personas posibles (o eliminar a los competidores). El contenido de esta ideología puede ser religioso, anti-religioso, político, social o de otra índole.

La importancia de conocer a un fundamentalista radica no solo en que nos ayuda a comprender más la naturaleza y psicología humana (en sus versiones más extremistas y radicales), sino los peligros que entraña para un sistema democrático y para la sociedad como un todo, el hecho de que algunos de estos individuos ocupen posiciones de poder (político, institucional, etc.).

Los rasgos más evidentes que pueden ser observados en una persona fundamentalista son los siguientes:

1)No tiene dudas sobre la validez su propia ideología, sino que está absolutamente convencido de su verdad.

2)De este pleno y radical convencimiento, se deriva una manifiesta y expresa intolerancia hacia las personas con ideas o ideologías contrarias u opuestas a la suya. (La habilidad para justificar y racionalizar esta intolerancia, depende del nivel intelectual y cultural del fundamentalista concreto. La validez o invalidez de estas razones deben ser evaluadas en sí mismas, pero ellas no son la causa de la intolerancia del fundamentalista, sino su efecto y justificación)

3)Presenta su ideología en una forma excluyente, en el sentido de hacer ver que es inadmisible (y "no debe permitirse") la co-existencia de otras formas de pensamiento que contradigan su visión. Y, como es de esperar, es él quien fija los criterios sobre lo tolerable y lo no tolerable (en este último grupo, y como era de prever, siempre incluye las ideologías contrarias a la suya)

4)El fundamentalista no se reconoce como tal; y se ofende se le demuestras su fundamentalismo. (Pero es rápido en calificar a los demás de extremistas o radicales). Esta carencia manifiesta de autocrítica es una de sus más consistentes características.

5)Como el fundamentalista está totalmente convencido de que su visión es la única correcta, dedica buena parte de su tiempo a demostrar que las demás visiones son falsas, irracionales, peligrosas, dañinas, inmorales, censurables, etc. Debido a la base emocional de esta postura, es frecuente que el fundamentalista también recurra a agresiones verbales (injurias, difamaciones, daños a la reputación ajena, etc.) o físicas (golpes, daños a la propiedad ajena, atentados contra la vida, etc.).

El tipo de agresión depende del nivel de extremismo del fundamentalista, del contenido autoritario de su creencia, y también de la posición social que ocupa (a más poder, más daño potencial podrá consumar). Muchos fundamentalistas, debido a su mediocridad u otros factores, no pueden ejecutar grandes daños al no tener el poder suficiente para ello; pero aun así, su potencial destructivo y totalitario puede consumarse o cumplirse de adquirir algún tipo de poder sobre los demás.

6)Frecuentemente el fundamentalista presenta su posición como algo que beneficiará a los demás; pero el hecho de que descalifique, injurie, menosprecie e invalide a "los demás" muestra que su verdadero interés no es el bien del prójimo, sino el hecho de que su propia ideología sea la que impere.

Por eso, aunque haga alardes sobre las virtudes de la democracia, su posición es esencialmente anti-democrática en el sentido de que NO admite una pluralidad de visiones, valores o creencias. Esto los justifica señalado que la verdad (religiosa, científica, etc.) no es democrática; pero esta observación no viene a cuento: la democracia, como sistema político y valor cívico, no se refiere propiamente a la "verdad"; sino a la convivencia pacífica entre personas que profesan ideas, opiniones, criterios y valores diferentes y hasta opuestos (debido a la diversidad y pluralidad propia del ser humano); y a la posibilidad de que esas diferencias sean resueltas por métodos pacíficos (legales, electorales, etc.) donde la mayoría de la población determine la legitimidad del sistema. Por eso, en democracia, prevalece el criterio de la mayoría (no porque la mayoría siempre tenga razón, sino porque la opinión de la mayoría confiere más legitimidad y solidez al ejercicio del poder y al sistema como un todo)

7)El fundamentalista es la excepción, debido a que la mayoría de seres humanos no son fundamentalistas. Esto produce en el fundamentalista la ilusión elitista de que forma parte de un grupo selecto de individuos "extraordinarios", cuya misión consiste en predicar su ideología al resto del mundo (en lo que sería una forma análoga a la "evangelización") y en acabar con el mal (=ideologías opuestas)

Esto causa que el fundamentalista se una a otros sujetos tan radicales como él, formando una especie de "equipo predicador" para hacerle propaganda o apología a su visión. En algunos casos, forman grupos o asociaciones (constituida por muy pocos individuos, la mayoría muy radicales y persistentes en sus objetivos) que permiten organizar y articular esfuerzos para su causa común. (Este rasgo es común en otros individuos que no son fundamentalistas, como grupos de lectura o grupos que se forman por algún interés compartido)

Es frecuente que estos grupos tiendan a disolverse o a sufrir rupturas, cuando el "enemigo común" ha sido derrotado o superado; esto parece deberse a que lo que mantiene la cohesión del grupo fundamentalista es el ataque constante y sistemático a una o varias ideologías opuestas; y que al ser estas exterminadas o suprimidas, la razón de ser del grupo desaparece; y comienza a generarse crisis intestinas y luchas por el poder o el protagonismo.

8)El fundamentalista usa técnicas de chantaje emocional e intelectual para evitar la crítica y la disidencia dentro del grupo. Esto se realiza mediante frases o palabras estereotipadas cargadas de un significado que inducen fuertes emociones negativas; con ello se estigmatiza al potencial disidente y se le disuade de cualquier posición crítica hacia el grupo. (Estas frases pueden ser "castigo divino", "quemarse en el infierno", "ser irracional", "creer en pseudo-ciencias", ser "creyente", ser "burgués" y otras similares según el tipo de fundamentalismo de que se trate)

9)El fundamentalista tiene, con frecuencia, una creencia exagerada en su importancia personal. Esta creencia casi nunca se corresponde con sus méritos reales y comprobables; y dicha importancia existe solo en su imaginación. (En algunos casos, hay fundamentalistas brillantes y reputados; pero aun en estos sujetos, su creencia en su importancia personal excede a sus méritos específicos)

10)Tiende a ser dogmático y extremadamente soberbio e inmodesto. Esto es una clara consecuencia del convencimiento psicológico y seguro de que se está en posesión de la verdad.

11)Está convencido que las personas que piensan diferente de él (o ella) son farsantes, mentirosos, ignorantes y, en general, unos seres intelectual y moralmente inferiores. Y que por este motivo no pueden "ver la luz" (de la razón; de la ciencia, de la palabra de Dios; etc.). Esto también es usado para justificar el tratamiento "por la fuerza" contra los disidentes.

12)Tiende a ser fatalista, y a imaginar que casi "todo mal" se deriva de las creencias que el combate. (Por supuesto, no es capaz de ver los males causados por los creyentes en su propia ideología; y de verlos, los minimiza, relativiza o justifica)

13)Es inmune a la evidencia contraria. Cualquier hecho, contraejemplo o prueba contraria a su ideología es interpretada en una forma consistente con ella. Todo se usa como confirmación de esa ideología. Este es uno de sus rasgos más evidentes. En especial, hay una serie de trucos psicológicos que el fundamentalista usa para evitar se rebatido por evidencia contraria:

-Niega la veracidad del hecho (afirmando que no ocurrió, o que es imposible). Para afirmar esto, se vale de reglas, teoremas y principios derivados de su propia ideología. En especial, cita los argumentos de fuentes que comparten su visión (la Biblia, El Corán, los escritos de algún filósofo o pensador que él sigue, etc.).

No hay nada de malo en citar fuentes y los argumentos derivados de ellas; lo que parece incorrecto (y que es común a muchos fundamentalistas) es que él cita esos argumentos con un convencimiento total de su verdad; y con una absoluta confianza en la fuente citada. Es esto lo que degenera en actitudes dogmáticas e intolerantes.

-Niega la credibilidad de la fuente que refiere el hecho (descalificando su reputación, difamándola, etc.)

Cuando el fundamentalista encuentra un hecho que parece rebatir su visión, intentará desacreditar, difamar o descalificar a la fuente que comunicó, presenció o produjo el hecho.

-Niega o minimiza la interpretación de ese hecho cuando dicha interpretación es contraria a su ideología. Pero cree fácilmente en las interpretaciones de las fuentes que comparten su ideología. (Este doble estándar le permite siempre tener respuestas rápidas y concluyentes sobre cualquier controversia; lo único que tiene que hacer es citar la fuente que confirma su punto de vista; y usar dicha fuente como base de sus razonamientos, al mismo tiempo que minimiza las fuentes y datos que rebaten su posición)

-Estigmatiza y categoriza el hecho (o a la fuente) mediante "etiquetas" o "estereotipos prefabricasados" que están cargadas de connotaciones negativas, y que le permiten ignorar o descartar la importancia del hecho analizado (entre estas frases, se encuentran "idea neo-liberal", "creencia izquierdosa", "pseudociencia", "obra de Satanás", etc. Estas frases pueden ser usadas también por un no fundamentalista; pero cuando se presentan conjuntamente con los rasgos anteriores, son un buen indicador de que se tienen en frente a un sujeto extremista en su posición.)

14)No le interesa buscar la verdad objetiva, porque está convencido de haberla encontrado. Por eso, su mayor interés es predicar su idea, y sobre todo, convencer a los demás (o difamarlos, si se niegan a ser convencidos)

15)Algo que he observado directamente, y para lo que todavía no encuentro una explicación satisfactoria, es el hecho de que estos sujetos tienden a ser literales. Es decir, toman las frases al pie de la letra, sin distinguir en ellos matices o acepciones diferentes según el contexto.

En especial, no parecen distinguir metáforas, bromas o dobles sentidos.

Esto lo he visto en casi todos los casos que he conocido.

16)Tienden a carecer de sentido del humor.

Estas deficiencias sociales sumada a su ilusión elitista tiende a aislarlos y alienarlos del resto de la sociedad; eso a su vez refuerza su creencia de que la sociedad merece ser "educada" o "guiada" por ellos hacia fines que el fundamentalista considera que son los correctos.

Como es lógico, el simple sentido común de la mayoría de las personas (aun de las que carecen de conocimientos avanzados o académicos) basta y sobre para mantenerlos alejados y ver con recelo a estos individuos fundamentalistas. Una buena parte de la gente capta rápidamente (así sea de modo intuitivo) la obsesión y radicalidad de estos sujetos y tiende a mantenerlos a una distancia prudente. (En algunos casos, si el fundamentalista es muy hábil, puede pasar inadvertido o engañar a personas de buena fe)

17)Piensan en términos de dicotomías excluyentes o bifurcaciones absolutas, sin distinguir matices o puntos de encuentro o conciliación entre los extremos (ej: ciencia o religión; Dios o el infierno; estás conmigo o estás contra mí; o nosotros o ellos; ateísmo o fundamentalismo religioso; Dios o las riquezas materiales; socialismo o muerte; capitalismo o comunismo, etc.). De hecho, combaten activamente cualquier búsqueda de "conciliación", cualquier punto de encuentro, cualquier "diálogo" entre los extremos; y consideran todo esa búsqueda como una manifestación de "cobardía", "debilidad" y/o "ignorancia". Esta actitud parece poner en evidencia la creencia de que al enemigo no se le debe ceder un centímetro de terreno.

Pienso que esta es una de las características que hace bastante peligrosos a estos individuos. En la mayoría de los casos, y mientras permanezcan como un miembro más de la sociedad, no generan muchos problemas (excepto para las personas desafortunadas que los rodean, y que tienen que soportarlos).

Pero cuando estos sujetos ocupan alguna posición de poder, no dudarán en usar dicho poder para aniquilar (real o figuradamente) a sus "enemigos" intelectuales, religiosos o personales. En estos casos, es la sociedad entera la que sufre su arbitrariedad, soberbia, prepotencia y autoritarismo.

La ideología que el fundamentalista predica exige la supresión plena de la disidencia, y no admite matices o "medias tintas". La creencia de "ellos o nosotros" convierte a estos sujetos en personas extremadamente peligrosas y potencialmente letales.

Familiarizarse un poco con la psicología de estos personajes y, sobre todo, observar por uno mismo sus característica no es solo un entretenimiento académico o una diversión; sino que es de extrema utilidad tanto en nuestra vida personal, como en nuestra vida social (ej: a la hora de elegir a un gobernante)

Espero que estas observaciones y reflexiones estimulen a los lectores zetéticos a observar detenidamente a las personas y saber cuando pueden estar en presencia de un sujeto de este tipo.


miércoles, 2 de julio de 2008

Elizabeth Lloyd Mayer y su libro "Extraordinary Knowing" una psicóloga zetética explora la evidencia parapsicológica



Este maravilloso libro titulado "Extraordinary Knowing: Science, Skepticism and The Inexplicable Powers of the Human Mind" , escrito por Elizabeth Lloyd Mayer, Ph.D, quien fuese profesora de psicología en el University of California Medical Center, en San Francisco, cuenta la historia de cómo una académica y científica se interesó por la evidencia científica sobre los fenómenos parapsicológicos, a raíz de una experiencia personal.

En este libro, se puede apreciar como la Dra.Mayer exploró la literatura relevante y especializada con una mentalidad bastante crítica (ya que ella pensaba que estos temas deben abordarse con el rigor metodológico de la ciencia, y no mediante la fe o las emociones) pero abierta, con el objetivo de buscar la verdad, y de encontrar una explicación científica satisfactoria a su experiencia personal.

Acudió a la literatura pseudo-escéptica con la esperanza de conseguir una fuente científica y objetiva sobre la parapsicología, pero , como es de esperar (para alguien crítico y no prejuiciado a favor del pseudo-escepticismo) lo que encontró fue otra cosa: el tono burlón, descalificador, condescendiente, dogmático y sesgado de estas fuentes, y una agresiva propaganda tendiente a "debunkear" (refutar, invalidar) a la parapsicología y sus partidarios (ya que los pseudo-escépticos ateos interpretan este tipo de investigaciones como una amenaza real a su cosmovisión materialista, y como una concesión intolerable a la religión, a Dios y a otras "supersticiones").

Esto la puso en alerta, ya que como académica, era consciente de que ese tipo de lenguaje y retórica no se estila en la Academia ni en las discusiones científicas; y que tal lenguaje manifiesta más un prejuicio emocional-ideológico que una actitud científica por encontrar la verdad. Ella resumió su opinión acerca de esta literatura, especialmente a una de las más conocidas, de la siguiente forma: "I found [their] journal dismayingly snide, regularly punctuated by sarcasm, self-congratulation, and nastiness, all parading as reverence for true science"

La Dra.Meyer también señala algo bastante curioso: en su investigación, constató que un alto porcentaje de científicos profesionales ha tenido algún tipo de experiencia personal que, por todos los indicios, apunta o sugiere algún fenómeno de tipo parapsicológico; pero tales científicos (probablemente la mayoría) se abstiene de comentar eso ante sus colegas por miedo a perder prestigio, a ser considerados "pseudo-científicos" y, en general, a que su reputación profesional quede por el suelo. Sin embargo, cuando se habla con ellos en un ambiente no hostil, donde no peligre su puesto ni reputación (o donde sean anónimos), un alto porcentaje está dispuesto a hablar de estos temas, y manifiestan un intenso interés personal y científico por tales investigaciones.

Pienso que el libro de la Dra.Meyer será de gran interés para las personas genuinamente interesadas en explorar a fondo, y de forma imparcial y objetiva, el tema de la parapsicología. Muchos lectores zetéticos (críticos pero de mente abierta) se sentirán identificados con muchos de los procedimientos, dudas razonables, análisis, cambios de opinión y conclusiones que la Dra.Meyer fue planteando paso a paso durante toda su investigación.

Es un libro que no debería faltar en la biblioteca de un zetético.