El filósofo y economista austríaco Ludwig von Mises dio, en los años 50s, una serie de conferencias y charlas sobre el marxismo. Estas conferencias han sido recogidas en este libro que se titula "Marxism Unmasked", y que puede descargarse en línea aquí.
Este libro es una de las mejores críticas teóricas que he leído contra el marximo, porque:
-Mises critica las tesis centrales de esta teoría, tal como fue formulada por Marx y Engels.
-No tergiversa ni malinterpreta las ideas objeto de crítica.
-Los argumentos que emplea son sólidos, y constituyen a mi modo de ver una refutación definitiva de las ideas básicas del marxismo ortodoxo.
Esto no significa que todo en el marxismo sea estéril. Yo creo que hay herramientas teóricas en el marxismo que son útiles para analizar algunas cuestiones sociales; pero las tesis centrales de esta concepción del hombre y la sociedad me parecen bastante inadecuadas por algunas de las razones que Mises explica en este libro.
Otro aspecto que debe tomarse en cuenta, es que uno puede estar de acuerdo con Mises en su crítica al marxismo, pero en desacuerdo con su alternativa de un pleno liberalismo. La razón de ello es que sus críticas no necesariamente presuponen la verdad del neo-liberalismo, sino que la mayoría de sus argumentos rebaten lógica y factualmente las ideas centrales del marxismo sin derivar tal refutación de la concepción liberal del hombre (aunque también los argumentos de Mises contra el marxismo pueden emplearse, y de hecho se emplean, a favor del liberalismo)
Yo pienso que este libro deberían leerlo y estudiarlo tanto los socialistas como los social-demócratas y neo-liberales, porque es intelectualmente enriquecedor para todos, con independencia de la ideología de cada uno.
También considero que este libro debe complementarse con la lectura del artículo de Mises "Cálculo Económico en el Sistema Socialista", donde se argumenta que el socialismo (entendido como un sistema donde los medios de producción están en manos del Estado como planificador central) es un sistema donde el cálculo económico es imposible, porque no hay un mercado donde surjan precios monetarios que permitan asignar adecuadamente los recursos. Al no ser posible tal cálculo económico, el "planificador central" (Estado) no podrá asignar económicamente los recursos, porque no tendrá una base racional para efectuar la evaluación de acuerdo a las necesidades sociales y a la dinámica económica. Si esto es correcto, entonces el socialismo es un sistema intrínsecamente ineficiente (independientemente de que, moralmente, sea desable al predicar valores como la igualdad, el bien común, oportunidades para todos, etc.)
En este punto, es importante comprender que el argumento de Mises no es ético ni filosófico, sino económico. Él no está diciendo que el socialismo es "malo", "desagradable", u otro adjetivo que apruebe o desapruebe este sistema social. Su punto es que, económicamente hablando, el sistema es intrínsicamente inferior comparado con el sistema capitalista en el cuál rigen precios monetarios que sirven de base para el cálculo económico de los agentes de la economía.
Generalmente los debates socialismo vs. capitalismo giran en torno a juicios de valor. Los socialistas acusan a los capitalistas de ser "individualistas", "egoístas", "desinteresados de los problemas de la gente pobre", etc. Los capitalistas, a su vez, acusan a los socialistas de ser "autoritarios", "resentidos", "hipócritas al predicar amor a los pobres pero enriquecerse cuando llegan al poder", etc. Estos adjetivos y calificativos pueden ser correctos o no aplicados a ambas partes, pero científicamente son totalmente irrelevantes.
De lo que se trata es de determinar objetivamente si el socialismo es superior al capitalismo o viceversa, y qué criterios debemos emplear para efectuar dicho juicio.
Mises propone centrar el análisis en un aspecto que para él (y yo coincido) es central: el aspecto económico. El socialismo, como ideal, puede ser perfecto e inmaculado, pero ¿es realizable? ¿Cómo funciona económicamente una sociedad socialista?
En este punto (y esto es algo que muchos socialistas pasan por alto) vale la pena acotar que Carlos Marx y Feredico Engels nunca explicaron cómo funcionaría la sociedad comunista. Se limitaron a analizar el capitalismo, y concluir que invitablemente él llevaría (debido a sus contradicciones internas) a una sociedad sin clases. Pero nunca explicaron como funcionaría esa sociedad (en su libro "Crítica al Programa de Gotha", Marx da algunas pinceladas en ese sentido, pero son muy escuetas y nada satisfactorias, y sobre todo, nada convincentes para un lector que no esté ideológicamente prejuiciado a favor del marxismo).
Por otro lado, la predicción de Marx presupone que el marxismo es correcto; y precisamente, esa suposición es la que es refutada en el libro de Mises que aquí comentamos (yo concuerdo con Mises sobre el marxismo; y he ofrecido mi opinión al respecto en otro post). Además, tal predicción nunca se ha cumplido, y no existe la más mínima evidencia de que se cumpla en los próximos años.
Lo anterior pareciera indicar que el "caso contra el socialismo" está cerrado, y que ya ha ganado el capitalismo. Esto puede ser verdad, pero yo no cantaría victoria tan rápido. Yo no descarto que puede formularse algún tipo de sistema socialista que no se base en las fallas teóricas y políticas del marxismo, pero que al mismo tiempo mantenga los ideales socialistas de igualdad de oportunidades, respecto al hombre por encima del "mercado", etc.
Aun cuando el capitalismo fuese superior al socialismo, esto no inmunizaría al capitalismo de sus fallas y problemas. Por ejemplo, en el ámbito de la medicina, se puede ver como el "negocio" de la salud que mantiene la industria farmacéutica provoca un sometimiento de la investigación médica limitándola a aquello que sea económicamente rentable. Este negocio de la salud se acrecienta y alimenta con la existencia de la enfermedad, no con su erradicación (ya que esto último acabaría el negocio).
Por tanto, dejando el asunto de la salud en manos del "mercado" (como actualmente lo está), corremos el riesgo, como humanidad, de suicidarnos, al dejar que las ganancias de unos pequeños grupos tengan preeminencia por sobre la salud de los seres humanos, en especial de los que tienen menos recursos.
El capitalismo puede ser económicamente superior al socialismo (y croe que la evidencia histórica apoya esta idea, al menos en lo que respecta a la capacidad de producir bienes y servicios), pero eso no concluye el debate. El ser humano depende de la economía, pero no se reduce a ella; y la eficacia económica no implica idoneidad moral ni ética, y la existencia de un sistema económicamente superior no supone que sea necesariamente más justo o mejor (en planos diferentes al económico, pero tan o más humanos que éste).
Por eso es que creo que el debate socialismo vs. capitalismo debe realizarse de forma franca, examinando con la mayor objetividad posible los pros y contras de cada uno, sin dejarse llevar por prejuicios emocionales o ideológicos.
Aunque yo creo que el marxismo ha sido esencialmente refutado tanto en el plano teórico como histórico-práctico (y que los movimientos neo-comunistas actuales de algunos países sudamericanos son potencialmente destructivos), me mantengo agnóstica sobre las bondades del capitalismo como la única vía posible o deseable. Yo creo en la libertad humana, pero en la de todos, no solamente en la de quienes tengan más capital o más poder económico.
Este libro es una de las mejores críticas teóricas que he leído contra el marximo, porque:
-Mises critica las tesis centrales de esta teoría, tal como fue formulada por Marx y Engels.
-No tergiversa ni malinterpreta las ideas objeto de crítica.
-Los argumentos que emplea son sólidos, y constituyen a mi modo de ver una refutación definitiva de las ideas básicas del marxismo ortodoxo.
Esto no significa que todo en el marxismo sea estéril. Yo creo que hay herramientas teóricas en el marxismo que son útiles para analizar algunas cuestiones sociales; pero las tesis centrales de esta concepción del hombre y la sociedad me parecen bastante inadecuadas por algunas de las razones que Mises explica en este libro.
Otro aspecto que debe tomarse en cuenta, es que uno puede estar de acuerdo con Mises en su crítica al marxismo, pero en desacuerdo con su alternativa de un pleno liberalismo. La razón de ello es que sus críticas no necesariamente presuponen la verdad del neo-liberalismo, sino que la mayoría de sus argumentos rebaten lógica y factualmente las ideas centrales del marxismo sin derivar tal refutación de la concepción liberal del hombre (aunque también los argumentos de Mises contra el marxismo pueden emplearse, y de hecho se emplean, a favor del liberalismo)
Yo pienso que este libro deberían leerlo y estudiarlo tanto los socialistas como los social-demócratas y neo-liberales, porque es intelectualmente enriquecedor para todos, con independencia de la ideología de cada uno.
También considero que este libro debe complementarse con la lectura del artículo de Mises "Cálculo Económico en el Sistema Socialista", donde se argumenta que el socialismo (entendido como un sistema donde los medios de producción están en manos del Estado como planificador central) es un sistema donde el cálculo económico es imposible, porque no hay un mercado donde surjan precios monetarios que permitan asignar adecuadamente los recursos. Al no ser posible tal cálculo económico, el "planificador central" (Estado) no podrá asignar económicamente los recursos, porque no tendrá una base racional para efectuar la evaluación de acuerdo a las necesidades sociales y a la dinámica económica. Si esto es correcto, entonces el socialismo es un sistema intrínsecamente ineficiente (independientemente de que, moralmente, sea desable al predicar valores como la igualdad, el bien común, oportunidades para todos, etc.)
En este punto, es importante comprender que el argumento de Mises no es ético ni filosófico, sino económico. Él no está diciendo que el socialismo es "malo", "desagradable", u otro adjetivo que apruebe o desapruebe este sistema social. Su punto es que, económicamente hablando, el sistema es intrínsicamente inferior comparado con el sistema capitalista en el cuál rigen precios monetarios que sirven de base para el cálculo económico de los agentes de la economía.
Generalmente los debates socialismo vs. capitalismo giran en torno a juicios de valor. Los socialistas acusan a los capitalistas de ser "individualistas", "egoístas", "desinteresados de los problemas de la gente pobre", etc. Los capitalistas, a su vez, acusan a los socialistas de ser "autoritarios", "resentidos", "hipócritas al predicar amor a los pobres pero enriquecerse cuando llegan al poder", etc. Estos adjetivos y calificativos pueden ser correctos o no aplicados a ambas partes, pero científicamente son totalmente irrelevantes.
De lo que se trata es de determinar objetivamente si el socialismo es superior al capitalismo o viceversa, y qué criterios debemos emplear para efectuar dicho juicio.
Mises propone centrar el análisis en un aspecto que para él (y yo coincido) es central: el aspecto económico. El socialismo, como ideal, puede ser perfecto e inmaculado, pero ¿es realizable? ¿Cómo funciona económicamente una sociedad socialista?
En este punto (y esto es algo que muchos socialistas pasan por alto) vale la pena acotar que Carlos Marx y Feredico Engels nunca explicaron cómo funcionaría la sociedad comunista. Se limitaron a analizar el capitalismo, y concluir que invitablemente él llevaría (debido a sus contradicciones internas) a una sociedad sin clases. Pero nunca explicaron como funcionaría esa sociedad (en su libro "Crítica al Programa de Gotha", Marx da algunas pinceladas en ese sentido, pero son muy escuetas y nada satisfactorias, y sobre todo, nada convincentes para un lector que no esté ideológicamente prejuiciado a favor del marxismo).
Por otro lado, la predicción de Marx presupone que el marxismo es correcto; y precisamente, esa suposición es la que es refutada en el libro de Mises que aquí comentamos (yo concuerdo con Mises sobre el marxismo; y he ofrecido mi opinión al respecto en otro post). Además, tal predicción nunca se ha cumplido, y no existe la más mínima evidencia de que se cumpla en los próximos años.
Lo anterior pareciera indicar que el "caso contra el socialismo" está cerrado, y que ya ha ganado el capitalismo. Esto puede ser verdad, pero yo no cantaría victoria tan rápido. Yo no descarto que puede formularse algún tipo de sistema socialista que no se base en las fallas teóricas y políticas del marxismo, pero que al mismo tiempo mantenga los ideales socialistas de igualdad de oportunidades, respecto al hombre por encima del "mercado", etc.
Aun cuando el capitalismo fuese superior al socialismo, esto no inmunizaría al capitalismo de sus fallas y problemas. Por ejemplo, en el ámbito de la medicina, se puede ver como el "negocio" de la salud que mantiene la industria farmacéutica provoca un sometimiento de la investigación médica limitándola a aquello que sea económicamente rentable. Este negocio de la salud se acrecienta y alimenta con la existencia de la enfermedad, no con su erradicación (ya que esto último acabaría el negocio).
Por tanto, dejando el asunto de la salud en manos del "mercado" (como actualmente lo está), corremos el riesgo, como humanidad, de suicidarnos, al dejar que las ganancias de unos pequeños grupos tengan preeminencia por sobre la salud de los seres humanos, en especial de los que tienen menos recursos.
El capitalismo puede ser económicamente superior al socialismo (y croe que la evidencia histórica apoya esta idea, al menos en lo que respecta a la capacidad de producir bienes y servicios), pero eso no concluye el debate. El ser humano depende de la economía, pero no se reduce a ella; y la eficacia económica no implica idoneidad moral ni ética, y la existencia de un sistema económicamente superior no supone que sea necesariamente más justo o mejor (en planos diferentes al económico, pero tan o más humanos que éste).
Por eso es que creo que el debate socialismo vs. capitalismo debe realizarse de forma franca, examinando con la mayor objetividad posible los pros y contras de cada uno, sin dejarse llevar por prejuicios emocionales o ideológicos.
Aunque yo creo que el marxismo ha sido esencialmente refutado tanto en el plano teórico como histórico-práctico (y que los movimientos neo-comunistas actuales de algunos países sudamericanos son potencialmente destructivos), me mantengo agnóstica sobre las bondades del capitalismo como la única vía posible o deseable. Yo creo en la libertad humana, pero en la de todos, no solamente en la de quienes tengan más capital o más poder económico.