martes, 7 de abril de 2009

Rupert Sheldrake y la telepatía por teléfono



Una experiencia común que mucha gente refiere es que conoce, con antelación, qué persona está llamado a su teléfono. En principio, esto no tiene nada de extraordinario, si tomamos en cuenta los siguientes hechos:

1)Generalmente, nuestro círculo de amigos está compuesto por un número determinado de personas. Por tanto, es probable que quien nos llame sea uno de ellos, es decir, que las probabilidades de acertar aumentan en la medida en que se reduce, determina y especifica el número de personas potenciales que puede llamarnos.

2)De entre ese grupo de amigos, somos más cercanos a unos que a otros; por tal motivo, esto aumenta la probabilidad de que si alguien me llama, yo pueda en muchos casos acertar quien podría ser (tomando en cuenta factores como la hora de la llamada, etc.)

Debido a ambas razones, uno puede explicar perfectamente la mayoría de los casos en que acertamos identificar quien nos llama al teléfono, sin necesidad de considerar alguna explicación como la telepatía (o transferencia directa del pensamiento, por vía extra-sensorial o fuera de los sentidos normales).

El problema es que no todos los casos pueden ser fácilmente explicados de esa forma; y son estos casos los que sugieren que podría existir algún mecanismo paranormal en el proceso de identificación de quien nos llama. Algunos ejemplos:

1)Una persona B tiene muchos años (10 o 15 años) sin ver a la persona X. Un buen día, al llamado de su teléfono, la persona B tiene la extraña convicción de que quien está llamado es la persona X; y cuando coge el teléfono constata, para su sorpresa, que se trató efectivamente de la persona X (la sopresa se produce por la tremenda "coincidencia" de estar seguro que era X, y no otra persona, la que efectivamente llamaba).

2)Una persona B está intensamente pensando en la persona X (que tiene muchos años sin ver o saber nada de ella). En el momento en que está pensando en ella (pensamiento que no es frecuente en la persona B, sino un hecho aislado), suena el teléfono, y es la persona X (quien muchas veces también refiere "estaba pensando mucho en tí, y decidí llamarte").

Estos casos, debido a lo improbable de su ocurrencia, permiten suponer que algo más que simple coincidencia o casualidad ha causado esa experiencia. Sin embargo, la sola suposición de ello no es suficiente, porque los eventos improbables también ocurren a veces.

Es por esto que se requieren estudios científicos, que permitan controlar las variables, y mediante el correspondiente análisis estadístico, determinar si el fenómeno puede ser explicado como una simple casualidad; o si por el contrario, la casualidad no es la explicación (lo que implica que la explicación tiene que ser otra, paranormal o no).

Esto es lo que el biólogo Rupert Sheldrake ha hecho desde hace varios años. Su investigación sugiere que, algunos casos de identificación de la persona que nos llama al teléfono no son explicables en términos de una simple casualidad; y esto abre la puerta a otras hipótesis que expliquen el fenómeno (como la hipótesis de la telepatía).

Pueden leer el artículo de Sheldrake traducido al español aquí; y otros artículos en inglés sobre sus investigaciones en telepatía (incluyendo telepatía por e-mail) pueden verse aquí.

Una palabra final es pertinente: Algunos críticos señalan que estos experimentos no demuestran la telepatía, porque lo único que indican son anomalías estadísticas.

El problema con esta crítica, es que tergiversa el objetivo de la investigación. Justamente, lo que se trata de determinar con el experimento es si una "anomalía estadística" (que produzca resultados por encima del azar) es replicable y reproducible, ya que eso es lo descarta que el fenómeno se deba únicamente al azar (la hipótesis del azar predice que los resultados de la investigación serán consistentes con la idea que el fenómeno es pura casualidad, es decir, que estadísticamente coincide con lo que cabría esperar por azar; como consecuencia de ello, esta hipótesis sería refutada si los resultados son SUPERIORES a lo que cabría esperar por azar; y por el contrario, sería confirmada si los resultados se muestran dentro del rango de lo que cabría esperar por el puro azar).

Es por esto que lo que se necesita es evidenciar, experimentalmente, que los resultados son reproduciblemente superiores a lo que cabría esperar por puro azar, para que la hipótesis del azar sea refutada. Pero como lo que se está investigando es la hipótesis de la telepatía por teléfono, y esta hipótesis predice que los resultados serán superiores al azar, la evidencia experimental confirma la predicción de la hipótesis de la telepatía ("confirma" no significa en este contexto que "prueba defintivamente" que la telepatía es la causa; solo que la evidencia es consistente con la predicción de la hipótesis investigada, y por tanto justifica la conclusión científica de que, al menos en los casos investigados, la explicación puede ser realmente la telepatía).

Para una mayor profundización en en uso de los métodos estadísticos y su análisis en parapsicología experimental, véase el libro de Dean Radin "The Conscious Universe", y también "Entangled Minds" (el primero mucho más técnico y orientado a la evidencia de laboratorio que el segundo; este último, más reciente, más fácil de leer, menos técnico y con especial énfasis en los aspectos teóricos de la parapsicología).