El conocido filósofo, ya fallecido, C.J. Ducasse ha sido uno de los pocos filósofos académicos interesados en el estudio de la evidencia que sugiere que la conciencia sobrevive a la muerte del cuerpo físico. Este tema ha sido tratado tradicionalmente desde una perspectiva religiosa, y es por esto que muchos científicos creen que estudiar este tema es propio de gente creyente en dogmas de fe, o de personas supersticiosas o ignorantes; por eso, se considera algo no digno de estudio o reflexión seria. Esta posición negativista hacia este tema ha sido reforzada por la implantación del paradigma materialista en gran parte de la academia contemporánea; siendo tal paradigma radicalmente hostil (por razones filosóficas) a la posibilidad de la supervivencia de la conciencia (de hecho, esta posibilidad queda explícitamente negada en tal paradigma, por lo que investigarla sería perder el tiempo en "oscurantismos", "supersticiones" o "supercherías").
Sin embargo, los lectores de esto blog ya conocen que algunos científicos y filósofos que no están necesariamente limitados por el paradigma materialista han estudiado e investigado directamente los fenómenos que sugieren que la conciencia no se limita al cerebro, sino que lo trasciende (aunque interactúe con él durante la vida del cuerpo físico). En el pasado, algunos fílósofos de prestigio se interesaron fuertemente por este tema, siendo William James uno de los ejemplos más conocidos de un científico y filósofo prestigioso que dedicó bastante tiempo y esfuerzo intelectual a esta cuestión (ver por ejemplo su artículo On Mediumship o sus reflexiones en la conferencia "Human Immortality: Two Supposed Objections to the Doctrine").
Yo leí hace un tiempo el libro de C.J.Ducasse titulado "A critical examination of the belief in a life after death", pero este es el tipo de libros que no se captan completamente en la primera lectura, sino que requiere de re-lecturas cuidadosas, las cuáles siempre estimulan nuevas ideas que no habíamos contemplado en lecturas previas. Afortunadamente ahora el libro se encuentra disponile en línea, y puede ser leído por cualquiera.
Ducasse analiza los diversos aspectos relacionados con la posibilidad e imposibilidad teórica de que la conciencia sobreviva a la muerte, y comenta algunas de las evidencias a favor de esta posibilidad. Dedica un especial análisis crítico del libro del filósofo marxista y estalinista Corliss Lamont titulado "The Ilussion of Inmortality" (cuyo título ya refleja la opinión del estalinista Lamont sobre la supervivencia... hay que recordar que el marxismo se basa en el materialismo dialéctico que, como doctrina materialista, niega la posiblidad de la supervivencia e interpreta siempre como fraudulenta, pseudocientífica, defectuosa y falaz cualquier investigación que apunte o sugiere que la supervivencia de la conciencia es posible o que efectivamente existe; por lo que el materialista siempre forzará y aceptará "otras explicaciones" por más infudadas o gratuitas que fuesen para explicar la evidencia concreta, antes que aceptar que la conciencia trasciende el cerebro material, ya que aceptar esto último destruiría completamente su cosmovisión) .
El lector que busque evidencias sobre la supervivencia no las encontrará en el libro de Ducasse, ya que como dijimos, ese libro es filosófico, no científico. Para un estudio riguroso, científico y actualizado de la mejor evidencia, ya he recomendado el libro del psicólogo David Fontana "Is there an Afterlife?". Este libro debería leerse y estudiarse rigurosamente antes que cualquier otro, porque trata en una forma objetiva, sin excesos ni sesgos, los datos, argumentos y evidencias que rodean este tema.
Pero los que quieran reflexionar filosóficamente, con una mente rigurosamente crítica pero a la vez abierta (es decir, no cerrada ni sesgada por dogmas ideológicos o creencias filosóficas que se arroguen para sí el monopolio exclusivo de "la verdad"), encontrarán en el libro de Ducasse muchas ideas y conceptos que estimularán su inteligencia y reflexión crítica, y los motivarán a buscar más información al respecto.
Con estos elementos en mano, cada uno podrá llegar a sus propias conclusiones personales sobre este tema.
Sin embargo, los lectores de esto blog ya conocen que algunos científicos y filósofos que no están necesariamente limitados por el paradigma materialista han estudiado e investigado directamente los fenómenos que sugieren que la conciencia no se limita al cerebro, sino que lo trasciende (aunque interactúe con él durante la vida del cuerpo físico). En el pasado, algunos fílósofos de prestigio se interesaron fuertemente por este tema, siendo William James uno de los ejemplos más conocidos de un científico y filósofo prestigioso que dedicó bastante tiempo y esfuerzo intelectual a esta cuestión (ver por ejemplo su artículo On Mediumship o sus reflexiones en la conferencia "Human Immortality: Two Supposed Objections to the Doctrine").
Yo leí hace un tiempo el libro de C.J.Ducasse titulado "A critical examination of the belief in a life after death", pero este es el tipo de libros que no se captan completamente en la primera lectura, sino que requiere de re-lecturas cuidadosas, las cuáles siempre estimulan nuevas ideas que no habíamos contemplado en lecturas previas. Afortunadamente ahora el libro se encuentra disponile en línea, y puede ser leído por cualquiera.
Ducasse analiza los diversos aspectos relacionados con la posibilidad e imposibilidad teórica de que la conciencia sobreviva a la muerte, y comenta algunas de las evidencias a favor de esta posibilidad. Dedica un especial análisis crítico del libro del filósofo marxista y estalinista Corliss Lamont titulado "The Ilussion of Inmortality" (cuyo título ya refleja la opinión del estalinista Lamont sobre la supervivencia... hay que recordar que el marxismo se basa en el materialismo dialéctico que, como doctrina materialista, niega la posiblidad de la supervivencia e interpreta siempre como fraudulenta, pseudocientífica, defectuosa y falaz cualquier investigación que apunte o sugiere que la supervivencia de la conciencia es posible o que efectivamente existe; por lo que el materialista siempre forzará y aceptará "otras explicaciones" por más infudadas o gratuitas que fuesen para explicar la evidencia concreta, antes que aceptar que la conciencia trasciende el cerebro material, ya que aceptar esto último destruiría completamente su cosmovisión) .
El lector que busque evidencias sobre la supervivencia no las encontrará en el libro de Ducasse, ya que como dijimos, ese libro es filosófico, no científico. Para un estudio riguroso, científico y actualizado de la mejor evidencia, ya he recomendado el libro del psicólogo David Fontana "Is there an Afterlife?". Este libro debería leerse y estudiarse rigurosamente antes que cualquier otro, porque trata en una forma objetiva, sin excesos ni sesgos, los datos, argumentos y evidencias que rodean este tema.
Pero los que quieran reflexionar filosóficamente, con una mente rigurosamente crítica pero a la vez abierta (es decir, no cerrada ni sesgada por dogmas ideológicos o creencias filosóficas que se arroguen para sí el monopolio exclusivo de "la verdad"), encontrarán en el libro de Ducasse muchas ideas y conceptos que estimularán su inteligencia y reflexión crítica, y los motivarán a buscar más información al respecto.
Con estos elementos en mano, cada uno podrá llegar a sus propias conclusiones personales sobre este tema.