viernes, 27 de febrero de 2009

Carlos de Castro Carranza: El año de Darwin y Lovelock. 1ª parte: Hipótesis Gaia y teoría Gaia

El año de Darwin y Lovelock

1ª parte: Hipótesis Gaia y teoría Gaia

Carlos de Castro Carranza

La intuición de que la Tierra es un ente vivo ha circulado y permeado casi todas las culturas en algún momento.

En muchas culturas de cazadores-recolectores, el animismo, la idea de que todo lo que nos rodea está vivo (y tiene alma), es muy frecuente. Incluso la idea de que el conjunto del cosmos es una entidad viva es bastante común. No sólo merecen respeto los animales y las plantas, sino el todo, que se identifica como un ser vivo.

En la antigüedad de nuestra cultura (la que hoy llamamos occidental) romanos y griegos dan un carácter de diosa a Gea o Gaia, la madre Tierra.

Así, Tales de Mileto compara a la Tierra con un animal. Y para Anaximandro y Pitágoras la Tierra es un organismo.

La idea no muere en el Renacimiento: Para Gilbert (1600), redescubridor de la brújula, la Tierra es un organismo con una especie de instinto de supervivencia. Y Kepler, el astrónomo, la trata en sus escritos como si estuviese viva.

Sigue viva en el modernismo y el romanticismo. Los alquimistas (entre ellos Newton), no descartan incluso que el Cosmos entero sea un ente vivo.

Y para los románticos, sobre todo alemanes (Goethe, Beethoven -la 6ª sinfonía-, Hutton, Humboltz...) la vida se sublima a cotas tan altas que mantienen esta idea, aunque el ser humano sea el organismo capaz de lo mejor (y de lo peor).

Concretamente Hutton propone crear una nueva ciencia: la Geofisiología (fisiología de la Tierra) y trabaja con la idea de la Tierra como un superorganismo.

Suess acuña el término Biosfera que luego utilizará Vernadsky en ideas científicas que preceden a las ideas de la hipótesis Gaia de Lovelock.

En el fondo, a partir del Renacimiento, lo que se separan son dos visiones distintas del mundo, el organicismo (la visión orgánica de las cosas) que es la visión antigua y que perdura aún hoy, frente al mecanicismo, que es la visión que surge paulatinamente con el avance tecnocientífico y la Revolución Industrial.

Los primeros autores cabalgaban en las dos visiones del mundo simultáneamente: Por ejemplo, Kepler y Newton en las ciencias físicas, y luego Lamarck y Darwin, en las biológicas, no dejan de avanzar en la metáfora mecánica del mundo pese a que no abandonan nunca la visión orgánica.
En el siglo pasado y lo que llevamos de éste, la visión mecánica no ha hecho más que avanzar en detrimento aparente de la visión orgánica.

En las ciencias biológicas, el neodarwinismo triunfa y tan sólo visiones no científicas -como el creacionismo religioso, la interpretación más o menos literal de la Biblia- parecen oponerse a él.
Sin embargo, a principios de siglo XX, Vernadsky asienta las bases científicas de la visión que luego -sin saberlo- expandirá Lovelock.

Para Vernadsky:

La biosfera proporciona entornos adecuados para la existencia de la vida.
La vida no es un desarrollo accidental de la superficie terrestre, sino que está íntimamente relacionada con sus propiedades y forma parte de sus mecanismos.

Son estos mecanismos que desarrolla en la superficie terrestre los que le permiten sobrevivir. La vida se necesita así misma para mantenerse viva.

Hipótesis Gaia de Lovelock

A finales de los años 1960, James Lovelock trabajaba para la NASA en el problema de llevar un aparato para detectar la vida en Marte. Dándole vueltas a la idea se dio cuenta de que Marte no podría tener abundancia de vida, pues si fuera así, su mera presencia modificaría las propiedades del entorno radicalmente; por ejemplo, la atmósfera sería diferente a la que poseía Marte o cualquier otro planeta salvo la Tierra. La Tierra tiene concentraciones de gases muy alejadas del equilibrio químico, como el oxígeno, que es muy reactivo y debería desaparecer si no fuera precisamente por la presencia de vida. Como la atmósfera de Marte era químicamente prácticamente inerte -en equilibrio-, la conclusión de Lovelock era que en Marte no podía existir vida, salvo en trazas. A la NASA no le gustó la idea (que dejaba sin "propaganda" las misiones a Marte).

Pero a Lovelock le sirvió para profundizar en la idea de la notable influencia de la vida sobre el planeta Tierra. Sus ideas las empezó a discutir con todo el mundo, alguien le sugirió el nombre de Gaia (un premio nobel de literatura) y Lynn Margulis y Carl Sagan le hicieron caso.
Tras muchos esfuerzos, Margulis y Lovelock consiguen publicar dos artículos en dos revistas científicas, en los que presentan la hipótesis Gaia:

• Existe una homeostasis (~regulación) de la atmósfera por y para la biosfera.
• La vida regula el clima y la composición de la atmósfera en un óptimo para ella misma.
• La vida controla todo su entorno, los organismos pertenecen a un organismo mayor que es Gaia

Y luego vinieron las controversias.

Gracias a las críticas, la hipótesis de Lovelock dejó de pasar desapercibida.

Las ideas de Lovelock despertaron un interés en varios autores neodarwinistas. Citemos algunas críticas a la teoría:

Doolittle:

Los organismos inconscientes no pueden planificar y prever conscientemente para regular el planeta, como si negociaran cada año el próximo clima y composición atmosférica.

Dawkins:

La hipótesis es incompatible con la selección natural darvinista. La regulación planetaria no puede haber evolucionado ya que la unidad de selección no es la biosfera sino los organismos. Gaia necesita no sólo relaciones cooperativas por parte de sus organismos sino que necesita luchar y sobrevivir y reproducirse con otras gaias para evolucionar. Si Gaia es un organismo sólo puede surgir de la selección natural y para ello se necesitaría una lucha por la existencia contra otros planetas.

Maynard-Smith:

Existe una dificultad insalvable entre la optimización local de los organismos en su lucha por la existencia y la optimización global de la biosfera por parte de individuos egoístas. Gaia parece implicar un altruismo en los organismos, una cooperación en todos los niveles y escalas hasta llegar al propio planeta. Desde el neodarwinismo esto parece imposible.

En definitiva, no gustaba la idea orgánica que inspiraba la hipótesis Gaia.

Lovelock no dejaba claro si su visión de Gaia como un organismo era una simple metáfora o una realidad. En el primer caso, no gustaba, en el segundo, la idea era frontalmente rechazada.
Las críticas de Doolittle y otros se centraban en la idea de que Gaia parecía un organismo teleológico (con fines y propósitos), algo que para una visión mecanicista del mundo resulta intolerable, es, se afirma, acientífico.

Lovelock trata primero de defenderse, pero luego, poco a poco va cediendo terreno y termina modificando sustancialmente su hipótesis. La reelabora, y la llama ahora Teoría Gaia.

Lovelock responde a las críticas con varios frentes:

1. Gaia, como organismo, es sólo una metáfora útil (como puede serlo el "gen egoísta" de Dawkins)
2. Gaia no es un ser teleológico (según Lovelock nunca pretendió decir que lo fuera)
3. Gaia es consistente con el neodarwinismo, es una extensión de él
4. Gaia funciona de forma análoga al modelo Daisyworld
o Daisyworld regula la temperatura y no es teleológico
o La regulación del planeta entero puede emerger de la competición entre margaritas

En definitiva:

Gaia es el sistema homeostático que emerge de la interacción entre la biota y la biosfera y cuyo resultado son estados que permiten la permanencia de la vida.

Más información: “El Origen de Gaia. Una teoría holista de la evolución”. Editorial Abecedario. 2008. Carlos de Castro Carranza

Máximo Sandín: Darwin, las ideas dominantes y los que dominan (octava entrega)

DARWIN, LAS IDEAS DOMINANTES Y LOS QUE DOMINAN

Octava entrega: ¿CONTROL HIPNOPÉDICO?

Máximo Sandín

"La ciencia es peligrosa; hemos de tenerla cuidadosamente encadenada y amordazada." Aldous Huxley. “Un mundo feliz

Como tengo la impresión de que en las últimas entregas he podido abusar de la capacidad de imaginación de mi amigo el lector, intentaré darle un respiro. En este caso, voy a ser yo el que de rienda suelta a la imaginación para premiar a mi amigo por su paciencia con una especie de entretenimiento. Unas disquisiciones inconexas con las que pasar el rato, pero a las que no se debe conceder demasiado crédito.

Primera disquisición: Algunas características del “Mundo feliz” en el año 700 depués de Ford: Los miembros de esa sociedad se hacen “in Vitro”, por manipulación genética, fabricados en serie. La sociedad está dividida en castas, en orden de categoría (que implica inteligencia, habilidades, capacidad emocional, atractivo físico, etc.). Esas castas son: Los Alfa, que son los individuos más inteligentes, y su papel consiste en ocupar cargos de dirección en la “tecnópolis”.

La casta siguiente son los Beta, que también cuentan con una inteligencia avanzada, pero menos que la de los Alfa. Su trabajo consiste en hacer tareas complicadas, pero que no requieren tanta agudeza como las de los Alfa. Los siguientes, los Gammas, no son muy inteligentes, y su misión es normalmente realizar trabajos cualificados de un nivel medio. En cuarto lugar se encuentran los Deltas, individuos de escasa inteligencia que son mano de obra en fábricas y apenas se interesan por ningún asunto. Por último se encuentran los Epsilones, humanos estúpidos con inteligencia casi animal y sin capacidad alguna de razonar que realizan las tareas más sencillas en la comunidad: servir a las demás castas y los trabajos más degradantes. La diversión y el tiempo de ocio de los ciudadanos están controlados, así como las creencias por medio del “control hipnopédico”, para el que hay especialistas en “frases hipnopédicas”: "Sesenta y dos mil cuatrocientas repeticiones hacen una verdad."

Segunda disquisición: Algunos datos históricos: Thomas Henry Huxley y Sir Joseph Dalton Hooker, los protectores de Darwin y principales responsables de la consagración científica de éste, eran, al igual que el propio Darwin y Sir Francis Galton, primo de éste, eugenistas. Galton, convencido, al igual que Darwin, de la herencia tanto de las virtudes como de los vicios, promueve una eugenesia "positiva", es decir, a través de matrimonios selectivos privilegiando aquellos entre los elementos más inteligentes de la sociedad. El paso de la eugenesia "positiva" a la "negativa", es decir, la prohibición de reproducirse de los débiles y los imperfectos, es postulado por Leonard Darwin (1850-1943), hijo de Charles y sucesor de Galton en la dirección de la Sociedad Eugenésica, que el mismo Galton había fundado en 1907. Estas tesis del uso de la fuerza para impedir la reproducción de los genes "inadecuados" tienen su aplicación hasta fechas muy recientes en distintos momentos y diferentes países de los que hablaremos más adelante. Pero siguiendo con nuestra historia, Huxley y Hooker, junto con algunos personajes poderosos del mundo de la ciencia, fundan el X-Club, que fue criticado por ejercer un excesivo control sobre la ciencia de su época (Huxley y Hooker fueron los fundadores de la revista Nature). El X-Club se desvaneció en la sombra, al menos aparentemente, a la muerte de los fundadores, pero las sociedades eugenésicas y sus intenciones han seguido en pie, a veces bajo nombres que no se asocian a sus actividades y apoyadas por fundaciones cuyas denominaciones suenan a dinero. El de los apellidos representantes de las grandes fortunas mundiales.

Tercera disquisición: Los proyectos para el futuro: Una de estas fundaciones (quizá la de nombre más sonoro) creó la disciplina de la “ingeniería genética” en un intento de reducir la vida humana a "secuencias de genes definidoras" con la intención de poder ser modificadas para cambiar a voluntad las características humanas. También fue promotora de “la revolución verde” y de los cultivos transgénicos, los “agronegocios” del monocultivo industrializado que pretenden el control, por unas pocas multinacionales, de la alimentación mundial. El último proyecto, también en las mismas manos, es el proyecto Svalbard. La creación del banco subterráneo de semillas en Noruega, bajo unas condiciones de seguridad propias de la ciencia ficción. “La cámara del día del juicio final” de Svalbard tendrá capacidad para albergar cuatro millones y medio de semillas diferentes. Y aquí vienen las preguntas, en este caso unas “autopreguntas” de las que libero al lector: Cuando los científicos más prestigiosos hablan de que “cambiando los genes se conseguirá gente más inteligente”, o “vivir doscientos años”, o que “se conseguirá clonar personas”… ¿han pensado a qué personas se refieren? ¿a toda la Humanidad? Cuando aseguran que los cultivos transgénicos se utilizan para luchar contra el hambre en el Mundo, cuando repiten machaconamente “frases hipnopédicas” ¿es por simple rutina o desconocimiento, o saben lo que están haciendo? Y, finalmente, ¿se inventó realmente Aldous Huxley, nieto de Thomas Huxley la novela “Un mundo feliz”?

Absurdo. Demasiado fantasioso.

Nota:

La séptima entrega puede leerse aquí; la sexta aquí; la quinta aquí; la cuarta aquí; la tercera aquí; la segunda aquí y la primera aquí.
-ZC

viernes, 20 de febrero de 2009

Lucha de Clases y Marx: un análisis crítico de una idea fundamental del marxismo

La idea de la "lucha de clases" es central para el marxismo. Yo no he encontrado una definición concreta de "clase" en los textos de Marx o Engels, pero hay un aspecto que sí parece esencial en ese concepto: las clases se determinan en relación con el lugar que se ocupa respecto a la propiedad sobre los medios de producción (ej: instrumentos de producción, como máquinas, etc.), es decir, en términos de si se poseen o no los medios de producción.

La lucha de clases sería entonces una pugna entre los intereses de las personas que, agrupadas según la posición que tengan en las relaciones de producción, pertenecen a "bandos" distintos, tales como capitalistas vs. proletariado, etc. En palabras de Marx y Engels (en su "Manifiesto del patido comunista": "Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad , es una historia de luchas de clases.

Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes"

Hay varias cosas que indicar aquí:

-Es imposible que toda "toda la historia de la sociedad humana hasta la actualidad" sea una historia de lucha de clases, por la simple razón de que el primer tipo de sociedad humana (según el marxismo) el llamado "comunismo primitivo", no estaba dividido en clases, y por ende no era posible lucha alguna entre clases que eran inexistentes. Pero esta es una objeción menor, porque no anula el que la lucha de clases haya podido existir en las sociedades que siguieron al comunismo primitivo.

-Contrario a la creencia de algunos, la "lucha de clases" no es una idea original de Marx. En una carta fechada el 5 de marzo de 1853 dirigida a J. Weydemeyer, Marx admite esto explícitamente cuando escribe: "Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases..."

Se ve entonces que Marx no "descubrió" la lucha de clases, sino que esa idea ya existía. Él solo aportó tres ideas nuevas sobre tal concepto (más abajo las analizaremos críticamente).

-Filosóficamente, la lucha de clases es la expresión social de una de las leyes de la dialéctica marxista, en concreto, la ley llamada "Unidad y lucha de los conntrarios". Grosso modo, esta ley metafísica (que es tal por referirse a la naturaleza de la realidad o de la existencia, y por ende aplica a todos los fenómenos y procesos de la realidad) indica que los fenómenos reales son movidos por fuerzas opuestas (dialécticas), que tiene la siguiente forma: tesis-antítesis-síntesis.

La tesis pugna contra la antítesis, y da lugar una síntesis (que resuelve la pugna, incorpora algunos de los elementos de la tesis y la antítesis, pero supera a ambas en un nivel mucho más desarrollado). Esto por supuesto es una explicación breve y muy simple, que requeriría una análisis más detallado. Pero para los propósitos de este post, es suficiente.

Aplicada a la sociedad, esta concepción considera que las contradicciones internas (dialécticas) del capitalismo, dará lugar a una nueva sociedad (la sociedad comunista "superior", en las cuáles desaparecerán las clases sociales... esto previo a una dictadura del proletariado, que será un proceso necesario de transición).

Hay que enfatizar que la sociedad comunista, desde el punto de vista de Marx, es "superior" porque se trata de una fase posterior en el desarrollo de la sociedad, de acuerdo a las leyes del marxismo, lo que quiere decir que es un sistema económica y socialmente más desarrollado. Es decir, no se trata de una "superioridad" en sentido moral (aunque todos los marxistas coincidirían en que una sociedad así sería más justa que una capitalista), sino de una superioridad en sentido dialéctico. (Hay que recordar que para Marx, la "moral" no es algo absoluto, sino algo relativo a la evolución de cada tipo de sociedad; él incluía a las ideas morales en la "superestructura ideal" de determinadas sociedades). Solo un apego ideológico al socialismo, un prejuicio irracional, o un resentimiento hacia el capitalismo (resentimiento que puede estar o no justificado en la vida de cada persona, pero que en cuanto resentimiento, es en sí mismo una postura emocional que tiende a cegar la razón) puede impedir ver las fallas obvias del marxismo, mediante racionalizaciones o justificaciones a posteriori de cualquier defecto que tenga. (Lo mismo aplicaría a los que defienden a ultranza al capitalismo, sin ver defectos o fallas algunas en él; pero en este momento estamos analizando solo un aspecto concreto del marxismo)

Esto muestra lo absurdo de la pretensión de algunos comunistas, que pretenden (o pretendieron) imponer el socialismo/comunismo arbitrariarmente, sin comprender que (desde el punto de vista marxista), el comunismo es una consecuencia histórica inevitable del desarrollo pleno del capitalismo, no una ideología que se pueda imponer por voluntad de un grupo particular (irónicamente, el mismo Marx fue un activista político, co-autor del Manifiesto Comunista, y miembro y fundador de la Internacional Socialista, lo que inmediatamente nos hace preguntar: Si el comunismo es históricamente inevitable, ¿por qué molestarse tanto en que se produzca? ¿Y por qué, a pesar de todos los esfuerzos, no se ha producido como Marx predijo; y los que se han producido (caso Revolución rusa o cubana) no son sistemas económicamente superiores al capitalismo?)

-Volviendo a al punto sobre la dialéctica, si la lucha de clases es la expresión social de una ley filosófica (unidad y lucha de los contrarios) que es el "motor del cambio" de todo proceso o fenómeno real, ¿qué "motor de cambio" tendrá la sociedad comunista "superior" que, por definición, no puede tener una lucha de clases al no existir clase alguna?

Ante esta pregunta, puede responderse:

-La socidad comunista no cambiará, ella constituye el fin de la evolución social: Dudo mucho que algún marxista enterado sostenga esta idea, porque ella sería contraria a la dialéctica que, como filosofía, no concibe nada como estático, sino más bien como un cambio constante (cambio que, como hemos dicho, se produce en virtud de las leyes dialécticas).

-La sociedad comunista cambiará, pero se desconoce hacia qué otro tipo de organización social: Esta explicación parece más verosímil como respuesta marxista; pero es insatisfactoria, ya que precisamente las leyes de la dialéctica (si son correctas), deberían permitirnos predecir qué "síntesis" superará al comunismo. Al fin y al cabo, el comunismo como lo planteó Marx nunca se ha producido, pero eso no le impidió (a él y sus seguidores) "predecir" que lo que pasaría en la era post-capitalista...

Por otra parte, si el comunismo es una fase temporal, destinada (como cualquier otra organización social) a ser superada por el propio devenir histórico, ¿por qué los marxistas se consideran "socialistas" y "comunistas"? ¿Por qué se definen a sí mismos en función de una fase históricamente temporal? ¿Por qué eligen definirse en función de esa fase concreta, y no de otra posterior? ¿Por qué no calificarse de "post-comunistas"? Esto último parece indicar que los marxistas, en la práctica, consideran al comunismo como el sistema más deseable, pero ya hemos visto que esto contradice la propia filosofía marxista, que no concibe la sociedad como algo estático.

Otra respuesta sería que hay que definirse como "comunista" porque el comunismo es la fase que viene con posterioridad al capitalismo. Pero esa respuesta es insatisfactoria, puesto que ello implicaría que cuando se haga realidad el mundo comunista, entonces los marxistas tendrían que de que definirse como "post-comunistas" y así sucesivamente en cada fase histórica.

Esto nos hace sospechar que realmente el socialismo/comunismo se ve como "el mejor ssistema" (lo que ya supone una valoración ética, que según el marxismo es "ideal"), y que la teoría marxista se formuló con la finalidad de "justificar teóricamente" la necesidad histórica (en virtud de supuestas leyes inexorables) del comunismo (cuando se estudia la vida de Marx, uno encuentra que él era socialista desde el comienzo, no después de "descubrir" que el comunismo era inevitable..). En otras palabras, el socialismo no solo es el mejor sistema, sino algo inevitable que algún día vendrá nos guste o no. (El carácter asi religioso y mesiánico de esta idea parece evidente a cualquier estudioso crítico; pero aquí no analizaremos ese aspecto, porque lo consideramos algo irrelevante sobre si el marxismo es verdadero o no, que es lo verdaderamente importante y sustancial)

Comentario a las tres ideas de Marx sobre la lucha de clases:

Como vimos, Marx no descubrió la lucha de clases, sino que aportó 3 ideas adicionales a esa concepción. Aquí las analizaremos brevemente:

1)Que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción

Este "descubrimiento" explicaría que en el comunismo primitivo, y en el comunismo post-capitalista, la existencia de clases no es necesaria (porque las clases son existen en "determinadas" fases históricas de la producción, no en todas las fases históricas). Pero esto contradice la idea del "Manifiesto Comunista" de que "toda la historia de la sociedad" es una historia de lucha de clases.

Yo creo que de las 3 ideas de Marx sobre la lucha de clases, esta es la más defendible. Pienso que un examen objetivo de la realidad ciertamente revela que ha habido un conflicto, latente o manifiesto, entre los grupos que poseen los medios de producción y los que no lo poseen. Pero de allí concluir que es ese conflicto de clases (y no otro factor) el que conduce al comunismo (ver el siguiente punto) es un salto que no está objetivamente justificado (excepto dentro del propio marximo).

Pero no se puede afirmar que este conflicto de clases se deba solo a una cuestión estructural de la sociedad (cuestión que puede ser una condición necesaria, pero no suficiente), sino que también hay factores psicológicos que determinan esa conflictividad. Que un obrero sea socialista, y odie el capitalismo, obedece casi siempre más a factores personales (producido por su situación de pobreza, por ver a otros con más recursos, por carecer él y su familia de bienes materiales, etc.) que por una "conciencia revolucionaria" propiamente dicha.

Prueba de eso es que mucha gente de clase media, que no poseen medios de producción (y que no son capitalistas, sino que más bien trabajan por un sueldo), pero que viven bien, han estudiado en buenas universidades, viven con comodidad, tienen buenos empleos, etc. casi nunca se autocalificarán de "comunistas" o "revolucionarios". Y muchos de ellos son abiertamente liberales. Técnicamente, en el sentido marxista, esta gente de clase estaría siendo explotada también; pero como viven bien y están más o menos cómodos y felices, difícilmente puedan desear "acabar con el capitalismo" o enfrascarse en una violenta lucha revolucionaria armada.

Por otro lado, hay capitalistas y empresarios que son socialistas y comunistas (Engels fue un ejemplo).

Todo esto prueba que la relación entre pertenecer a una clase social y poseer la "conciencia de clase" correspondiente, no es necesaria, solo contingente (aun cuando en la práctica, tienda a coincidir la clase a la que se pertenece con la "conciencia" de clase respectiva; pero esto último es un hecho que puede ser explicado por la psicología social, sin necesidad de usar concepto marxista alguno. La psicología ha demostrado que en general el ser humano es un ser "racionalizador", más que racional... por lo que tenderá a buscar justificaciones que validen su condición, posición o ideas preconcebidas. Por supuesto, hay excepciones.)

2)Que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado

Esto no ha sido demostrado históricamente, solo afirmado como corolario de una filosofía (de entre las muchas que existe). Por ese motivo, no puede considerarse como un "descubrimiento", sino como una idea cuya confirmación ha sido frustrada hasta el día de hoy. Solo los marxistas que consideren al marxismo como "la verdad", creerán que esta idea es un descubrimiento.

Los no marxistas exigiremos evidencia histórica de esta predicción, no solo una afirmación basada en una filosofía X. (Por evidencia, no estamos pidiendo "estudios de laboratorio" o algo por el estilo; simplemente, la confirmación histórica de que la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado)

3)Que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases..."

Esta idea muestra la concepción de Marx sobre la dictadura del proletario, la cuál no es una finalidad en sí misma, sino una fase de transición entre una sociedad (la capitalista) y otra (la comunista). Sin embargo, como tal cosa nunca se ha producido, no podremos saber si es verdad o no (excepto si aceptamos el marxismo como "verdad", en cuyo caso tampoco lo sabremos, pero sí lo creeremos)

Por otro lado, en los países "comunistas", la dictadura del proletariado (representada en la práctica por la dictadura de un partido, el partido comunista, y casi siempre de un hombre o líder político) nunca ha dado paso a una "sociedad sin clases", sino más bien al surgimiento de una clase, o mejor, de un grupito de personas que, por encontrarse en el poder, disfrutan de privilegios económicos, políticos y personales que el resto de la sociedad carece.

Aunque esta es fue la idea de Marx, es la única evidencia concreta que tenemos de la influencia práctica de sus ideas en los países que han intentado "revoluciones" inspiradas en el marxismo.

Objetar que "también existen grupos privilegiados en el capitalismo" sería tonto, porque aquí no se está defendiendo el capitalismo, sino criticando al marxismo. Y no es racional justificar las fallas teóricas y prácticas (algunas de ellas letales) que las ideas marxistas han producido cuando han sido aplicadas, en base a las fallas teóricas y prácticas (algunas de ellas letales también) del capitalismo, de la misma forma que un ladrón no puede justificar su inocencia señalando que "los demás también son ladrones".

Estas son algunas ideas y pensamientos que tengo sobre este tema. Como no tengo pretensiones de poseer la "verdad", es posible que parte de lo aquí afirmado sea inexacto o incorrecto. Pero me conformaría con que al menos algunas de estas ideas puedan propiciar reflexiones, pensamientos o meditaciones en algunos de mis lectores.

Eso sería suficiente, aun si las conclusiones de ustedes son opuestas a las mías.

martes, 17 de febrero de 2009

Stefan Lanka: un virólogo alemán cuestiona la existencia del VIH







Stefan Lanka es un virólogo alemán que sostiene que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) no existe, porque los requisitos exigidos en la virología convencional no se han cumplido para aislar dicho virus, y porque existen explicaciones alternativas (mejor documentadas) que pueden explicar el SIDA sin necesidad de imaginar un virus como el VIH. Es decir, según Lanka, la ausencia de evidencia científica de tal virus, sumada a otras consideraciones (como las planteadas por Lanka en esta entrevista) lo llevan a la conclusión de que tal virus simplemente es inexistente.

Yo no tengo conocimientos especializados en biología, microbiología, virología o medicina, por lo que no puedo evaluar la verdad o, al menos, la verosimilitud de los argumentos de Lanka. Presento aquí esta información para que cada uno de ustedes pueda juzgar y formarse su propia opinión; o al menos, saber que existen científicos que cuestionan la versión oficial.

Creo que estos videos deberían complementarse con el siguiente material:

-El artículo del bíólogo Máximo Sandín sobre la función de los virus en la evolución. Aunque este artículo del Dr.Sandín no tiene nada que ver con las ideas de Lanka, su pertinencia es obvia si tomamos en cuenta que el VIH es un virus (o un presunto virus), por lo que conocer la función general que desempeñan los virus en la evolución puede ser muy útil para valorar, no solo la visión oficial sobre el VIH, sino también las ideas de Lanka al respecto.

-El artículo "La evidencia de que el VIH causa el SIDA" que defiende la versión oficial segun la cuál el SIDA es realmente causado por el VIH.

-La respuesta al artículo anterior, donde los disidentes refutan o intentan refutar los argumentos a favor de la versión oficial (este artículo se encuentra en inglés). Otro artículo que responde a la versión oficial se puede leer aquí.

-La versión que plantea Ryke Geerd Hamer y sus seguidores sobre el origen del SIDA, y que puede leerse en este blog.

-El siguiente documental sobre los científicos disidentes de la versión oficial sobre el SIDA:


lunes, 16 de febrero de 2009

El curioso caso de Benjamin Button: La excelente y más reciente película de Brad Pitt





Brad Pitt, sin duda uno de mis actores favoritos, protagoniza esta película llamada "El curioso caso de Benjamin Button" que honestamente me pareció muy buena, no solo por la originalidad de su contenido, sino por la calidad de la interpretación tanto de Pitt como del resto del elenco de actores y actrices.

Esta película ha sido nominada a 13 premios de la Academia, incluyendo Óscar al mejor actor (pienso que lo va a ganar), a la mejor película (puede que la gane también), al mejor actor y a la mejor actriz de reparto.

Aunque como he mencionado en otras ocasiones, la calidad de una película no se puede juzgar solo por la opinión de la "crítica" (ya que en última instancia, la valoración del arte, en cualquiera de sus manifestaciones, tiene una gran dosis de subjetividad), sino que cada persona debe verla y valorarla por sí misma, realmente hay películas y actores que destacan por su calidad, algo que uno puede apreciar aun si la película no es del gusto personal.

Yo pienso que esta película será valorada positivamente por la gran mayoría de personas y, como dije, es muy probable que se lleve consigo una buena cantidad de premios de la Academia (incluyendo el Óscar en algunas nominaciones).

Espero que les guste esta película.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Máximo Sandín: Darwin, las ideas dominantes y los que dominan (séptima entrega)

DARWIN, LAS IDEAS DOMINANTES Y LOS QUE DOMINAN

Séptima entrega: Sobre el origen del desastre

Máximo Sandín

Al principio de mis observaciones me parecía probable que un cuidadoso estudio de los animales domésticos y de las plantas cultivadas ofrecería la mejor probabilidad de aclarar este oscuro problema. Y no anduve equivocado; en éste y en todos los demás casos de perplejidad he encontrado invariablemente que nuestro conocimiento, por imperfecto que sea, de la variación por medio de la domesticidad, daba el mejor y el más seguro norte. Yo osaría expresar mi convicción del alto valor de estos estudios, aunque hayan sido muy comúnmente descuidados por los naturalistas”.

(Charles Darwin, Introducción a “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la existencia”).


Imagine el lector que, un día, las investigaciones sobre la Naturaleza conducen al descubrimiento de que los fenómenos que componen la vida, desde las células, los órganos y tejidos, los organismos, las especies y los ecosistemas, hasta la totalidad del ecosistema global que constituye la Tierra, están organizados en sistemas jerárquicos e interconectados cuyas propiedades y, por tanto, su evolución responden a conceptos como la Teoría General de Sistemas. Imagine que se comprueba que los seres vivos corresponden a las características de los llamados "sistemas organísmicos u homeostáticos", capaces de ajustarse (adaptarse) a los cambios externos e internos y están organizados en subsistemas que conforman sistemas de rango mayor. Y que se llega a la conclusión de que estos sistemas complejos adaptativos son muy estables y no son susceptibles a cambios en su organización porque cualquier cambio en una parte del sistema provoca ineludiblemente cambios correlativos en otras partes hasta lograr un nuevo tipo de estabilidad dinámica, pero ante un desequilibrio suficientemente grave, su respuesta puede tomar dos caminos: un derrumbe catastrófico o un salto en el nivel de complejidad porque los sistemas complejos tienen tendencia a generar patrones de comportamiento global. Y que el gran “macrosistema” que constituye la Tierra está formado por una compleja red que relaciona todos sus componentes, y que todos son necesarios para su funcionamiento. Que la vida se desarrolla en medio de unas continuas y estrechas interacciones de los organismos entre sí y con el entorno. Ahora, un esfuerzo más, para imaginar que todo esto lleva a la concepción de que la evolución es una propiedad intrínseca a la vida, que se produce como algo inevitable, como consecuencia de estas características. Sería muy bonito pensar que la Naturaleza es tan hermosa, tan impresionante como les parece a las personas que no tienen “formación” en Biología.

Pero no merece la pena que se esfuerce más. Estos serán posibles descubrimientos del siglo veinte o veintiuno. Así que regresemos a nuestra época: “El libro del que nace toda la Biología moderna”, ha sido propuesto para el galardón de “Libro del Milenio”, y su autor es considerado por las autoridades científicas como “un genio comparable a Einstein y los padres de la mecánica cuántica” o “la más alta cumbre del pensamiento humano”, entre otros calificativos no menos laudatorios. Lo que resulta pasmoso es comprobar que se ha creado un personaje mitológico del que se narran las más íntimas anécdotas vitales y hacia el que se ha instaurado una veneración que jamás se ha concedido a ningún otro de los grandes científicos o pensadores de la Historia, porque lo que se conoce de ellos es lo que realmente importa: su obra. Y sin embargo, “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la existencia”, debe de ser el libro menos leído de todos los “textos fundamentales de nuestra cultura”. Es más, he podido constatar que mis colegas más fervientemente darwinistas no han leído directamente a Darwin. Tienen bastante con lo que les han contado en los libros sobre él. También es cierto que las autoridades en la materia no parecen mostrar un gran entusiasmo en promover su lectura.

Veamos, por ejemplo, cómo nos la recomienda el prologuista de la edición española más accesible (“Origen de las especies”, AKAL, 1998): “¿Cómo se puede leer este libro? Casi todos (? ) los libros bien escritos, y éste lo es, suelen leerse desde el principio hasta el final. Pero también caben otras opciones que para algunos son más alentadoras. Puede leerse la introducción, que es un buen extracto tanto del propósito de la obra como de la explicación que se sugiere para el origen de las especies. Puede el lector pasar al último capítulo de Recapitulación y Conclusión, que ofrecerá una nueva explicación más detallada y previamente justificada”. Tras otra posibilidad, que consiste en leer sólo los resúmenes, finaliza las “instrucciones de uso” con una desganada opción: que se lea completo (curiosa forma, por cierto, de leer un libro “fundacional”) con un imperativo “¡léelo!” que, después de lo recomendado, produce la impresión de estar emitido con un hilo de voz. Sigamos pues, las instrucciones. Pero como limitarnos a la introducción (cuyo contenido fundamental ya ha sido transcrito) parece una renuncia a enriquecernos con sus geniales ideas, llegaremos hasta el primer capítulo y dejaremos para más adelante la lectura de su parte “menos recomendable”.

Capítulo primero. Variación en estado doméstico.
Causas de la variabilidad. Cuando comparamos los individuos de la misma variedad o subvariedad de nuestras plantas desde hace mucho tiempo cultivadas y de nuestros animales domésticos más antiguos, uno de los primeros puntos que nos extraña es que generalmente difieren más unos de otros que los individuos de cualquier especie o variedad en estado natural. Y si reflexionamos sobre la vasta diversidad de plantas y animales que han sido respectivamente cultivadas y domesticados y que han variado durante todas las edades bajo la influencia de los climas y tratamientos más diferentes, nos vemos obligados a concluir que esta gran variabilidad es debida a que nuestras producciones domésticas se han formado en condiciones de vida menos uniformes y en algún tanto diferentes de aquellas a las cuales ha estado expuesta la especie madre en la naturaleza. Hay también alguna probabilidad en la opinión adelantada por Andrew Knight, de que esta variabilidad pueda tener alguna conexión con el exceso de alimento”. Etc.

Efectos del hábito y del uso y desuso de las partes. Variación correlativa.- Herencia. Hábitos cambiados producen un efecto heredado, como el período de florecimiento de las plantas cuando se las transporta de un clima a otro. En cuanto a los animales, el uso o desuso de las partes ha tenido una influencia más marcada; así, encuentro en el pato doméstico que los huesos del ala pesan menos y los huesos de la pata más en proporción a todo el esqueleto, que lo que pesaban los mismos huesos del pato salvaje; y este cambio puede atribuirse sin riesgo de equivocarse, a que el pato doméstico vuela mucho menos y anda más que sus salvajes padres. El grande y hereditario desarrollo de las ubres en vacas y cabras en países donde habitualmente se las ordeña, en comparación con estos órganos en otros países, es, probablemente, otro caso de los efectos del uso. No puede nombrarse uno sólo de nuestros animales domésticos que no tenga en algún país las orejas lacias, y la opinión que se ha sugerido, de que este caimiento es debido al desuso de los músculos de la oreja, porque los animales rara vez se alarman mucho, parece la más probable”. Etc.

Carácter de las variedades domésticas; dificultad de distinguir entre variedades y especies; origen de las variedades domésticas de una o de varias especies. Si examinamos las variedades hereditarias o razas de nuestros animales y plantas domésticos, y las comparamos con especies íntimamente próximas, descubrimos generalmente en cada raza doméstica, como ya lo he notado, menos uniformidad de carácter que en las verdaderas especies . Las razas domésticas tienen con frecuencia un carácter algún tanto monstruoso; por lo cual entiendo que, aunque se diferencian unas de otras y de las demás especies del mismo género en algunos rasgos insignificantes, difieren a menudo en un grado extremo en algún punto cuando se las compara unas con otras, y más especialmente cuando se las compara con la especie en estado natural, de la que son más próximas”. Etc.

“Castas de la paloma doméstica: sus diferencias y su origen. Creyendo que es siempre mejor estudiar algún grupo especial, después de de reflexionarlo, he ocupado mi atención con las palomas domésticas. He conservado toda casta que me era posible comprar u obtener y he sido amabilísimamente favorecido con pieles de varias partes del mundo, mas especialmente por el Honorable W. Eliot, de la India, y por el Honorable C. Murray, de Persia. Muchos tratados en diferentes lenguas se han publicado sobre palomas, y algunos de ellos son muy importantes, por su antigüedad considerable. Me he asociado con algunos eminentes aficionados y se me ha permitido entrar en dos de los clubs de palomas de Londres”. Etc., etc.

Pasemos, siguiendo las instrucciones, al capítulo final: La aportación “científica” de sus descubrimientos la valora el autor como sigue en su Recapitulación: “Un campo grande, y casi virgen de investigaciones quedará abierto sobre las causas y leyes de la variación, la correlación, los efectos del uso y el desuso, la acción directa de las condiciones externas, etc., etc. El estudio de las producciones domésticas subirá inmensamente en importancia. /.../En el porvenir veo campos abiertos para investigaciones mucho más importantes. La psicología se basará, seguramente, sobre los cimientos establecidos por Mr. Herbert Spencer, los de la adquisición necesaria por gradación, de cada facultad y capacidad mental. Mucha luz se derramará entonces sobre el origen del hombre y de su historia”. Esta última frase (sobre la anterior ya volveremos) ha sido interpretada (“se los juro”) por una autoridad académica como “idea precursora de la neurobiología”. Pero veamos sus conclusiones finales: “Estas leyes, tomadas en un sentido más amplio, son crecimiento con reproducción; herencia que casi va implícita en la reproducción; variabilidad, resultado de la acción directa e indirecta de las condiciones de vida y del uso y desuso; aumento en una proporción tan alta, que conduce a una lucha por la existencia, y como consecuencia, a la selección natural, la cual trae consigo la divergencia de carácter y la extinción de las formas menos mejoradas. Así, es consecuencia directa de la guerra de la naturaleza, de la escasez y la muerte, el objeto más elevado que somos capaces de concebir, a saber; la producción de los animales superiores”. Aquí no hay más remedio que proponer: Analicemos la frase (me refiero al lector junto conmigo): El, ya a estas alturas escamado lector, se preguntará: “Si, según este señor, la variabilidad de los organismos está causada por la acción directa e indirecta de las condiciones de vida y del uso y el desuso, ¿qué puñetas (o carámbanos, a elegir) “selecciona” la selección natural? ¿Cual es exactamente su aportación al conocimiento de la evolución?”. Tal vez lo descubra en las frases finales del libro: “A juzgar por el pasado, sin riesgo podemos inferir que ni una sola especie viva transmitirá su semejanza inalterada a un porvenir distante. /.../ Por esto podemos mirar con alguna confianza a un porvenir seguro de gran duración. Y como la selección natural obra solamente por y para el bien de cada ser, todos los atributos corpóreos y mentales tenderán a progresar hasta la perfección. /.../ Hay grandeza en esta opinión de que la vida, con sus diversas facultades, fue infundida en su origen por el Creador en unas pocas formas o en una sola; y que mientras este planeta, según la determinada ley de la gravedad, ha seguido recorriendo su órbita, innumerables formas bellísimas y llenas de maravillas se han desenvuelto de un origen tan simple, y siguen siempre desenvolviéndose”.

Quizás le parezca algo abusivo al lector que le proponga otro esfuerzo de su imaginación, porque sería más adecuado documentar los siguientes argumentos, pero tiempo habrá: Imagine ahora el lector que las investigaciones de “los naturalistas” (es decir de los científicos) de la primera mitad del Siglo XIX, hubieran llevado a una idea de la Naturaleza basada precisamente en el estudio de la Naturaleza. Que sus aportaciones, lógicamente limitadas por los conocimientos de la época, estuvieran en el camino adecuado para llegar a conclusiones como las que hemos visto en el inicio de este escrito. Ahora no es necesario que imagine nada. Simplemente que reflexione sobre las consecuencias que ha tenido (que está teniendo) una concepción científica, elaborada sobre semejantes argumentos, que considera el fenómeno de la vida como algo sórdido, una Naturaleza en la que no hay cabida para todos y poblada por individuos egoístas (que sólo buscan “su propio interés”). Como una constante competición entre los organismos en la que la relación con el ambiente está dirigida por cambios al azar y en la que sólo los “más aptos” tienen el derecho a la vida. Y que recuerde las consecuencias que ha tenido para la Humanidad la concepción determinista derivada de esta visión, según la cual los individuos, los pueblos, las naciones, llevan sus características, sus virtudes y sus defectos grabados en sus “genes”. ¿Cómo calificaría la aparición de “la obra de la que nace toda la Biología moderna”?

http://www.iieh.com/evolucionart01.php

Nota:

La sexta entrega de esta serie puede leerse aquí; la quinta aquí; la cuarta aquí; la tercera aquí; la segunda aquí y la primera aquí.
-ZC

Máximo Sandín: Darwin, las ideas dominantes y los que dominan (sexta entrega)

DARWIN, LAS IDEAS DOMINANTES Y LOS QUE DOMINAN

Sexta entrega: LOS CUENTOS DARWINISTAS Y EL PRINCIPIO DE AUTORIDAD

Máximo Sandín



Los grandes hombres fingen ser sabios
y hablan demasiado alto, como los sordos.
Bertolt Brecht

El tema de esta “entrega” estaba previsto para más adelante, con el fin de narrar la historia que nos ocupa según un orden más o menos cronológico. Pero no tengo paciencia para esperar a transmitir al lector una información tan esclarecedora sobre la verdadera condición de Darwin como la que sigue.

Entre el incontenible derrame de quimeras con respecto al personaje que nos ocupa, destacan con luz propia algunos de los adornos complementarios con que se nos ha presentado su figura. La de “un gran científico” en el que destacaban “su decencia y ansia de justicia” así como su “rigor intelectual”. Sin duda, estas afirmaciones emitidas por las más altas autoridades en la materia resultarán muy convincentes para el desprevenido lector. Pero posiblemente se sorprendería si tuviera información sobre las fuentes originales de estas verdades. Por la machacona repetición literal de frases hechas en “las historias sobre la Historia” de los darvinistas se podría aventurar que podrían estar copiadas literalmente de las narraciones “oficiales” que figuran en los textos canónicos sobre “la” teoría de la evolución. De hecho, he podido comprobar directamente que artículos y conferencias sobre “la revolución darvinista” de los más prestigiosos especialistas en el tema son una especie de traducción del inglés de la introducción convencional de un libro de evolución. Pero la habitual condición del autor de “Archiprócer del esplendor” o similares le dota de una autoridad indiscutible. Sin embargo, los que no tenemos la ventaja de que la autoridad nos conceda un crédito incuestionable, no tenemos más remedio que apoyar nuestros argumentos de alguna forma. Y en este caso, consiste en una estrategia tan inconcebible como revolucionaria: ¡Leer los libros de Darwin! Porque los encendidos elogios sobre su obra sólo pueden explicarse por el absurdo de que hablen de ella sin haberla leído. Hay otra alternativa. Pero es peor.

La historia oficial que se narra para resaltar el “ansia de justicia” de Darwin es la, mil veces repetida anécdota, de su pesar al contemplar el maltrato a un esclavo en Brasil durante su viaje del Beagle. Sin embargo, parece una base un tanto limitada para elaborar, a partir de ella, toda una saga. Acerquémonos, pues, a los pensamientos de Darwin mediante un método que parece más fiable: leer los que él mismo plasma en su segunda gran obra, “The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex” traducida como “El origen del hombre”. No creo necesario analizar o glosar los textos que siguen porque supongo al lector capacitado para valorarlos por sí mismo.

La presencia de un cuerpo de hombres bien instruidos que no necesitan trabajar materialmente para ganar el pan de cada día, es de un grado de importancia que no puede fácilmente apreciarse, por llevar ellos sobre sí todo el trabajo intelectual superior del que depende principalmente todo progreso positivo, sin hacer mención de otras no menos ventajas. Entre éstas, hay algunas no despreciables: Los ricos por derecho de primogenitura pueden, de generación en generación, elegir las mujeres más hermosas, las más encantadoras, dotadas por lo general de bienes materiales y de espíritu superior”. Pero, este “espíritu superior” hay que considerarlo en proporción al nivel de las mujeres, ya que, “Está generalmente admitido que en la mujer las facultades de intuición, de rápida percepción y quizá también las de imitación, son mucho más vivas que en el hombre; mas algunas de estas facultades, al menos, son propias y características de las razas inferiores, y por tanto corresponden a un estado de cultura pasado y más bajo. /…/ Por consiguiente podemos inferir de la ley de la desviación de los tipos medios – tan bien expuesta por Galton en su obra sobre “El Genio hereditario” – que si los hombres están en decidida superioridad sobre las mujeres en muchos aspectos, el término medio de las facultades mentales del hombre estará por encima del de la mujer”.

En cuanto a los trabajadores y los pobres, que él denominaba “las clases entregadas a la destemplanza, al libertinaje y al crimen” su concepción “científica” era la siguiente: “Con respecto a las cualidades morales, aun los pueblos más civilizados progresan siempre eliminando algunas de las disposiciones malévolas de sus individuos. Veamos, si no, cómo la transmisión libre de las perversas cualidades de los malhechores se impide o ejecutándolos o reduciéndolos a la cárcel por mucho tiempo”. Porque, como señala a continuación: “En la cría de animales domésticos es elemento muy importante de buenos resultados la eliminación de aquellos individuos que, aunque sea en corto número, presenten cualidades inferiores. /…/ Mas en estos casos parecen ser igualmente hereditarios la aptitud mental y la conformación corporal. Se asegura que las manos de los menestrales ingleses son ya al nacer mayores que las de la gente elevada”. Aquí me voy a permitir interrumpir estas apasionantes “aportaciones científicas” para señalar que Darwin acrecentó sus considerables rentas de origen paterno y las de su prima y esposa, con la que se casó tras un meticuloso cálculo de las rentas que le correspondía, con la actividad de prestamista para los pobres. Una actividad que, según los historiadores que han cometido el pequeño desliz de documentarla, era “muy común” entre los victorianos acomodados, lo que quiere decir que no era “general”, porque posiblemente, entre ellos habría personas “decentes” que tuvieran escrúpulos sobre la práctica de semejante vileza, y más, teniendo en cuenta la situación de los pobres de la época.

Para finalizar (por el momento), pasemos a su otra gran aportación, a la de “situar al Hombre en su lugar en la naturaleza”: “Llegará un día, por cierto, no muy distante, que de aquí allá se cuenten por miles los años en que las razas humanas civilizadas habrán exterminado y reemplazado a todas las salvajes por el mundo esparcidas / ... / y entonces la laguna será aún más considerable, porque no existirán eslabones intermedios entre la raza humana que prepondera en civilización, a saber: la raza caucásica y una especie de mono inferior, por ejemplo, el papión; en tanto que en la actualidad la laguna sólo existe entre el negro y el gorila”.

Sería necesario un largo tratado para glosar “el rigor intelectual” de este libro (y merecerá la pena volver sobre él), lo que resulta divertido es cuando se mencionan aportaciones como éstas a alguno de los devotos: la respuesta suele ser “que era la forma de pensar de la época”, lo que es otra falacia, porque en esa época había personas que pensaban de una forma muy diferente. Pero teniendo en cuenta la condición de “hombre providencial que trajo La Verdad” a que se ha elevado a Darwin, no perece muy fructífero enfrascarse en un debate con sus creyentes. Lo que me permitiría recomendar al lector (y, con el debido respeto, a las autoridades que nos aleccionan) es que se tomaran la molestia de leer sus libros.


FUENTE: Darwin, Ch.R. (1871): “The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex”. Versión española: “El Origen del Hombre”. Ediciones Petronio. Barcelona. 1973.

Nota:

La quinta entrega de esta serie puede leerse aquí; la cuarta aquí; la tercera aquí; la segunda aquí y la primera aquí.
-ZC

jueves, 5 de febrero de 2009

Barbara Cassin y su libro Googléame: La segunda misión de Estados Unidos. ¿Google: democracia, dictadura, imperialismo... o algo más?



La filósofa francesa Barbara Cassin ha escrito un libro que yo he esperado por bastante tiempo, y que se titula "Googléame: La segunda misión de los Estados Unidos", donde analiza económica, política y socialmente el fenómeno cultural de Google como el principal buscador de internet.

En otro momento hemos comentado cómo internet (según algunos científicos sociales) provocará un cambio en las relaciones sociales de los seres humanos, en la medida en que seamos más dependientes de la conexión a la web para realizar nuestras actividades diarias, tanto laborales como personales.

Pero ese hecho, aparentemente inevitable, trae consigo una serie de riesgos y problemas, que no pueden ni deben escapar al análisis riguroso por intelectuales y pensadores. Uno de estos problemas es que, si bien existen muchos métodos para buscar información en Google, tal información siempre se presenta en una forma jerarquizada; lo cuál hace que el posicionamiento de las páginas que aparezcan primero (es decir, en los primeros lugares) tengan ventaja en relación con las páginas que aparezcan en posiciones secundarias o remotas. Este hecho es usado por los expertos que asesoran a las empresas en el diseño de sus páginas webs, para incrementar la productividad.

Esto es bien conocido, pero sus efectos no: El hecho de que una información aparezca en lugares privilegiados en el buscador, no significa que esa posición sea más correcta o adecuada, o que refleje la mejor información posible sobre el tema buscado. Es decir, no hay una relación directa calidad-alto posicionamiento en el buscador, que permita confiar en la veracidad o calidad de la información que estamos buscando.

Cassin analiza la falsa pretensión (asumida como "verdad" y en forma acrítica por muchas personas fanáticas de internet) de que el internet, y en particular Google, es el máximo paradigma de democracia cultural, ya que en él tienen espacio todas las informaciones de todos los temas posibles. O que en Google se "encuentra todo".

Esto último puede parecer cierto a los jóvenes internautas, o a personas sin un conocimiento claro de la web o inexpertas con el internet; pero alguien con alguna experiencia en el mundo virtual puede reconocer rápidamente que la información que se encuentra en Google es en muchos casos de dudosa credibilidad; y esto sin contar la "desinformación" que se ofrecen en algunas páginas, y con la que se busca confundir a las personas (no siendo fácil, para un lector inexperto, discernir qué lado está diciendo la verdad, dónde está la mentira, o qué intereses están en juego). Esto último se ve mucho en casos donde hay muchos intereses (económicos, ideológicos, etc.) implicados, y cada parte trata de defender su propia idea (o intereses), desacreditando la de los demás.

Me gustó mucho las ideas y reflexiones de Cassin sobre la forma en que Google y el "mundo del click" pueden cambiar nuestras forma de pensar. Por ejemplo, al generalizarse el inglés, y al familiarizarnos eventualmente todos con él, ¿provocará eso un cambio en la forma en que pensamos, dado los conceptos contenidos en ese idioma? ¿El lenguaje propio de la web, al generalizarse como un lenguaje que debe necesariamente conocerse, provocará cambios o modificaciones en la forma en que organizamos nuestros pensamientos, y por lo tanto, nuestra vida?

También Cassin se pregunta si Google (o mejor dicho, los responsables de Google) tiene algún interés en el hecho de facilitar (y sistematizar en una jerarquía, mediante el buscador) toda la información global de la humanidad. ¿Responde eso a un mero altruísmo? ¿O hay otras intenciones o intereses involucrados? No se trata de buscar conspiraciones, sino de analizar todos los matices y aristas de la cuestión.

En este marco, es también relevante mencionar cómo los escritores y autores profesionales se pueden ver perjudicados, ya que su obra (en caso de estar disponible para todo el mundo) pierde valor económico, lo que produce objetivamente el efecto de desincentivar la publicación de la labor artística o creativa de muchos de ellos (este tema es controversial, porque hay quienes piensan que el conocimiento es de todos, no de particulares; pero aunque este último punto es aceptable, es un hecho que muchas personas se dedican profesionalmente a labores artísticas, musicales y creativas, lo que quiere decir que se ganan la vida con ello. Por esto, si el valor de su trabajo disminuye, ellos se verán económicamente perjudicados, y probablemente destinen sus esfuerzos a otras actividades con las que sí puedan sobrevivir)

Estas cuestiones deben ser planteadas y analizadas, para reconocer sus riesgos y potenciales peligros, facilitando así la formulación y el diseño de estrategias preventivas y soluciones eficientes.

Los interesados en los temas digitales, la web, google y materias afines, disfrutarán y aprenderán mucho de este libro.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Máximo Sandín: Darwin, las ideas dominantes y los que dominan (quinta entrega)

DARWIN, LAS IDEAS DOMINANTES Y LOS QUE DOMINAN

Quinta entrega:
PUBLICIDAD ENGAÑOSA


Máximo Sandín


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Recién graduado en Cambridge, con 22 años, un jovencísimo Charles Darwin se embarcó como naturalista sin sueldo a bordo del bergantín HMS Beagle, en un viaje que duraría cinco años (1831-1836). La obra científica de Darwin tiene como punto esencial su visita a las islas Galápagos. Su estancia en 1835, cumplió con un papel fundamental en la gestación de la teoría de la evolución”.

Este párrafo se podría considerar una “frase publicitaria-tipo” de las típicas introducciones a las “hagiografías” de Darwin que aparecen en toda clase de artículos periodísticos, presentaciones de congresos y homenajes e introducciones a “la Teoría de la evolución”, aunque si repasamos la totalidad de estas narraciones lo que nos encontramos es con una especie de enorme “slogan”. La coincidencia de las narraciones (aunque a veces se escapa algún “gazapo”) y, muchas veces, el prestigio de los firmantes de estos escritos resulta muy convincente para el lector profano en la materia, que no es consciente de que se trata de una historia acrisolada por copias de copias que se remontan a la creación “oficial” de la figura mitológica que trajo “la verdad” al Mundo. La tarea de desvelar la farsa resulta algo desalentadora frente a tan enorme capacidad de adoctrinamiento. Por eso resulta tan gratificante compartirla con el lector. Comencemos por el principio:

Darwin se graduó, efectivamente, en Cambridge, pero en Teología (concretamente “subgraduado” en Teología con el número diez de su promoción), con la idea de ejercer de pastor de la Iglesia anglicana. La calificación de “naturalista sin sueldo” hace pensar en una especie de “joven becario”, pero lo cierto es que la propuesta del viaje partió de su mentor en Cambridge, el reverendo J. S. Henslow, que escribió a Darwin: “El Cap. F. busca un hombre (por lo que tengo entendido) más para compañero de viaje que como simple coleccionista”. Porque el naturalista titular del Beagle se llamaba Robert Mc Cormick. Darwin se embarcó con un criado, abundante dinero y cuentas abiertas en las principales ciudades en las que se hizo escala. La competencia de Darwin, que podía reclutar a un considerable número de “nativos” para sus recolecciones de “especímenes” y los desprecios del capitán, por la condición plebeya de Mc Cormick, exasperaron al naturalista oficial del Beagle, que abandonó el barco en Río de Janeiro.

En cuanto a la “gestación de la teoría de la evolución”, también tiene otra historia: Darwin no volvió del viaje del Beagle con ninguna idea formada sobre evolución, a pesar de que leyó el libro de Lamarck, según nos cuenta en su autobiografía. Los famosos “pinzones de Darwin”, “la clave del descubrimiento de la evolución”, pasaron desapercibidos para él, que los consideró gorriones, entre su desordenada colección de pájaros y mamíferos hasta que los estudió el taxonomista de la Sociedad Zoológica de Londres, John Gould, que tuvo que recurrir para ello a la mejor ordenada colección del capitán Fitzroy. La verdadera clave de su concepción “evolutiva” la narra él mismo en su autobiografía: “En Octubre de 1838, esto es, quince meses después de haber comenzado mi estudio sistemático, se me ocurrió leer por entretenimiento el ensayo de Malthus sobre la población y, como estaba bien preparado para apreciar la lucha por la existencia que por doquier se deduce de una observación larga y constante de los hábitos de animales y plantas, descubrí enseguida que bajo estas condiciones las variaciones favorables tenderían a preservarse, y las desfavorables a ser destruidas. El resultado de ello sería la formación de especies nuevas. Aquí había conseguido por fin una teoría sobre la que trabajar”. Porque también hay que aclarar que lo que realmente estaba “descubriendo” Darwin no era “la evolución” (estudiada hacía un siglo por los científicos en distintas universidades), sino el origen de las especies, es decir, que una especie se puede transformar en otra. El término “evolución” no aparece hasta la sexta edición de su libro, a sugerencia de Huxley, que estaba mejor informado. Pero aún tardó un tiempo en convencerse, y así se lo confiesa a su protector J. Hooker en una carta fechada el 11 de Enero de 1844 (ocho años después de su regreso del famoso viaje del “Beagle”): "Por fin ha surgido un rayo de luz, y estoy casi convencido (totalmente en contra de la opinión de que partí) de que las especies no son (es como confesar un asesinato) inmutables".

Lo que produce una sensación penosa es el fervor con que nuestros más consagrados apologistas se emplean en el cultivo de la confusión. Para los biólogos de origen anglosajón no parece existir la necesidad de falsear la verdadera condición y las ideas de Darwin. Al fin y al cabo, forman parte de las bases de su cultura, y Darwin es su gran figura histórica. Pero para el mundo hispano necesita de una “traducción”. Por ejemplo: Con motivo del famoso bicentenario, la revista Scientific American publicó el artículo “Darwin Legacy” firmado por Gary Styx, cuyo comienzo era: “A Victorian amateur undertook a lifetime pursuit of slow, meticulous observation…” En la versión española de esta revista, Investigación y Ciencia, el mismo artículo, “El legado de Darwin”, con las mismas ilustraciones y el mismo autor comienza de esta forma: “Hace 150 años, un naturalista victoriano que había dedicado su vida a observar meticulosamente la naturaleza…

Y así, en la competición de panegíricos que se ha desatado, las calificaciones de “gran científico”, “revolucionario”, “incomprendido en su tierra”, “profundamente preocupado por la justicia”… nos lo procuran presentar de una forma, se supone, que más adecuada a nuestros gustos. Una especie de rebelde. De luchador contra las ideas establecidas. Algo tan alejado de la realidad como el concepto de “la mano invisible del mercado”. Pero esa es otra historia…

Nota:

La cuarta entrega puede leerse aquí; la tercera aquí; la segunda aquí; y la primera aquí.
-ZC

martes, 3 de febrero de 2009

Terminator Salvation (protagonizada por Christian Bale y Sam Worthington): La saga de Terminator continúa... sin Schwarzenegger



En el video pueden ver el trailer en español de la película que se estrenará próximamente con el título "Terminator Salvation", protagonizada por Christian Bale y Sam Worthington.

Personalmente estimo que Terminator 1 fue la mejor, aunque la segunda parte también fue buena. La tercera si que no me gustó mucho, creo que estaba muy por debajo de las dos primeras.

Como dato curioso, hay que decir que el protagonista de esta nueva película, Christian Bale, ha estado envuelto en una polémica debido a sus insultos proferidos en el set o plató de grabación. De acuerdo a esta noticia "Christian Bale fue grabado lanzando todo tipo de insultos a un director de cinematografía y cualquiera que intenta tranquilizarlo en el plató de ``Terminator Salvation''.

El clip de tres minutos fue publicado el lunes en el sitio web de farándula TMZ.com. El astro de la cinta de Batman ``The Dark Knight'' (El caballero de la noche) la emprende contra Shane Hurlbut al parecer porque éste caminó detrás del actor Bryce Dallas Howard y le bloqueó la vista a Bale, lo que es considerado una falta grande en un set. ``Si lo haces una vez más no volveré a este set si sigues trabajando aquí'', grita Bale en uno de los pocos momentos publicables de la grabación. Y agrega: ``¨Quieres que te destroce las luces? ¨Quieres que vaya y las destroce? ... ¨Entonces por qué estás destruyendo mi escena?'' El incidente ocurrió el pasado agosto en un plató en la Base de la Fuerza Aérea de Kirtland en Nuevo México, días antes que Bale enfrentara acusaciones de agresión de su propia madre y su hermana en Londres.

En ese incidente no llegaron a formularse cargos porque la familia del actor no quiso seguir adelante con el asunto y porque los fiscales dijeron que no había evidencia suficiente. La voz de Bale es la única que se escucha en la grabación, aunque el actor claramente le está respondiendo a Hurlbut, el director del filme McG y otros que intentan convencerlo de que se relaje. ``-No nos tomemos un (improperio) minuto! -Vamos otra vez!'', grita en un momento.

Un publicista del actor de 35 años no respondió de inmediato un mensaje en busca de comentarios"

Este tipo de conducta infantil y antiprofesional deja mucho que desear, a la vez que nos ofrece alguna información acerca de la personalidad de Bale.

Sin embargo, no es este el lugar ni el momento para hacer juicios morales sobre la personalidad de esta u otra persona. Pienso que cada lector debe juzgar por sí mismo; además uno debe separar la calidad artística de un actor de sus problemas o defectos personales. De estos últimos, nadie está exento, y no es prudente ni sabio convertirse en "juez moral" de los demás, sobretodo si el "juez" mismo ha incurrido en actitudes similares.

Aunque es innecesario colocarlo aquí, para las personas curiosas que gustan de la farándula y las excentricidades del mundillo de Hollywood, dejo el enlace en donde podrán escuchar directamente los insultos e improperios de Bale.