sábado, 27 de septiembre de 2008

Roberto Follari y su libro Teorías Débiles: para una crítica de la deconstrucción y los estudios culturales. Un libro necesario para comunicadores



Roberto Follari, de quien ya hemos hablado en otra ocasión, es un doctor en psicología y filósofo profesional, profesor de epistemología de las ciencias sociales de la Universidad Nacional de Cuyo (Argentina), quien ha escrito diversos libros y artículos especializados en temas filosóficos y sociales.

Este libro, Teorías Débiles, contiene un análisis crítico de los llamados estudios culturales y de los métodos de deconstrucción derivados de la obra de Derrida, que han tenido mucha influencia en la academia norteamericana, y en un cierto sector de la hispanoamericana (especialmente en latinoamérica, y particularmente en el área de la comunicación social).

En esta obra, Follari analiza el trabajo de autores reconocidos en el ámbito académico como Jesús Martín Barbero, Renato Ortíz, Nestor García Canclini, Martín Hopenhayn y Beatriz Sarlo. Estos autores tienen muchas ideas interesantes, pero también su discurso teórico tiene algunas insuficiencias que merecen ser examinadas objetiva y rigurosamente.

Pienso que la crítica de Follari, si bien es teóricamente demoledora, no por ello es irrespetuosa o injusta. Al contrario, creo que su discusión y análisis acerca de la obra de estos autores constituye una valoración sobria, honesta y rigurosa, que refleja el conocimiento cabal que el autor tiene de la obra de cada uno de estos autores, y la capacidad de evaluar lo que de correcto o falso pueda haber en sus planteamientos.

Follari especialmente enfatiza el hecho de que los estudios culturales sobreestiman la capacidad de las personas, en tanto receptores activos de la "industria cultural" (medios de comunicación, publicidad, etc.), tiene para resistir esta influencia. Para Follari, esta actitud es censurable, toda vez que sirve de consolidación e institucionalización de una serie de valores y ideales que son propios del neo-liberalismo.

Por supuesto, quienes sean neo-liberales, podrán disentir de que esto, al considerar que tales valores no tienen nada de ideológicos o de incorrectos. Pero esto sería irrelevante para el punto que intenta sentar Follari: aunque él es de izquierda, sus razonamientos van dirigidos a los efectos que los estudios culturales producen, y como ellos se articulan y son "tolerantes" con los ideales del neo-liberalismo como ideología. Que estos ideales o valores sean correctos o no, sería otra cuestión (la cuál depende, en parte, de la posición ideológica-política que se tenga).

Por este motivo, pienso que la lectura de este libro es necesaria, especialmente para los estudiantes de comunicación social, y en general para las personas interesadas en los temas sociales.

Son muchas las reflexiones y ideas fructíferas que surgirán de una lectura cuidadosa de este libro.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

B. Allan Walace y su libro The Taboo of Subjectivity: Toward a New Science of Consciousness. Un científico budista explora la consciencia


Este maravilloso libro, que se titula "The Taboo of Subjectivity: Toward a New Science of Consciousness" escrito por el científico y filósofo budista B. Allan Wallace (quien posee grados académicos en física y filosofía de la ciencia, y un doctorado en estudios religiosos) es un estudio sobre la consciencia desde la perspectiva de la ciencia contemporánea.

El libro hace un énfasis especial en la relación entre la religión (entendida en un sentido amplio, como una forma de espiritualidad más que de culto o dogma) y los avances de la ciencia actual, especialmente en el área de las neurociencias, con la finalidad de ver como ambas se conectan en el estudio de la consciencia.

Más particularmente, el autor explora cómo un cierto tipo de materialismo científico (que es una ideología, para algunos de tipo cuasi-religiosa) y no la ciencia (como un método de investigación basado en evidencias) ha aniquilado e impedido cualquier intento fructífero de explorar la subjetividad de la consciencia, excluyéndola o relegándola de la investigación neurocientífica (que se centra esencialmente en el cerebro, no en la mente subjetiva individual). Pero el autor también muestra como la religión puede producir un efecto análogo, al degenerar en una actitud fundamentalista y dogmática, que impide el contacto directo y personal con la propia espiritualidad, y la propia consciencia, convirtiéndose en una fe ciega hacia dogmas anticuados y en la sustentación de creencias infundadas.

Como experto practicante budista, el autor reconoce el valor de la "experiencia contemplativa", como una forma de acceder a los niveles profundos de la consciencia, y como ello podría dialogar con los avances científicos de la neurociencia contemporánea.

El autor examina también las objeciones que, desde la trinchera del materialismo científico, se plantean en contra del estudio científico de la subjetividad como una parte esencial de la comprensión del ser humano.

El libro es de fácil lectura, y muy rico en contenido, argumentos y reflexiones; por lo que no debería falta en la biblioteca de cualquier lector interesado en explorar los temas científicos y religiosos, o en conocer alternativas originales que intenten solucionar el problema de la consciencia.


Anwar Rashid: Millonario corrido de su casa por "fantasmas". Un comentario a propósito de esta noticia

Según informa el portal de noticias abc.es, el millonario Anwar Rashid "ha abandonado su lujosa residencia en Inglaterra debido a la presencia de "fantasmas": Anwar Rashid y su familia comenzaron a vivir en la enorme masión hace sólo ocho meses, después de haberla comprado por 6, 5 millones de dólares, pero la abandonaron porque al parecer había fantasmas en la casa"

De acuerdo al diccionario de la lengua española, en su tercera definición, un fantasma es una "Imagen de una persona muerta que, según algunos, se aparece a los vivos".

Existen innumerables testimonios de personas que afirman haber visto fantasmas, especialmente de su familia. Toda persona conoce seguramente a alguien que ha tenido alguna de estas experiencias.

El tema de los fantasmas se considera como un tema taboo, en el que solo creen personas muy ignorantes, supersticiosas, sugestionables o con algún trastorno mental. Esta creencia presupone que los fantasmas no pueden existir (porque son imposibles); y esta presuposición deriva directamente de la tesis materialista de que la mente (o espíritu) es causada y producida por el cerebro, y que no puede existir sin él. Por tal motivo, no puede haber fantasmas de personas muertas, porque al morir el cuerpo, la mente/espíritu se extingue con él (el materialismo, en todas sus versiones, también implica que Dios no existe, ya que por definición Dios es inmaterial; motivo por el cuál un materialista coherente debe necesariamente ser ateo).

(Hay que aclarar que existen muchas doctrinas materialistas, no una sola. Una de las más conocidas es el fisicalismo, pero también existen otras con características diferentes; pero todas ellas tienen en común la idea de que la mente/consciencia/espíritu es producida por el cerebro, y no existe con independencia de él)

Es bastante curioso que la anterior idea materialista la crean también personas religiosas o espirituales, quienes al no ser materialistas, no tienen un motivo ideológico para negar la posibilidad de los fantasmas. Con esto no quiero decir que quien sea espiritual deba creer en los fantasmas; solo digo que quien sea espiritual, o quien sea no materialista, no tiene motivos para recharzar a priori la posibilidad de la existencia de fantasmas basado en la idea de que el espíritu/mente se extingue con la muerte; porque al admitir la existencia del espíritu o la consciencia como algo no material, no se puede descartar que ese ente inmaterial se manifieste en alguna forma (desconocida) después de la muerte del cuerpo físico.

Sin embargo, el no ser materialista no implica que los fantasmas existan. En el caso de que el espíritu subsista a la muerte física del cuerpo, eso no supone necesariamente que ese espíritu se manifestará en forma de "fantasma". En conclusión: el no ser materialista no implica que se deba creer sin pruebas en la existencia de fantasmas; solo implica que su existencia no puede ser descartada de antemano sobre la base de que el espíritu se extingue con el cuerpo.

En cualquier caso, la idea de que solo creen en fantasmas personas ignorantes o supersticiosas es incorrecta y superficial. Existen una serie de científicos que han investigado los casos como el del millonario Anwar Rashid, y han estimado que existe alguna evidencia de que el fenómeno es real. Estos científicos, al no ser materialistas, no han descartado de antemano y por razones filosóficas la posibilidad de este fenómeno pueda existir, y han decidido que sea la evidencia la que determine si esa hipótesis es correcta o no.

Con esto no afirmo que los fantasmas existan por el hecho de que hayan sigo investigados por científicos. Simplemente señalo que no solo gente ignorante o supersticiosa acepta la existencia de fantasmas; y que también gente instruida, con formación científica y con conocimiento especializado acepta su existencia, no por fe, sino por haber experimentado en carne propia estos fenómenos, o por haber investigado durante años muchos casos de personas que afirman haberlos experimentado. Algunos de estos científicos no creían en fantasmas antes de su investigación.

Pero es necesario hacer aquí algunas observaciones. Cuando se presenta algún presunto fenómeno paranormal, siempre se deben analizar diversas hipótesis alternativas adecuadas al caso concreto y que explique todos los hechos (enfatizo esto porque los pseudo-escépticos, que son casi en su totalidad materialistas-ateos, siempre tratan de forzar una hipótesis anti-paranormal, aunque sea insuficiente o inaplicable al caso específico; y esto lo hacen aun cuando la evidencia la obtengan ellos mismos). El zetético toma en cuenta todas las hipótesis que puedan aplicar al caso concreto, incluyendo las hipótesis paranormales y anti-paranormales; porque su interés no es favorecer o desacreditar de antemano una hipótesis concreta, sino descubrir la verdad objetiva.

Algunas tips a tomar en cuenta:

Antes de evaluar las hipótesis aplicables, es necesario conocer a fondo todos los detalles del caso específico. La mejor hipótesis es aquella que, explicando adecuadamente todos los hechos del caso específico, sea al mismo tiempo la más simple. Esto último es importante, ya que si una hipótesis es simple, pero no explica adecuadamente los hechos, debe ser rechazada (no puede sacrificarse el poder explicativo por la simplicidad).

Por ejemplo, la hipótesis de la alucinación debe ser considerada si quien experimenta el fenómeno es alguien con problemas mentales que causen alucinaciones; o alguien que consume drogas alucinógenas; o alguien en cuya casa exista algún campo magnético que afecte sus lóbulos temporales y occipitales (produciendo artificialmente fenémenos alucinatorios). Pero no es aplicable si el presunto fantasma ha sido visto simultáneamente por varias personas sanas y todas coinciden en los detalles (¿cómo pueden alucinar todos al mismo tiempo, produciendo el mismo tipo de alucinación hasta en sus más pequeños detalles?); o si no se constata la existencia de campos magnéticos que afecten el cerebro; o si se producen hechos objetivos que puedan ser objetivamente documentados (ej: mediante videos, grabadoras, etc.); o si el presunto fantasma ofrece datos que pueden ser independientemente verificados con posterioridad, y que era desconocidos por quienes lo vieron (ej: alguna dirección, algún nombre, etc.).

El meollo de la cuestión es que cada hipótesis debe considerarse contrastándola con los datos específicos del caso, y no forzándola por razones ideológicas o porque es nuestra hipótesis favorita o porque ratifica nuestros prejuicios. Para quien no quiera investigar, y ya esté convencido de antemano de que su hipótesis es la única correcta, estas sugerencias serán estériles. Quien tiene la "verdad" sobre algo ya no necesita perder el tiempo investigando lo que ya "sabe"...

En conclusión, si usted ha experimentado algún fenómeno sugestivo de "fantasmas", no se apresure a llegar a esa conclusión. Valore las alternativas; sopese en cada caso la verosimilitud de cada una de ellas; consulte la opinión de quienes hayan investigado seriamemente este asunto, contraste opiniones y puntos de vista, acumule la mayor cantidad de detalles posibles y arribe a sus propias conclusiones.


Máximo Sandín y su libro "Pensando la evolución, pensando la vida": Un libro zetético para estudiosos y expertos en las ciencias biológicas



El libro "Pensando la evolución, pensando la vida" ha sido escrito por el biólogo y científico Máximo Sandín (de quien ya hemos hablado en otra oportunidad). En él se compilan una serie de artículos científicos que el Dr.Sandín ha escrito a lo largo de varios años, y en los cuáles desarrolla una crítica científica a la teoría sintética de la evolución (la teoría oficial sobre la evolución) y propone una nueva biología, que sea consistente con las evidencias científicas actuales, y explique en forma mucho más científica (falsable, predecible, etc.) los fenómenos evolutivos.

Hay que tomar en cuenta el hecho de que este libro no se basa ni defiende el llamado diseño inteligente (que a mi modo de ver, es más una hipótesis filosófica que científica), ni tampoco ninguna forma de "creacionismo" (que es una idea religiosa, no científica). Este simple hecho demuestra que el debate entre "neo-darwinismo" y "creacionismo" realmente esconde una falsa dicotomía. Hay propuestas científicas alternativas a ambas posiciones, y la del Dr.Sandín es una de ella (probablemente, la más y mejor fundamentada científicamente).

La propuesta del Dr.Sandín es naturalista, pero además está enriquecida con aportes provenientes de las ciencias sociales, ya que la ciencia no se da en un vacío social, sino siempre en un determinado contexto ideológico, sociológico y económico, que facilita o dificulta la recepción de ciertas ideas y de ciertas teorías científicas. Además de aportar evidencias científicas publicadas en revistas científicas de prestigio, el Dr.Sandín sitúa también la discusión en un plano sociológico y cultural, lo que permite al lector comprender el contexto en el cuál se desarrolla el debate científico sobre los fenómenos de la evolución, y las razones de la resistencia de los defensores de la teoría oficial (teoría sintética) para someter a escrutinio y debate los postulados básicos de su teoría sin caer en la anti-científica y simplista descalificación personal, tachando de "creacionista", a todo el que disienta (lo cuál es más un signo de fanatismo, irracionalidad, y dogmatismo ideológico, que de verdadero espíritu científico).

El libro no debe faltar en la biblioteca de todo zetético; pero en especial, debería ser leído, estudiado y discutido por estudiantes de biología, y por científicos profesionales en cualquier área de la ciencia.

El libro puede ser solicitado también directamente en la editorial (ediciones crimentales)

domingo, 21 de septiembre de 2008

Mario Beauregard y su libro The Spiritual Brain: A Neuroscientist's case for the existence of the soul. Una nueva visión de la neurociencia



Acabo de leer el excelente libro del Dr.Mario Beauregard, PhD, neurocientífico e investigador de la Universidad de Montreal; y de la periodista canadiense Denyse O'Leary; titulado "The Spiritual Brain: A neuroscientist's case for the existence of the soul". El libro es una introducción a lo que podríamos llamar neurociencia no materialista.

En este libro, los autores presentan evidencia neurocientífica que muestra que la consciencia es diferente del cerebro; y que no es creada por él. La evidencia científica presentada, y su interpretación, confirma la idea que tenemos (casi) todos nosotros de que somos diferentes de nuestro cerebro, aunque dependamos de él en muchas funciones. Esta última idea, que intuitivamente tenemos casi todos, es rechazada por la mayor parte de los neurocientíficos actuales, quienes sostienen la idea materialista según la cual la consciencia no es más que una función del cerebro (o más exactamente, de procesos cerebrales). Esta última visión (que, es, repito, la dominante en el mundo científico actual) también parece implicar la inexistencia de la libertad de elección, la cuál sería solo una ilusión del cerebro. Como señala este neurocientífico (cuya opinión refleja la de la mayoría de sus colegas): "el cerebro se activa cuando va a tomar una decisión mucho antes de que el individuo tenga consciencia de esa toma de decisión. Con otras palabras, existe una actividad inconsciente cerebral previa a la consciencia de la decisión, lo que implica que ésta es consecuencia y no causa de la actividad cerebral"

En otras palabras, nuestra decisión es consecuencia de una actividad cerebral previa e inconsciente, que no elegimos; lo que es tanto como decir que no elegimos nuestras propias decisiones, sino que ellas son determinadas por una actividad cerebral inconsciente. Ante esta visión determinista y aniquiladora de la libertad, cabría preguntar: Cuando usted lee un libro, ¿no elige racional y conscientemente qué argumentos son correctos y cuáles no? ¿No sopesa el valor e importancia de la información que está examinando? Porque si admitimos que usted no hace esa elección racionalmente (que supone la consciencia en el ejercicio de la propia razón) sino que ésta es realizada por un proceso cerebral previo e inconsciente que usted no elige, difícilmente podamos alabarle por ser racional, o reprocharle por ser irracional; ya que en ambos casos, el mérito solo puede atribuirse a un mecanismo cerebral inconsciente, que determinó una u otra postura antes de que usted "eligiera". Según esta visión, usted no es dueño de sí (pero finge serlo) ni de sus decisiones; estas son tomadas antes de que usted "crea" que las tomó...

Pero esta visión ortodoxa materialista de la neurociencia actual no solo tiene implicaciones sobre el libre albedrío (y por ende, sobre la ética), sino además implica la imposibilidad de que la consciencia sobreviva a la muerte física, por lo que no puede explicar las llamadas experiencias cercanas a la muerte, excepto como alucinaciones de un cerebro que está muriendo. O sea, no solamente usted no tiene libre albedrío, sino además está destinado fatalmente a la extinción permanente después fallecer; y cualquier evidencia en contra es solo producto de una alucinación... o de un fraude pseudo-científico (da igual si usted elige estar de acuerdo o no con esto; recuerde que cualquier opinión que usted elija no la determinó conscientemente usted, sino un mecanismo cerebral previo e inconsciente que crea en usted la "ilusión" de elegir su opinión libremente...)

Todas estas visiones ortodoxas-materialistas de la neurociencia actual son retadas por las evidencias científicas presentadas en el libro del Dr.Beauregard.

Diversos filósofos, pensadores y autores han argumentado que la evidencia de la neurociencia no es incompatible con la idea de que la consciencia sea una sustancia independiente del cerebro (aunque interactúe con él, de forma análoga a como una señal de TV interactúe con un televisor, sin que ello signifique que el televisor produzca la señal). Pero una cosa es demostrar esa compatibilidad, y otra cosa es ofrecer evidencias positivas que apunten a que esa posibilidad es un hecho real.

Precisamente esto último es lo que hace el libro de Beauregard: mostrar evidencia científica que confirma la idea de que la consciencia es diferente del cerebro, y que no es generada por él. Los autores también desarrollan una investigación que vincula las llamadas experiencias místicas con el cerebro.

Durante algún tiempo, se habló mucho de la hipótesis conocida como "Punto de Dios", según la cuál las experiencias místicas se situaban en el lóbulo temporal, según parecía revelarlo los estudios con pacientes epilépticos. Sin embargo, y como se explica en este artículo, la investigación científica del Dr.Beaurgerard muestra que el "punto de Dios" no existe en el cerebro; ya que al experimentarse una experiencia mística, todo el cerebro se ve involucrado en dicha experiencia, no "un solo punto".

Hay que tomar en cuenta, para evitar malentendidos, que este libro no es religioso; no busca demostrar la existencia de ninguna divinidad, ni confirmar la verdad de alguna religión. Su propósito y contenido es otro: presentar abundante evidencia científica que confirma la hipótesis de que la consciencia/mente es diferente del cerebro, y no es generada por él (aunque interactúe recírprocamente con él). El libro tampoco es filosófico, aunque se refiera incidentalmente a las posiciones filosóficas sobre la consciencia/mente y su relación con el cuerpo.

Es importante aclarar esto, ya que quien esté buscando argumentos filosóficos para apoyar o rechazar una determinada creencia, difícilmente lo encontrará aquí. El libro ofrece evidencias científicas, que pueden servir como base para apoyar y recharzar ciertas ideas filosóficas sobre la relación entre la consciencia y el cerebro (en particular, apoya la idea de que la consciencia es diferente del cerebro; y rechaza la idea de que el cerebro y la mente son la misma cosa, o que el cerebro genera la mente).

Desde un punto de vista filosófico, casi toda posición es discutible. Casi ninguna posición filosófica es perfecta, e inmune a la crítica, o a la reevaluación. Ello no significa que las especulaciones filosóficas sean inútiles; solo que ellas deben complementarse con las evidencias científicas. Este equilibrio es lo que permite que podamos sostener posiciones razonables sobre los diversos problemas, en especial cuando son controversiales o reflejan una diferencia profunda acerca del mundo (cosmovisión).

Como ya lo señalé en otro post, la idea de que la consciencia es diferente del cerebro, pero que interactúa con él tiene diversos problemas filosóficos serios. El principal problema es ¿cómo una sustancia inmaterial (la consciencia) puede actuar sobre algo material (cerebro)? ¿Cómo se interconectan?.

Esta pregunta sobre el "cómo" es importante, pero no creo que deba usarse como objeción definitiva de una tesis, porque no sabiendo "cómo" se produce algo, podemos aceptar la existencia de ese algo si alguna evidencia apunta a ello (tal como ocurre con las remisiones espontáneas del cáncer, cuyo "cómo" se desconoce; pero que muy pocos niegan ya que la evidencia muestra que el fenómeno existe, aunque sea infrecuente).

Pero estos problemas también lo tienen las doctrinas que defienden la idea de que la consciencia y el cerebro son lo mismo, o que la primera es generada por el segundo. Por eso existen varias doctrinas materialistas, muchas de ellas incompatibles en varios aspectos importantes, que intentan dar respuesta a este problema.

De allí que la evidencia científica presentada en el libro del Dr.Beauregard pueda ofrecer alguna salida a todo este rompecabezas, al menos para saber cuál puede ser la tesis correcta y más consistente con el conjunto de la evidencia, a pesar de los problemas filosóficos que esa tesis pueda tener.

Una entrevista con el Dr.Beauregard puede leerse aquí. Una larga reseña sobre este libro puede leerse en esta página.

Este libro no debería faltar en la biblioteca de un zetético, o de cualquier otro buscador de la verdad que quiera conocer una nueva interpretación de la neurociencia contemporánea y tener más elementos para la reflexión y el análisis.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Acoso escolar o bullying: la tragedia oculta que miles de niños experimentan a diario en las escuelas





El acoso escolar (conocido en inglés como "bullying") es el nombre que se le da a la agresión o maltratao intencional, sea física, verbal o emocional, que de forma constante se efectúa entre compañeros de escuela; casi siempre por parte de un niño (o grupo de niños) contra una víctima determinada.

El acoso escolar es, en esencia, una forma de violencia escolar.

Para dar una idea gráfica (quizás algo cómica, pero que refleja una tragedia real y seria) , un bully (acosador o abusador) típico sería el personaje de Los Simpsons llamado Nelson, que se puede ver a continuación:












Una observación cuidadosa de la conducta de Nelson, revelará los rasgos generales que los acosadores o "bullies" manifiestan en la realidad (de hecho, podemos pensar que los escritores de Los Simpsons crearon ese personaje con la finalidad de llevar la pantalla ese tipo de personalidad que es tan frecuente en los colegios).

Pero la gracia que el personaje de Nelson puede producirnos puede también relativizar o minimizar o incluso ocultar la importancia y gravedad que el acoso escolar tiene en la vida real. Este fenómeno es tan grave, que puede incluso ocasionar la muerte, como sucedió en el caso de Jokin, el niño de 14 años quien se suicidó debido al maltrato brutal al que fue sometido por los "Nelsons" reales con los que se encontró, y quien encontró en el suicidio la "solución" a su problema (el suicidio nunca debe ser la solución; y siempre hay medidas y alternativas eficaces que pueden emplearse para solucionar este problema)

CARACTERÍSTICAS COMUNES DEL ACOSADOR O "BULLY":

El bully o acosador, tiene una serie de características (o un perfil) que permite reconocerlo:

-Tiende a ser un niño arrogante y extrovertido

-Le gusta intimidar a los demás; y se gana el respeto justamente mediante esa intimidación.

-Tiene dificultad para expresar sus emociones en una forma positiva.

-Tiene poca tolerancia ante la frustración

-Casi siempre es el líder de algún grupo, donde los miembros de éste tienden a someterse a su voluntad y participar de sus "bromas".

-Es con frecuencia alguien "popular" en su colegio o instituto.

-Con frecuencia, es físicamente más grande y fuerte que los demás (aunque esto no siempre es así)

-Tiende a ser un sujeto impulsivo, que reacciona desproporcionadamente a los estímulos y sin pensar.

-Es un niño que tiende a carecer de empatía, es decir, no se identifica ni siente el dolor o las emociones que tienen los demás. Esta falta de empatía lo hace insensible al sufrimiento que puede provocar con sus agresiones.

-Le gusta provocar a los demás, mediante "bromas", "chistes" (casi siempre de mal gusto) o simplemente mediante la agresión directa de tipo físico y emocional (golpes, empujones, ofensas, motes, etc.)

Algunos estudios muestran que los acosadores infatiles tienen más probabilidades de ser, de adultos, personas solitarias, paranoides, y fracasados en su vida; en la medida en que no superen sus propios problemas afectivos y emocionales.

Otros investigadores afirman que más del 60% de los acosadores cometerán al menos un delito antes de los 24 años de edad, que es tanto como decir que la mayoría de los acosadores son delincuentes potenciales.

CARACTERÍSTICAS COMUNES DE LAS VICTIMAS DEL ACOSO ESCOLAR:

Por su parte, las víctimas del acoso escolar manifiestan algunas características que también son frecuentes (aunque hay que advertir que cualquier niño puede ser víctima de acoso escolar, sin que posea algunas dee stas características):

-Se trata casi siempre de un niño estudioso e inteligente.

-Tiende a ser un niño reservado y algo tímido. Puede también ser un niño que sifra de fobia social.

-Es casi siempre alguen solitario

-Tienen dificultad para establecer relaciones sociales o para comunicarse (sea porque sufran de Síndrome de Asperger, o de otro trastorno como fobia social; o simplemente por ser tímido).

-Casi nunca tiene amigos

-Pasa desapercibido en el colegio (excepto cuando sacan buenas calificaciones). No es popular.

EFECTOS DEL ACOSO ESCOLAR:

Los efectos del acoso escolar lo sufren especialmente las víctimas, pero también pueden sufrirlo los propios acosadores, o los espectadores (los demás niños que no son ni víctimas ni acosadores, pero que observan el maltrado escolar). Pero aquí señalaremos solo las consecuencias para las víctimas, que son las más afectadas por este problema.

Entre los efectos que sufren las víctimas, podemos incluir:

-Deterioro y eventual destrucción del autoestima y de la propia imagen de sí.

-Estado de ansiedad constante o permanente.

-Depresión.

-Intentos de suicidio, como consecuencia de pensamientos suicidades que surgen como "solución" al problema.

-Problemas en la socialización y en el desarrollo de las habilidades sociales

-Bajo rendimiento en los estudios, y abandono escolar.


¿Cómo distinguir el acoso escolar de las bromas y juegos normales de los niños?

Uno de los problemas principales para identificar el acoso escolar es la ignorancia de padres y educadores sobre la existencia de este fenómeno. En general, muchos padres (por falta de información) confunden el acoso escolar con las peleas, juegos o bromas normales entre niños; y por ello, subestiman o minimizan la importancia de este problema.

Sim embargo, el acoso escolar es una forma de violencia intencional y constante, no se trata de bromas o juegos casuales. En particular: El acoso causa problemas reales en las víctimas, tales como bajo rendimiento, trastornos emocionales, lesiones físicas, etc. que no se observan en casos de juegos normales entre niños.

¿Qué puede hacer un niño que esté sufriendo de acoso escolar?

-Comunicar su problema a algún adulto (padre o educador).

Sin embargo, muchos niños no hacen esto por miedo a que el propio padre lo castigue por "dejarse agredir", ya que muchos padres, al ser ignorantes de este problema, creen que el niño es una víctima por su culpa, y no por culpa de los acosadores y las cinrcunstancias en la que se produce el acoso.

Por esta razón, yo aconsejaría a algún niño o adolescente que esté viviendo esta situación a que, antes de informar a sus padres que está siendo víctima de acoso, haga lo siguiente:

-Imprime de internet algún artículo sobre acoso escolar. Uno bueno puede ser éste, en donde se explica qué es el acoso escolar, y qué lo diferencia de situaciones normales entre niños.

El paso anterior es importante, ya que si un padre no está familiarizado con la idea del acoso escolar, no podrá reconocer o aceptar que su hijo lo padece.

-Una vez que el padre (u otro adulto) maneje la información sobre qué es el acoso, se podrá comunicarle directamente el propio caso, y cómo se está siendo víctima de él.

Más información relevante sobre el acoso escolar puede encontrarse en esta página. Allí hay información abundante tanto para los niños como para los padres.

Es importante comprender que este es un problema que nos incumbe a todos. Toda persona debe tener interés en la salud psicológica de los niños, y más aun de nuestros propios hijos, sobrinos, etc.

Por eso, es necesario conocer este problema, y estar preparado para el caso de que algunos de nuestros hijos sea una víctima (o un victimario) de una situación de violencia escolar.

Colabore en la lucha contra este flagelo social.

Finalmente, para el que tenga tiempo suficiente, recomiendo ver esta conferencia sobre la violencia escolar:



lunes, 15 de septiembre de 2008

Intelectuales vs. Pseudo-intelectuales: el espectro entre la razonabilidad y el dogmatismo

En este artículo, resumiré lo que en mi opinión distingue a un intelectual de alguien que se hace pasar por tal sin serlo (pseudo-intelectual). Hay que comprender que estos dos extremos son ideales, porque en la realidad existen muchos grados intermedios entre uno y otro. Y aun una misma persona puede ser un intelectual en un cierto tema, pero comportarse como un pseudo-intelectual en otro asunto.

Sin embargo, cuando las características de uno y otro se llevan al extremo, se puede distinguir mejor lo que define y separa a cada uno. Es por ello que he empleado esta división dicotómica ideal, con la salvedad antes mencionada.

1-El intelectual es consciente de su ignorancia relativa, y eso lo motiva a buscar la verdad; en cambio el pseudo-intelectual está seguro que ya la posee, por lo que su interés principal es la predicación, la propaganda y adoctrinamiento de los demás para hacerles ver "la verdad".

2-El intelectual estudia los puntos de vista opuestos en su mejor formulación y haciendo un esfuerzo consciente por no tergiversarlos; en cambio, el pseudo-intelectual crea una caricatura tergiversada de las opiniones doctrinas de las que difiere, para "rebatirlas" más fácilmente y mostrar así su superioridad ante los demás.

3-El intelectual quiere aprender y conocer, explorar e indagar; el pseudo-intelectual quiere tener razón, y que los demás lo reconozcan por ello; aun si tiene que mentir o manipular o insultar o tergiversar.

4-El intelectual es prudente y moderado en sus opiniones, porque está consciente de su falibilidad; el pseudo-intelectual expresa sus opiniones en una forma dogmática, tajante y autoritaria, como si contara con todo el respaldo de "la verdad".

5-El intelectual es consciente de que sus prejuicios pueden influir en su punto de vista, y se esfuerza constantemente por minimizarlos o reducirlos; el pseudo-intelectual asume explícita o implícitamente que no tiene prejuicios, y que solo los demás son prejuiciados o están motivados por factores no-racionales.

6-El intelectual evoluciona intelectualmente según lo lleve la evidencia y los hechos; el pseudo-intelectual tergiversa la evidencia y los hechos forzando una interpretación que reafirme una idea preconcebida o prejuicio. Por eso este último casi nunca cambia de opinión sobre cuestiones básicas (solo lo hace sobre cuestiones secundarias, y siempre que refuercen una idea o agenda preconcebida)

7-El intelectual maneja la duda y lo incierto, porque frecuentemente se replantea sus creencias y opiniones según aparezcan nuevos datos relevantes, o según evolucione su punto de vista; el pseudo-intelectual aborrece la duda y la incertidumbre, y la evita mediante dogmas que le den seguridad psicológica; está convencido de que su opinión es correcta, y que es casi imposible que algún nuevo dato futuro pueda refutarla.

8-El intelectual admite que en general lo que desconoce es mayor de lo que conoce; el pseudo-intelectual no admite casi nunca su ignorancia, y cuando lo hace, asume que ella es inferior a lo que ya sabe, o que no afecta lo que sabe.

9-El intelectual plantea una conjetura con la consciencia de que es solo eso, una conjetura. El pseudo-intelectual formula una conjetura, pero le da el peso y la solidez de una verdad incuestionable e irrebatible (esto de se debe a su apego ideológico y deseo emocional de que esa conjetura sea verdad), y la defiende como si fuese un dogma.

10-El intelectual es un crítico constructivo; emplea la crítica como medio provisional para construir alternativas positivas y creativas; el pseudo-intelectual es un crítico destructivo; emplea la crítica para desacreditar, derrumbar, destruir y exterminar aquello con lo que difiere.

Creo que los puntos anteriores ofrecen una clara distinción teórica entre el intelectual y el pseudo-intelectual. Pero como cualquiera de nosotros puede estar reflejado en una o varias de esas características, pienso que solo podría juzgarse como intelectual o pseudo-intelectual a aquella persona que tenga la mayoría de los rasgos de uno u otro en la mayoría de los temas que aborda, o que constantemente actúa de una forma u otra.

Solo eso puede indicarnos que tenemos enfrente a un intelectual o a un pseudo-intelectual. La utilidad de esta distinción es que permite predecir a grandes rasgos el comportamiento intelectual de la persona. Esto puede ayudarnos a saber con quien vale o no la pena discutir conjuntamente un asunto para explorarlo mejor.

Conversando con un pseudo-intelectual, nos sentiremos rápidamente frustrados e indignados, porque estamos luchando con su dogmatismo, arrogancia, terquedad y limitación intelectual; en cambio, con un intelectual, aun si diferimos radicalmente de él, nos sentiremos enriquecidos intelectualmente, y deseosos de seguir comunicándonos y manteniendo un diálogo abierto con esa persona para beneficio mutuo.

El intelectual nos estimula a la reflexión y el análisis; el pseudo-intelectual, lo que nos estimula es cortar la comunicación con él y a mantenerlo a distancia.

Por eso esta clasificación, empleada razonable y no dogmáticamente, tiene cierta utilidad práctica, más allá de ser una simple categorización teórica...


domingo, 14 de septiembre de 2008

Tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el uso de las nuevas tecnologías en la enseñanza y la educación




El desarrollo de las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), ha supuesto toda una revolución en el ámbito de la educación y la enseñanza. La posibilidad de adquirir información sobre casi cualquier tema, y de forma casi instantánea era algo impensable para generaciones anteriores; pero al mismo tiempo, el bombardeo sistemático de información y datos, muchas veces provenientes de fuentes dudosas, interesadas o sesgadas (ya que la "democratización" de la información ofrece las mismas posibilidades de expresión a héroes y villanos) puede provocar confusión, dificultades para la evaluación de la información, y en algunos casos hasta una situación de evidente desinformación por parte del receptor.

Este último punto es, a mi juicio, de una importancia esencial; porque lejos de ser la finalidad de la educación una mera actividad consistente en ofrecer datos e informaciones, ella ha de enseñar a evaluar y filtrar la información que se recibe. No es la persona quien conoce más información o más datos la mejor educada, sino aquella que ha sido entrenada para sistematizar, organizar, evaluar y discernir (o para usar un término informático, procesar) la información recibida, en una forma en que pueda usarla y desarrollarla original, creativa y prácticamente.

Por eso, mientras mayor es la cantidad de información disponible y accesible, mayor es la necesidad de un procesamiento eficaz y útil de dicha información. Aquí es donde está el desafío de una nueva educación sobre el uso de las TIC.

Es por ello que, si bien estas tecnologías deben ser conocidas, asimiladas, integradas y enseñadas con el fin de darle el uso instrumental y práctico que le corresponde; también es cierto que no todo es positivo en esta área. Para un análisis crítico de algunos aspectos que deberían tomarse en cuenta cuando estudiamos las TIC, sugeriría la lectura de este artículo.

En un plano más cercano a la filosofía de la educación, y no particularmente aplicable a las TIC, pero asociada como reflexión común sobre el efecto de la tecnología visual (especialmente la televisión) en la educación y el aprendizaje, recomiendo el artículo del filósofo Roberto Follari titulado "La captura en la imagen", donde se argumenta la necesidad de recuperar la lectura, el ejercicio intelectual, la reflexión conceptual, que tiende a perderse y embotarse por el flujo continuo de datos y estímulos que impresionan nuestros sentidos (lo que es particularmente evidente en el caso de la televisión, pero que también puede aplicar análogamente al uso de recursos multimedia en internet).

Esto nos ayudará a reflexionar sobre el uso y abuso de las nuevas tecnologías y las TIC, para tomar consciencia de su utilidad, función y límites en el contexto de una educación integral para la formación cultural de una nueva generación de seres humanos más capaces y competentes.


Jesús Martín Barbero: el consumo cultural de los jóvenes, la comunicación y la era de la información







En este par de videos, el pensador Jesús Martín Barbero desarrolla algunas breves reflexiones sobre la información, y su impacto en los jóvenes, en el complejo contexto informático de la sociedad actual.

Science Frontiers: Fronteras de la ciencia, una página para el interesado en las anomalíes científicas

La página Sciences Frontiers contiene información sobre diversas anomalías científicas en diferentes áreas del conocimiento (arqueología, física, geofísica, etc.) que se han documentado en las revistas y journals científicas.

Las anomalías científicas son importantes, porque ellas reflejan los límites de los paradigmas y teorías científicas vigentes. Muchas de estas anomalías pueden encontrar explicación mediante una ampliación de las teorías ortodoxas; pero en otros casos, pueden requerir de la formulación de una nueva teoría que, además de explicar todos los hechos de la teoría anterior, también explique la anomalía.

Por lo general, las anomalías son rechazadas o relegadas por la comunidad científica, y en muchos casos se censura y suprimen para que no afecten la ortodoxia.

En cualquier caso, la consciencia de que existen anomalías, y de que estas pueden jugar algún papel en la amplición del conocimiento científico, al estimular la formulación de nuevas teorías científicas originales y creativas, es de suma importancia para un zetético, en especial para quien se dedique a la investigación profesional.



sábado, 13 de septiembre de 2008

Dr.Craig Hogan y su libro Your eternal self: evidencias científicas de la trascendencia de la consciencia


El libro "Your Eternal Self", del Dr.Craig Hogan, es una recopilación actualizada de lo que el autor considera las mejores evidencias e investigaciones científicas que demuestran que la consciencia no depende en su origen del cerebro (aunque esté influida por él), sino que lo trasciende, lo que supone además la supervivencia de la consciencia a la muerte física.

Yo compré este libro hace unos meses, pero ahora me he enterado que el autor lo colocó gratis en su página web, por lo que cualquier persona puede leerlo.

Ya en otras ocasiones (como en este, en este otro y en este otro post) he comentado algo sobre estas investigaciones, cuando analicé parte del contenido de algunos libros referidos a dichos temas.

El libro de Hogan tiene algunas ventajas con respecto a los otros libros que he comentado:

-Ofrece muchas líneas de evidencias (ej: de medicina, psicología, parapsicología, estudios sobre las experiencias cercanas a la muerte, etc.), ofreciendo así un argumento acumulativo en favor de la tesis que intenta demostrar, desde muchos ángulos diferentes.

-Usa muchas referencias, que en sí mismas podrían ser examinadas por los lectores interesados en profundizar más sobre este tema.

-Ofrece información actualizada sobre estudios recientes.

-Examina algunos de los argumentos pseudo-escépticos más comunes.

Algunos aspectos negativos:

-El autor está convencido de que la evidencia realmente demuestra su tesis, lo que podría ser algo molesto para algún lector zetético que sea menos precipitado, y que tarde más en arribar a esa conclusión (ya que el zetético considerará interpretaciones alternativas como parte del proceso de evaluación y análisis). Sin embargo, hay que reconocer que algunas de las evidencias presentadas son en sí mismas bastante convicentes. Además, el autor recomienda una lectura crítica con mente abierta del material, e incentiva a que el lector busque información adicional por sí mismo.

-Pienso que el autor debió abordar con más detalle la discusión filosófica actual sobre el problema de la consciencia. Aunque esto puede ser justificado por el hecho de que el autor no es un filósofo, y su intención no es teorizar sobre estas cuestiones, sino ofrecer evidencia científica.

Pero aun así, en mi opinión este no es un tema solo científico, sino filosófico también, por lo que esto último no puede descuidarse. Una evidencia que apunte a la trascendencia de la consciencia inmediatamente nos exige reflexiones de tipo filosóficas (¿quien soy? ¿tiene mi vida algún sentido o finalidad trascendente? ¿Existo para algo? ¿Cuál será mi destino después de la muerte? ¿Soy un ser espiritual en un cuerpo físico, o simplemente soy pura materia que finge que tiene alma?)

Por otro lado, la idea de que la consciencia es inmaterial pero interactúa con un cerebro material plantea algunos problemas filosóficos, en especial: ¿Cómo una sustancia inmaterial puede interactuar con una sustancia material? Esta pregunta es el talón de aquiles del dualismo (que señala que la consciencia es una cosa, y el cerebro otra) y es lo que ha motivado en parte su rechazo filosófico, aunque no absoluto ni definitivo. Por otro lado, la dificultad para explicar filosófica o científicamente el "cómo" de algo, no siempre es razón suficiente para rechazar la existencia de ese algo (en caso de haber evidencias que apunten a su existencia), porque primero se constata la existencia del fenómeno y luego se formula su explicación (ej: la remisión espontánea del cáncer se ha constatado como un hecho en algunos casos, pero no hay una explicación aceptada y única de por qué se produce; lo mismo podría decirse del origen de la vida a partir de la materia inorgánica, lo que en parte ha llevado a algunos filósofos a cambiar radicalmente su filosofía; y otros ejemplos similares).

El meollo de la cuestión es que el carecer de una explicación para el fenómeno X, no es razón suficiente para pensar que X no existe o no puede existir; en especial, cuando se dispone de al menos alguna evidencia que sugieran su existencia, o la posibilidad de que exista.

-El libro tiene muchas páginas, por lo que puede ser difícil o incómodo de leer online. Por eso es recomendable comprar la versión en físico (está disponible en Amazon.com).

-Está en inglés, por lo que solo una fracción de todos los lectores de este blog podrán leerlo.

Al ser un tema tan controversial, pienso que lo más razonable es ofrecer la información para que sea sometida al escrutinio de cada uno de los lectores, y puedan arrivar por sí mismos a la conclusión que le parezca más razonable.

Mi opinión en este momento es que tales investigaciones realmente parecen apuntar a que "algo" trasciende o "sobrevive" a la muerte física; pero esto no puedo afirmarlo con absoluta certeza ni total convicción. Lo que creo es que, tomando en consideración todos los hechos y argumentos (incluyendo las críticas y objeciones pseudo-escépticas) y los mejores estudios al respecto, la hipótesis de que "algo" sobrevive a la muerte física parece ser la mejor explicación y la más parsimoniosa, ya que no tiene que refugiarse en especulaciones gratuitas y no comprobadas sobre fraudes, o descalificar personalmente a los investigadores como incompetentes, crédulos o ignorantes (al mejor estilo pseudo-escéptico ) ni forzar interpretaciones en una dirección preconcebida para poder explicar los hechos.

Pero aun en este caso, es posible que mi opinión esté equivocada; y a falta de una respuesta única y tajante que pueda ofrecerle a los lectores como "la verdad" (este es un blog para la reflexión, no para la predicación de dogmas), pienso que lo más razonable es dejar que cada uno se forme su propia opinión acerca de este controversial e interesante asunto.

Aunque esto esta de más decírselo a un zetético, que por su propia naturaleza piensa por sí mismo en su camino permanente de buscar y aproximarse a la verdad...

¿Qué quieren las mujeres?: una zetética opina sobre una cuestión que ha inquietado a más de uno

Lo primero que deseo señalar, es que me parece que esta cuestión está mal planteada. Formulada en esa forma, la pregunta "¿qué quieren las mujeres?" pareciera indicar que las mujeres queremos algo que es común a todas nosotras. Y pienso que allí radica el problema, y la razón básica por la qué esta pregunta no puede tener una respuesta uniforme. Siempre se encontrarán excepciones o contraejemplos que rebatan cualquier respuesta simplista en este sentido.

Reflexionando sobre mi misma, y sobre la conducta de amigas y otras mujeres que he conocido, he llegado a las siguientes conclusiones:

-No hay un "algo" que todas las mujeres quieran, y que responda la pregunta "¿qué quieren las mujeres?", formulada en esa forma universal.

-Una misma mujer, al igual que un hombre, modifica a lo largo de su vida sus deseos y aspiraciones. Cuando yo tenía 15 años no quería o deseaba lo mismo que quiero ahora; y dentro de 30 años, probablemente no querré lo mismo que en la actualidad.

-Pero sí pueden existir algunos aspectos comunes, quizás determinados en parte por la sociedad mediante un proceso de adoctrinamiento o debido al rol social que asigna a cada sexo, que puedan predicarse de las mujeres en general, con algunas excepciones.

Entonces, si reformulamos la pregunta y decimos "¿Hay aspiraciones o deseos que, en general, las mujeres prefieran, y que por su grado, tipo o intensidad la distingan de los hombres?", entonces la pregunta puede empezar a producir algunas respuestas útiles. En mi opinión, esas aspiraciones generales, comunes a la mayoría de las mujeres serían:

-La mujer busca ser aceptada, valorada y reconocida en sus méritos, no solo en su físico. Esto no vale para mujeres que sean muy frívolas o superficiales, o que han aprendido a depender de su físico para obtener sus metas en la vida.

-La mujer busca ser escuchada, en una intensidad mucho mayor que los hombres (quienes tienden a desear ser más el reconocimiento, que la sola escucha)

-La mujer busca una vida sentimental que la llene y satisfaga. Aquí podríamos incluir el sexo, pero este último tiene para la mujer un significado emocional mucho más profundo que para el hombre. (Aquí de nuevo podríamos excluir a algunos tipos de mujeres...). Esta diferente comprensión y significado emocional de la actividad sexual, es en parte lo que crea gran incomprensión entre hombres y mujeres cuando abordan estas cuestiones.

-La mujer busca seguridad y estabilidad, entendida ésta en una forma básicamente emocional, que casi siempre se proyecta objetivamente en una casa cómoda, en un hogar estable, etc. Esto también existe en los hombres, pero en función de una motivación diferente (búsqueda de reconocimiento, liderazgo, etc.), y a veces esas motivaciones propician conductas que destruyen en la práctica el concepto mismo de estabilidad.

El mundo emocional de las mujeres tiende a ser diferente al de los hombres, en el sentido de ser predominante en muchos aspectos de nuestra vida y, sobre todo, a la hora de tomar decisiones. Esto ha ganado la fama de "irracionales" a muchas mujeres, como se constata en algunos personajes ilustres de la historia que así nos consideraron.

Pero si se juzga la destrucción y desastre que muchos hombres han causado cuando han dispuesto del poder suficiente para ello, se evidencia que la irracionalidad no parece ser un atributo exclusivo de la feminidad. Y lejos de ser este un discurso feminista, el punto es que el ejercicio de la razón no parece ser un atributo exclusivo ni definitorio de uno de los sexos; por lo que las distinciones básicas entre unos y otros debería buscarse por otro lado.

Lo que sí creo es que que la irracionalidad que expresan hombres y mujeres no es igual en su manifestación; y que parecen existir ciertos patrones de irracionalidad que tienden a ser más característicos en un sexo que en otro; pero eso es algo que analizaremos en otro post...

En síntesis, la cuestión "¿Qué queren las mujeres?" debería ser replanteada y especificada; de lo contrario, probablemente nunca podrá ser respondida en una forma realmente satisfactoria.

Anti-Matters editada por Ulrich Mohrhoff: una página que explora la espiritualidad, las humanidades y la filosofía desde una nueva perspectiva

Ya conocía desde hace un tiempo, por diversas recomendaciones de amigos, la interesante página Anti-Matters, editada por el físico y filósofo Ulrich Mohrhoff, que se dedica al estudio de problemas científicos, filosóficos y humanísticos desde una perspectiva no-materialista. Pero ha sido solo recientemente que he podido leerla con más detalle y atención, lo que me ha permitido ver lo interesante de su contenido.

Aunque no necesariamente comparto todo lo allí publicado (de hecho, difiero de varias cosas), lo que me ha parecido de interés es la calidad de algunos de sus artículos y libros reseñados, y el planteamiento de ideas y concepciones que motivan la reflexión desde un nuevo ángulo. Esto solo hecho ya es importante para mí, porque siempre busco ampliar mis horizontes de búsqueda y nuevos caminos que recorrer, aunque eso no suponga necesariamente que se acepte como válido o crrecto cualquier camino o alternativa.

Esta página incluye un journal o revista de acceso gratuito, para que cualquier internauta que entienda el inglés pueda evaluar su contenido.

Por lo que he visto, si bien la página enfatiza una perspectiva no-materialista de los temas, no hace propiamente una apología o defensa religiosa particular ni tampoco del ateísmo, aunque sí es claramente pro-espiritual, es decir, toma en cuenta el aspecto espiritual de los seres humanos, y las diferentes escuelas, religiosas o no, que ofrecen una visión espiritual del mundo y de los problemas, haciendo especial énfasis en los científicos, pensadores e intelectuales que han desarrollado teorías o ideas de esta índole. (Por consiguiente, quienes sientan una visceral repulsión, hostilidad y aborrecimiento por temas espirituales, como ocurre con los pseudo-escépticos, será mejor que se abstengan de leerla; porque lo único que podrán sacar de ella será una molesta sensación de disonancia cognitiva que intensifique aun más su amargura, resentimiento u hostilidad, y reafirme su necesidad de extinguir o aniquilar cualquier concepto de trascendencia que atente contra, o amenace, la visión materialista)

En cualquier caso, pienso que una persona que quiera ver el abordaje y examen de los problemas desde una perspectiva poco común, podría encontrar de interés esta página; independientemente de que el lector comparta una cosmovisión diferente a la allí planteada.

Cada lector zetético tendrá su opinión sobre el contenido de dicha página; pero si al menos encuentra un artículo que lo haya hecho reflexionar, o le haya aportado algo espiritual, emocional o intelectualmente positivo (sea lo que sea), entonces habrá valido la pena escribir este post.


jueves, 11 de septiembre de 2008

Los peligros y riesgos del Facebook: la cara oculta y manifiesta de la red virtual más importante del mundo

Conversando con unos amigos sobre Facebook, la conocida red virtual de amistad y contactos, me han surgido algunas inquietudes y reflexiones que quizás puedan interesarle a los lectores zetéticos.

Facebook es un espacio para contactar gente conocida (o desconocida), y formar una especie de "red social" que mantenga unidas a las personas a través de la web. Pero su uso no se limita a ello, sino que también puede ser usado (y abusado) para otros fines, algunos de ellos delictivos o ilícitos.

Algunos críticos del facebook señalan como aspectos negativos de esta página los siguiente:

-Se ofrecen los datos personales y profesionales al escrutinio público, lo que facilita su uso por parte de cualquier tercero.

-La política de privacidad de Facebook no obliga a la página a mantenerla o respetarla de acuerdo a las leyes vigentes de cada país, toda vez que dicha página no procesa los datos en cada país donde se conecte la persona, por lo que la responsabilidad legal de la página no puede hacerse valer con forme a la legislación de cada país (este un punto legal, que he leído algunas veces, pero cuya solidez y validez jurídica desconozco).

-La mayoría de las personas que se conectan a la web desconoce que pueden estár siendo observadas por terceras personas o "curiosos", que podrían estudiarlas, analizarlas o seguir sus pasos, o emplear esa información para diversos fines e intereses. Lo paradójico de esto, es que la mayoría de las personas no se sentirían bien sabiendo que en su vida real alguien desconocido las observa constantemente; pero esta suspicacia no está presente en el mundo virtual, porque se considera más impersonal e inofensivo.

En conclusión, facebook hace que nuestra intimidad esté en riesgo o sea vulnerable. Esta es la objeción principal a dicha página.

Personalmente, estimo que estas críticas tienen alguna importancia, pero no deberían exagerarse:

-El ofrecimiento de datos personales y profesionales puede ser regulado por cada usario, quien libremente está asumiendo el riesgo que ello puede implicar. Lo que debería hacerse es educar a las personas (o que cada uno se informe) sobre los posibles riesgos, de tal forma que cada quien puede tomar una decisión informada sobre si es correcto o no pertenecer a dicha página, y qué medidas preventivas adoptar.

-Por otro lado, estar públicamente expuesto al escrutinio público no es solo negativo; también puede ser positivo (ej: al permitir que viejos amigos nos encuentren). Por ende, ver solo los aspectos negativos es tener una visión sesgada y miope de la realidad, además de algo paranoide.

Los problemas y situaciones deben examinarse en su integridad, no en sus aspectos negativos solamente, ni en los positivos solamente; solo esto nos permitirá hacer un balance razonable y realista de la situación, sin caer en extremismos o radicalismos.

De nuevo, la solución es la educación y la prudencia: si una persona sabe los posibles riesgos y los posibles beneficios de Facebook, entonces tendrá elementos para decidir responsablemente si asume o no tales riesgos (en caso de menores de edad, los adultos, padres y educadores deberían asumir la responsabilidad de educarlos correctamente al respecto).

Casi toda actividad e interacción humana entraña ciertos riesgos; el propio futuro tiende a ser algo imprevisible; y la vida implica asumir y tomar decisiones cuyas consecuencias no pueden saberse con absoluta certeza. Pero ello no debe arrinconarnos a la idea paranoide de que todo lo que hagamos implica una amenaza directa, o un daño inminente; en la mayoría de los casos, los resultados que obtenemos son positivos, no negativos; y generalmente las cosas ocurren más o menos como esperábamos o teníamos planeado. Este simple dato de la experiencia apunta hacia el optimismo, más que hacia el pesimismo; pero tal optimismo debe regularse con la prudencia y la previsión.

Por ello, frente al fenómeno de Facebook, las sugerencias que por ahora se me ocurren (y que se basan solo en el sentido común) son las siguientes:

-Elegir cuidadosamente los datos que ofrecemos a la página, y prever los posibles (aunque improbables) riesgos que ello supone.

-Usar opciones de privacidad (que ofrece la misma página) que impidan que cualquier internauta tenga acceso a ellos. Para ello, debemos leer cuidadosamente los recurdos y opciones que nos ofrece dicha página.

-No compartir toda la información que se nos ocurra en dicha página, sino ser muy selectivos en ella. Esto lo hacemos en la vida cotidiana, y funciona; ¿por qué deberíamos ser menos prudentes en la web?

-Evitar mencionar datos muy personales o que nos exponen a un riesgo innecesario (ej: los datos de la tarjeta de crédito)

-En caso de menores de edad, los padres y educadores deben asumir una función activa, y no solemente formal. En especial, los educadores y profesores (con quienes muchos niños y adolescentes pasan la mayor parte del día), deberían crear programas, cursos o actividades de clase donde se les enseñe a los niños a usar el facebook, y a conocer qué es prudente y qué no es prudente hacer en internet.

El fenómenos del internet es, en sí mismo, algo que debe ser objeto de estudio; y cuyas consecuencias positivas y negativas deben explicitarse, a los fines de manejar este instrumento de la forma más prudente, razonable y útil posible.

Una negación genérica contra el internet, o una denuncia crítica contra él sin tomar en cuenta lo positivo también, es un signo de atraso cultural e intelectual, que manifiesta la incapacidad para adapatarse a los nuevos tiempos. Internet es una realidad, y dependerá de la inteligencia y habilidad del ser humano darle el uso instrumental que le corresponde.

Después de todo, si no existiera internet, ¿cómo usted estaría leyendo esto ahora mismo? :-)

Algunos videos de interes:







miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ludwig von Mises vs. Franz Hinkelammert: una zetética busca la verdad sobre la ideología política, examinando a los grandes críticos de ambos grupos






VS.






Un zetético es básicamente un buscador de la verdad objetiva. En especial, cuenta con estas características mínimas:

-Cuestiona las verdades tenidas por definitivas o aceptadas como válidas por la ortodoxia. Pero también cuestiona las heterodoxias, porque su postura crítica no deriva de un prejuicio a favor o en contra de un tema determinado, sino de la necesidad de identificar fallas y errores para superarlas y corregirlas, o para reconocer donde está el sesgo y la deshonestidad informativa.

-Entiende la crítica como instrumento y fase de la indagación, no como fín en sí; por lo que está más interesado en el pensamiento constructivo y creativo, en la solución de problemas, y en la difusión de informaciones que puedan ayudar a los demás, y aporten algo útil a la vida de sus semejantes, en especial de los más necesitados. (Esta sería, en mi opinión, parte de la obligación ética de un zetético)

-No tiene una visión dogmática de la verdad, sino que es consciente que en la mayoría de los casos, lo que se tiene es una aproximación imperfecta a ella.

-No considera su punto de vista como infalible, ni como "la verdad"; sino que está consciente de las limitaciones de la mente humana, de la razón, y en general de la debilidad e imperfección del ser humano; y esta consciencia le ayuda a buscar con rigor y prudencia respuestas provisionales pero bien fundamentadas en las mejores razones, a los grandes problemas del mundo, o al área que le interese conocer.

-Su curiosidad no tiene límites.

-Es consciente de que las verdades o la información valiosa pueden encontrarse en casi cualquier sitio, aun en los más inverosímiles. Por lo que el zetético adopta la máxima de Charles Sanders Pierce de que la principal obligación de un filósofo , científico o buscador de la verdad es no hacer nada que bloquee el escrutinio y la investigación de la verdad... (lo que supone a su vez, emplear un filtro crítico que minimice o reduzca el "ruido" o las informaciones falsas, porque éstas bloquean el camino a la verdad y prediponen a conclusiones que no siempre son correctas)

-Llega a conclusiones personales y propias basadas en su estudio y experiencia, aun cuando sean consideradas heterodoxas, ridículas o falsas por los prejuicios de terceros o las ideas dominantes en una época o sector determinado.

Apertrechado con las anteriores y otras cualidades, se intenta abrir camino entre una maraña de hipótesis, prejuicios, dogmas, teorías, evidencias, testimonios, documentos y otros datos que puedan ser relevantes para su indagación.

Pocos temas son tan controversiales, y estimulan tanto el fanatismo, la irracionalidad y la pasión, como el relacionado con la filosofía política y la forma de organizar la sociedad. En cada ideología política, encontramos representantes brillantes, eruditos y personajes de una gran talla intellectual, considerados por sus seguidores como los máximos intelectuales del mundo. Pero al mismo tiempo, estos personajes son considerados mediocres, irracionales, incapaces y destructivos por los seguidores y fanáticos del sector opuesto, quienes a su vez tienen sus respectivos intelectuales a quienes le rinden culto. Por lógica, ambos bandos no pueden tener razón, puesto que sostienen visiones radicalmente diferentes y excluyentes entre sí.

Ante un escenario complejo como este, es casi imposible formarse una opinión fundamentada, si no se examina previamente, y de forma laboriasa, la mejor literatura disponible de ambos lados. Esta tarea no es fácil, porque es mucho el material escrito; y mucho el sesgo y fanatismo de las fuentes. Pero por algún lado se tiene que empezar...

Consultando con intelectuales de izquierda y de derecha, he encontrado que aparentemente la mejor crítica del socialismo (según los intelectuales de derecha) parece estar contenida en el libro "Socialismo", del filósofo social y economista Ludwig von Mises. Esta obra, al parecer, ha sido leída y estudiada por muchos neo-liberales y ex-marxistas, que la consideran la mejor refutación del socialismo que se haya escrito jamás.

Pero así mismo, cuando se consulta con intelectuales de izquierda, parece existir un cierto consenso entre ellos que una de las obras contemporáneas donde se desmonta y refuta el neo-liberalismo está contenida en el libro "Crítica de la razón utópica", del filósofo Franz Hinkelammert. Según estos socialistas, los neo-liberales no han respondido dicha crítica.

Como zetética, mi interés se dirige al estudio de estas dos obras en una forma que me permita formarme una opinión sobre quien lleva razón acerca de las fallas del socialismo y del neo-liberalismo; ya que el proyecto hegemónico de cada uno pasa por la superación teórica y práctica del otro.

He notado que los intelectuales de izquierda no conocen la obra de von Mises; y que los de derecha evitan los libros de Hinkelammert. Esto es comprensible, por la tendencia humana de solo estudiar aquello que confirma nuestra visión favorita; y evitar o tergiversar aquello que la rebate o contradice. Pero quien no tenga un apego emocional a estas teorías, o quien no esté ideológicamente influído por ellas, estará en mejor disposición para examinar estas obras con una mirada curiosa, imparcial y a la vez crítica, porque su objetivo será acercarse a la verdad objetiva de una forma sistemática, en vez de hacer proselitismo o propaganda por una u otra visión, o de proteger férreamente y justificar ante el mundo un sistema de creencias determinado.

He leído a von Mises, y lo considero un intelectual brillante, cuyas obras deben ser estudiadas con la mayor seriedad y profundidad posible por todo interesado en asuntos sociales; pero no he leído a Hinkelammert, quien aparentemente es también un intelectual de gran talla, al menos para los socialistas contemporáneos no cegados por el marxismo ortodoxo, y al menos en lo relativo a su crítica al neo-liberalismo.

Espero en unos pocos meses compartir las opiniones que me haya formado después del estudio cuidadoso de estas dos obras. Entretanto, agradecería que si algún lector considera que existen obras anti-socialistas mejores que la de von Mises; o anti-neoliberales mejores que la Hinkelammert, me lo haga llegar al correo electrónico. Me refiero a obras donde se analicen críticamente los argumentos contrarios, y no solo donde se haga una apología acrítica a favor de una cierta cosmovisión. No estoy interesada en propaganda ideológica, sino en discursos sólidos que ayuden a reflexionar sobre este tipo de asuntos complejos.

Les mantendré al tanto de mis conclusiones...

lunes, 8 de septiembre de 2008

Andrew Weil y su libro "Salud y Medicina Natural": una guía para mantener salud mediante consejos prácticos y naturales


El libro "Salud y Medicina Natural" del Dr.Andrew Weil, es un excelente libro de medicina natural de bastante utilidad práctica. Allí el Dr.Weil explica el origen según la medicina oficial de algunas de las enfermedades más comunes, y ofrece sugerencias prácticas sobre la mejor forma de hacer un tratamiento.

Creo que la parte fuerte del libro son las recomendaciones para lograr evitar las enfermedades; es decir, todo lo referente a la medicina preventiva.

La gran experiencia, honestidad y profesionalidad del Dr.Weil, además de la forma agradable en que escribe, hacen de esto libro un manual práctico que toda persona debería tener a su disposición.

Creo que la única observación crítica que pudiéramos hacerle a este maravilloso libro, es que no desarrolla en profundidad el efecto que la mente tiene en el origen de las enfermedades; si bien el Dr.Weil es consciente de este factor, y lo menciona en muchas ocasiones, incluyendo en su análisis sobre el origen del cáncer, pareciera que el Dr.Weil desconoce las teorías que vinculan de forma más directa ciertos conflictos con cierto tipos de cáncer y otras enfermedades.

Estas teorías, aunque controversiales, son mucho más exactas, precisas y contrastables que la noción de estrés psicológico y su efecto sobre el sistema inmune. Pero esta es una observación propia, basada en mi convicción de que al menos parte de esas teorías son, o pueden ser, correctas. Lógicamente, quien las desconozca (como quizás es el caso del Dr.Weil), o no las considere verosímiles, no tiene por qué tomarlas en cuenta como parte del análisis.

Pero como el Dr.Weil conoce bien y recomienda terapias también controversiales, como la homeopatía y otras más, no parece lógico que omita la mención, así sea para criticarlas, de estas teorías sobre el origen del cáncer. Por ello deduzco que simplemente las desconoce, al menos al momento de escribir este libro.

El libro del Dr.Weil debería estar en la biblioteca de toda persona que busque una alternativa o un complemento para el tratamiento que le ofrece la medicina oficial sobre las diversas enfermedades, especialmente aquellas que no revisten gravedad y que nos afectan a todos esporádicamente.

Varieties of Anomalous Experience: Examining the Scientific Evidence: Un libro necesario para estudiantes de psicología y psicólogos zetéticos



Este maravilloso libro científico, editado por el psicólogo Stanley Krippner y publicado por la prestigiosa American Psychological Association (APA), es un estudio científico detallado y riguroso de las llamadas "experiencias anómalas", es decir, aquellas experiencias de relevancia psicológica pero que son muy poco frecuentes o tienen carácter extraordinario o inusual Entre tales experiencias se incluyen: experiencias místicas, aducciones alienígenas, experiencias fuera del cuerpo, experiencias psíquicas, experiencias de vidas pasadas, sueños lúcidos y otras experiencias inusuales similares.

Este libro extraordinario tiene varias características que lo hace de lectura necesaria para cualquier investigador zetético, en especial para estudiantes de psicología y psicólogos profesionales:

-El libro examina, en cada tipo de experiencias, las diferentes hipótesis que se han formulado para explicarlas. Y se analizan las evidencias a favor y en contra de cada hipótesis.

-A diferencia de otra literatura existente en esta área, el libro no tiene por finalidad hacer una propaganda a favor o en contra de una cierta hipótesis. Por este motivo, este libro será intelectualmente enriquecedor para todo investigador científico zetético que busque la verdad objetiva sin ideas dogmáticas preconcebidas. (Solo los creyentes acríticos de lo paranormal; o los pseudo-escépticos negativistas y fanatizados quienes piensan que tienen la única respuesta verdadera a estos fenómenos, podrán tener problemas con el examen científicamente balanceado, objetivo y ecuánime de este libro)

-Cada tema es examinado por un profesional de amplia experiencia y conocimiento en el tipo de experiencia discutida.

-Como el libro está especialmente dirigido a psicólogos y estudiantes de psicología, se examinan también aspectos psicológicos relacionados con estas experiencias, tales cómo los efectos que ellas generan en las personas, el uso de la psicoterapia para ayudar a las personas a manejarlas, etc.

-Se discute también la metodología apropiada que debe usarse para investigar estas experiencias. Esta parte del libro será disfrutada por los psicólogos interesados en los métodos experimentales, aplicados a este tipo de experiencias inusuales.

-A pesar de ser un libro científico y bien documentado, es de fácil lectura y comprensión para cualquier persona de inteligencia media.

-El libro remite a una copiosa literatura y bibliografía, que serán las delicias de los investigadores que quieran profundizar más en cada uno de estos tópicos.

-El libro, debido a su ecuanimidad, rigor y exhaustividad, permite que cada lector saque sus propias conclusiones de los fenómenos y experiencias analizadas. Esto obligará al lector a reconsiderar muchos de sus puntos de vista previos; a replentearse el tema desde una nueva perspectiva, y a identificar y corregir prejuicios y errores que inducen a conclusiones apresuradas debidas a una información deficiente y sesgada.

Ningún zetético, científico, investigador o pensador que busque la verdad objetiva del mundo, y en particular, de las experiencias humanas anómalas, debería quedarse sin leer y estudiar detenidamente este excelente libro.


sábado, 6 de septiembre de 2008

Arthur Shophenhauer nos ofrece algunos consejos prácticos para la vida cotidiana

El filósofo alemán Arthur Schopenhauer escribió obras de mucha trascendencia filosófica. Aun cuando muchas aspectos de su filosofía no son compartidos por mí, pienso que algunas de sus reflexiones tienen un valor práctico inestimable, y encierran una gran sabiduría de vida y experiencia práctica. En esto se distancia Schopenhauer del intelectualismo prevaleciente en muchos filósofos, que parecen estar más interesados en juegos verbales y en retórica abstracta, con poca o ninguna aplicación en la práctica.

Los consejos de Schopenhauer que comparto con los lectores han sido tomados básicamente del libro Parerga y Paralipomena.

1-Sobre las discusiones, las disputas y los debates, Schopenhauer señala: "Al igual que en los torneos solo se admitía a personas de igual calidad, el docto no debe ponerse a disputar con personas indoctas. En efecto, contra ellos no podrá utilizar sus mejores argumentos, dado que les faltan los conocimientos necesarios para comprenderlos y sopesarlos. Si, con todo, intenta hacérselos comprender para salir de tan penosa situación, la mayor parte de las veces no lo conseguirá; es más, en ocasiones a un contraargumento defectuoso y tosco, los indoctos parecerán tener más razón a ojos de otros oyentes igualmente ignorantes"

Schopenhauer también concluyó: "La gente tal y como es por regla general, toma a mal que no se comparta su opinión... De una controversia con ellos, la mayor parte de las veces lo único que sacaremos será una gran irritación, puesto que no solo tendremos que enfrentarnos a su incapacidad intelectual, sino que muy pronto también a su baja estofa moral"

Esta reflexión encierra, a mi modo de ver, una extraordinaria lección de vida. Los puntos que me interesan enfatizar de ese texto son los siguientes:

-Docta es aquella persona que a fuerza de estudios, ha adquirido más conocimientos que los comunes u ordinarios. Sin embargo, nadie conoce todo; por lo que podemos ser doctos y expertos en un tema (o en varios), a la vez que ignorantes en otros asuntos. De hecho esto es inevitable, y se constata en el hecho de que expertos en un área les toma toda la vida conocer a fondo su tema, y aun así piensan que no conocen todo lo que hay que saber al respecto.

-Si uno domina o conoce un tema con profundidad, no vale la pena ponerse a discutir sobre ellos con personas ignorantes de esos temas. Casi siempre una persona ignorante no solo ignora el tema en cuestión, sino que además es ignorante de que ignora (esto es, es ignorante de su propia ignorancia). Esto se traduce en soberbia y prepotencia, que tiende a veces a ser proporcional al nivel de ignorancia de la persona.

En estos casos, el ignorante en un tema no admitirá su falta de conocimientos, sino que se aferrará a su tesis inicial por más absurda, falsa o irracional que sea. Esto se debe en parte al ego del ser humano, que busca tener razón (para no sentirse intelectualmente inferior), y en parte a cierta incapacidad autocrítica, especialmente manifiesta en sujetos fanatizados.

-Los argumentos que valdrían frente a un experto, pueden no valer nada o ser pisoteados descarada, cínica y arrogantemente por el ignorante. La razón es que el experto conoce la importancia, pertinencia, relevancia, profundidad o dificultad del argumento presentado, mientras que el ignorante responde con lo primero que su prejuicio o emociones lo estimulen a formular como réplica.

En parte, esta es la razón por la que los sabios tienden a ser prudentes y no afirmar las cosas en forma tajante y dogmática. Son conscientes de la falibilidad del juicio humano (incluyendo su propio juicio), y del hecho de que las opiniones una vez tenidas como ciertas, son luego reevaluadas a la luz de nueva experiencia o cambio de perspectiva.

-Generalmente, el ignorante discute para ganar la discusión o buscar reconocimiento personal o protagonismo; mientras que el docto, quien frecuentemente busca el conocimiento en forma honesta, solo participa en la discusión si considera que de ella puede aprender algún nuevo conocimiento que lo enriquezca.

2- En relación con la lectura excesiva, Schopenhauer señaló: "Leer mucho priva al espíritu de toda elasticidad, al igual que la presión continua de un peso se la quita a un resorte, y el medio más eficaz para no tener ideas propias es abrir un libro tan pronto dispongamos de un minuto de ocio. Así es como la erudición hace a la mayoría de las personas aun más aburridas y necias de lo que son ya por propia naturaleza"

Hay que tomar en cuenta que Schopenhauer no está atacando a la lectura como tal, sino al exceso de lectura, la cuál tiende a embotar el verdadero entendimiento y la originalidad del pensamiento.

Es frecuente conseguir personas eruditas (en el sentido de que han leído mucho), ser bastante necias y hasta irracionales.

También, sobre el aburrimiento de estas personas, se puede apreciar con mayor claridad en el caso de los "nerds", o las personas obsesionadas con un solo tema. Estos individuos parece que reducen su vida a un solo tema (del cuál aparentemente saben mucho), pero dejan por fuera otros aspectos de la vida. Una conversación con ellos nos aburre a los 5 minutos de haberla iniciado, y el caracter repetitivo de su discurso no solo nos causa tedio, sino a veces también irritación.

3-Sobre los eruditos y genios, Schopenhauer escribió: "Eruditos son quienes han leído en los libros; pensadores, genios, lumbreras y benefactores del género humano son quienes han leído directamente en el libro del mundo"

Mucha gente prefiere leer en los libros, lo que podría conseguir observando la realidad, y aprendiendo por experiencia propia y ajena. Esta tendencia al intelectualismo en algunos casos es perjudicial, porque deforma la realidad para adecuarla al particular prejuicio intelectual que se tenga.

4-Acerca de los críticos, Schopenhauer escribió: "Hay críticos que piensan que les corresponde decidir a ellos qué es bueno y qué es malo; creen que su corneta de juguete es la trompeta de la fama"

Es frecuente ver en las personas que se autodeniman "críticos" de tal o cuál tema, que habitualmente son sujetos mediocres en la actividad que critican. No tienen méritos objetivos algunos que acrediten su conocimiento, y en la mayoría de los casos son simplemente aficionados y diletantes. Pero su mediocridad, sumada a su necesidad de obtener protagonismo, y a ciertos delirios de grandez intelectual, los lleva a emitir juicios, opiniones y veredictos sobre cualquier tema, o erigirse en jueces morales de los demás.

Quizás deba ser un psicólogo, y no un filósofo, el que explique el motivo de esta conducta frecuente en los "críticos" (hay excepciones, algunos críticos sí están bien informados y su punto de vista vale la pena ser tomado en cuenta).

5-Respecto al conocimiento y su relación con el interés, el filósofo alemán se adelantó a la psicología del siglo XX: "Solo podemos tener un juicio correcto sobre las cosas pasadas y un pronóstico certero de las venideras cuando no nos conciernen en absoluto, es decir, cuando no afectan para nada a nuestros intereses, pues en los casos restantes no somos insobornables, antes bien, sin que nos demos cuenta, nuestro intelecto está infectado y manchado por la voluntad".

Esto deberían tenerlo en cuenta quienes se consideran a sí mismos absolutamente objetivos. Realmente la objetividad absoluta es difícil de lograr, aunque ella debe buscarse constantemente. Y para ello, es importante ser conscientes de que nuestros intereses, deseos, prejuicios, creencias, actitudes y predisposiciones amenazan constantemente e interfieren con nuestros juicios cognitivos, y que afectan la forma en que interpretamos el mundo.

Nadie se dejaría juzgar por un juez parcializado contra nosotros; ni confiaríamos nuestras propiedades a un sujeto que se caracteriza por la deshonestidad y el fraude. Aun en estos casos, los argumentos lógicos pueden enmasrcar una intención determinada, o un fin siniestro (ej: los jueces deshonestos embellecen sus decisiones, aunque éstas ya fueron "decididas" antes del juicio..)

Estas reflexiones de Schopenhauer tienen importancia prática, porque nos previene de las debilidades humanas propias y ajenas. Ilustran facetas del ser humano que se repiten constantemente, y que vale la pena conocer.

Quizá con ello tengamos una vida más feliz, y evitemos errores en nuestra vida cotidiana que de otro modo serían casi inevitables.



Afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias: un principio razonable y útil que ha sido abusado por el pseudo-escepticismo

La frase "afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias" fue inicialmente acuñada por el zetético Marcello Truzzi, pero popularizada por el científico y divulgador de la ciencia Carl Sagan.

Esta frase recoge un principio bastante razonable y útil, toda vez que mientras más improbable parece ser una afirmación, más deberíamos intentar obtener evidencias de un mayor peso para acreditarla. Básicamente, se trata de una cuestión de reciprocidad y coherencia entre la afirmación y la evidencia que la respalde.

Dicho esto, hay que también comentar que este principio no es absoluto; ya que en muchos casos afirmaciones extraordinarias pueden ser probadas convincentemente (o más allá de una duda razonable) con evidencias ordinarias. Por tanto, no deberíamos convertir el principio antes señalado en un dogma de fe, ni en una categoría dogmática y absoluta.

Los pseudo-escépticos frecuentemente abusan de este principio, con la finalidad de que cualquier evidencia que le presentes sea considerada sin peso probatorio alguno; esto les permitirá luego afirmar triunfantemente "no hay evidencias para tu afirmación". Para que esta estrategia funcione (al menos, para "ganar" un debate, o como medio de propaganda), el pseudo-escéptico recurre a las siguientes tretas:

1)Afirma el principio antes comentado, pero no señala sus limitaciones o excepciones. Lo afirma como algo absoluto y sin limitación alguna, y lo repite ad nausseam.

2)Comúnmente, los pseudo-escépticos no especifican qué entienden por ordinario ni por extraordinario con respecto a una afirmación concreta y a la evidencia que la fundamentaría. Como se sabe, una afirmación vaga o ambigüa es difícil de contrastar, porque no se conoce con precisión su ámbito de aplicación y alcance semántico. Al no estar perfectamente determinado el sentido de estas expresiones, aprovechan intencionalmente esta ambigüedad para establecer criterios arbitrarios de prueba; con esto logran hábilmente que nunca puedan aceptar ninguna evidencia o prueba presentada, porque siempre formularán un criterio diseñado expresamente para no aceptar la evidencia presentada (por ejemplo, en materia ovni, algunos pseudo-escépticos han señalado que si los ovnis realmente existieran y fuesen extraterrestres, entonces ¿por qué no aterrizan en la Casa Blanca a la vista de todos? La arbitrariedad y simpleza ramplona de esta exigencia es evidente; ya que entre otras cosas asume que si los extraterrestre existen, ellos tienen intenciones de que los conozcamos públicamente y a de un solo golpe; luego, si no lo hacen, es que no existen... Por otro lado, este argumento simplista deja de lado la evidencia que se ha ido acumulando a favor de la existencia de los ovnis en tanto fenómenos objetivos, aun cuando todavía no sea totalmente claro ni cierto que se trate de naves extraterrestres).

Algunos pseudo-escépticos señalan que aceptarían una afirmación extraordinaria si alguien pasara el desafío de James Randi o por otro investigador "escéptico", porque en estos desafíos se realiza un test controlado por un verdadero "escéptico" (lo que parece suponer que solo el "escéptico", que debido a su materialismo se opone a lo paranormal, está calificado para hacer dichos tests). El problema con esto, es que si ello fuese cierto y los pseudo-escépticos realmente son honestos y coherentes en lo que afirman sobre estos tests, entonces deberían aceptar las facultades paranormales del astrólogo védico Jeffrey Armstrong, quien pasó exitosamente el test controlado del "escéptico" Michael Shermer, quien quería evidenciar que Armstrong no podría demostrar sus presuntas facultades astrológicas en un test controlado bajo el "escrutinio escéptico". Esto demuestra no solo que es falso que no hayan personas que han superado test "escépticos", sino también que los pseudo-escépticos no son honestos en su exigencia por los "tests" efectuados por un "escéptico", por lo que probablamente nunca aceptarán una evidencia a favor de la hipótesis paranormal (aun si la evidencia la obtienen ellos mismos con sus propios tests...)

Ninguna persona que haya estudiado a fondo el fenómeno del pseudo-escepticismo desde sus orígenes será tan ingenua y crédula como para pensar que estos sujetos cambiarían su convicción anti-paranormal (convicción derivada ideológicamente casi siempre de alguna versión del ateísmo-materialista), por una evidencia en contra. Una persona casi nunca cambia sus convicciones cuando encuentra evidencia contraria; por el contrario, trata de forzar una interpretación de la evidencia que sea coherente con su convicción preconcebida. Este se debe, entre otras cosas, al mecanismo psicológico conocido como disonancia cognitiva.

Los pseudo-escépticos usan el argumento del test (o el desafío de Randi) como una treta propagandística para demostrar (o al menos insinuar) que lo paranormal no existe (ya que según ellos, si lo paranormal existiese, alguien debería haber ganado el premio). Ya en otras ocasiones ha quedado demostrarda la deshonestidad pseudo-escéptica a la hora de evaluar estudios sobre lo paranormal (aunque la deshonestidad pseudo-escéptica se ha evidenciado también en áreas diferentes a la paranormal, tales como en la medicina).

3)El pseudo-escéptico raramente especifica qué evidencias lo convencerían de la hipótesis paranormal. Él mismo muchas veces no tiene claro esto, ya que está fuertemente convencido de que lo paranormal no existe, por lo que cualquier discusión sobre los detalles de las evidencias es estéril e innecesario. Para ellos, de lo que realmente se trata es de "debunkear", de criticar, refutar, invalidar y desacreditar todos estos temas; no de investigarlos (ya que si se investigan consistentemente, se corre el riesgo de encontrar evidencias positivas, como en el caso de l test de Shermer o en el caso del "Mars Effect". Es una forma bastante inteligente de proteger sus creencias anti-paranormales).

Limitaciones y excepciones al principio "afirmaciones extraordinarias requieren evidencias exitraordinarias":

Un zetético rara vez afirmará como absolutamente irrefutable un principio o idea; ya que está más interesado en los matices, en las posibles excepciones, o en las limitaciones intrísecas o extrínsecas, contextuales y temporales, de una determinada idea o afirmación. Esto no significa que no puedan haber principios absolutos; solo que el zetético será crítico de estos principios e ideas también, y procurará alejarse de los extremos dogmáticos, en la medida en que ello sea posible.

Como señalamos, el principio que comentamos en este post es razonable y útil como una guía metodológica. Pero como una guía última para encontrar la verdad, o sostener razonablemente alguna creencia u opinión fundada, este principio es falible, y tiene ciertas limitaciones, contraejemplos y excepciones:

1)Existen afirmaciones extraordinarias que han sido fundamentadas y probadas por evidencia bastante ordinaria. Algunos ejemplos:

a)La afirmación "dos aviones se estrellaron contra las torres gemelas de Nueva York" es una afirmación extraordinaria, porque no es ordinario ni frecuente ni habitual que dos aviones se estrellen contra rascacielos de Nueva York.

Sin embargo, esa afirmación fue verificada por medios de prueba bastante ordinarios: las pantallas de TV y testigos. No solo el público general, sino personal calificado de las fuerzas armadas norteamericadas, científicos, e intelectuales de toda índole, consideraron como un hecho probado que las torres fueron golpeadas por dos aviones; y para creer ese hecho extraordinario, no exigieron pruebas extraordinarias: simplemente observaron la TV.

El informe oficial que se levantó sobre lo sucedido no se hizo para comprobar ese hecho, sino para documentar todo lo relacionado con él. Pero el hecho en sí de que los aviones golpearon a las torres fue aceptado como cierto desde el mismo momento en que lo vimos por TV (o en directo, por los habitantes de NY)

Si por alguna extraña razón, existieran pseudo-escépticos que estuviesen ideológicamente convencidos de que es imposible que dos aviones choquen contra las torres gemelas, podrían argumentar más o menos así: "afirmaciones extraordinarias como la tuya requieren evidencias extraordinarias; hasta ahora, lo que has presentado son videos y filmaciones, pero eso no prueba nada porque los videos pueden ser trucados; los testigos que presentas no prueban nada, porque los testigos pueden mentir y la memoria es falible; los artículos de los medios de comunicación no prueban nada, porque todos sabemos que en los medios se publican pseudociencias, estafas y fraudes dirigidos a un público crédulo y ansioso de "misterios". Así que tendrás que presentarme alguna evidencia extraordinaria que pruebe tu rídicula, delirante y pseudocientífica afirmación extraordinaria" (He dejado intencionalmente de lado el uso de la injuria, el lenguaje resentido y la fanfarronería que es frecuente en muchos pseudo-escépticos, y con los cuáles suelen adornar sus discursos "racionales")

Creo que no hay mucho más que decir en este punto.

b)La afirmación "Steve Irwin, el cazador de cocodrilos, falleció como consecuencia del ataque de una mantarraya" es una afirmación extraordinaria si tomamos en cuenta los siguientes hechos:

-Irwin era un experto en el manejo de animales salvajes.

-Según el conocimiento científico actual sobre las mantarrayas, ellas son ordinariamente pacíficas y serenas; pero aun cuando atacan, casi nunca provocan la muerte. De hecho, la muerte de Irwin fue el caso registrado número 17 en toda la historia donde una persona falleció a consecuencia del ataque de una mantarraya.

Si tomamos en cuenta los dos hechos anteriores, podemos considerar como extraordinario e improbable la afirmación de que el experto Irwin fuese muerto por el ataque de un pacífico animal como la mantarraya. Sin embargo, esta afirmación improbable y extraordinaria fue comprobada mediante evidencia ordinaria:

-El testimonio del camarógrafo.
-La autopsia de Irwin.
-Un video donde se filmó la muerte (y que solo vio la policía, precisamente como parte del estudio de las evidencias del caso).

Ninguna persona razonable se atrevería a poner en duda la anterior afirmación por el hecho de que la evidencia presentada sean tan común y ordinaria. Sin embargo, si un pseudo-escéptico estuviese convencido de que es imposible que una mantarraya mate a una persona, podría argumentar algo así: "La afirmación de que una mantarraya mató a Irwin es extraordinaria, porque la ciencia ha demostrado que estos animales son extremadamente pacíficos, y que aun cuando atacan excepcionalmente, difícilmente causan la muerte a un ser humano; además, Irwin es un experto en el manejo de animales salvajes, lo que hace aun más improbable y extraordinaria tu afirmación. Como "afirmaciones extraordinarias exigen evidencias extraordinarias", tendrás que presentarme más evidencias que simples videos, porque estos pueden ser trucados y manipulados; además en el caso de Irwin, nadie a visto tal video excepto supuestamente la policía; el testimonio del camarógrafo no prueba nada, primero porque los testigos pueden mentir; segundo, porque el camarógrafo era amigo de Irwin, y por tanto no era imparcial; y tercero, porque la memoria es falible, las personas a veces pueden alucinar, etc. Y la autopsia tampoco prueba nada, porque no sabemos si el que hizo la autopsia era amigo de Irwin y una parte interesada en todo este fraude; si fuese un foresense "escéptico", tendría más valor esa prueba; pero hasta ahora, no has presentado evidencias que pueda convencer a un "escéptico" racional como yo".

c)Un ejemplo imaginario: supongamos que alguien afirma que el presidente de un país poderoso (ej: Estados Unidos), se desnudó en público ante el Congreso. Esta es una afirmación extraordinaria, porque no es ordinario ni frecuente que un presidente importante haga algo así. Sin embargo, un video original de las trasmisión en vivo de CNN y que circule por todo el mundo a través de los noticieros (una evidencia videográfica bastante ordinaria) que muestre al presidente haciendo esto convencería a cualquier persona razonable de que ese hecho extraordinario realmente ocurrió (aunque ello no convencería a un pseudo-escéptico que quiera proteger la imagen del presidente, y busque negar cualquier cosa en su contra; y para ello, argumentaría de forma similar a los casos anteriores).

Se podría objetar a los ejemplos anteriores el hecho de que tales ejemplos no prueban que lo paranormal existe, o no aplican a lo paranormal. Pero esta objeción sería totalmente irrelevante, porque en este post no estamos analizando lo paranormal ni intentando probar su existencia, sino que examinamos la frase "afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias"., que incluye cualquier tipo de afirmación extraordinaria, paranormal o no. Lo paranormal podría ser considerado extraordinario, pero no todo lo extraordinario es paranormal. Y los ejemplos anteriores muestran que afirmaciones extraordinarias pueden ser probadas por evidencia ordinaria.

2)Otro problema con este principio es que lo extraordinario es, frecuentemente, algo relativo y subjetivo; y a veces depende de la época, del entorno o las circunstancias personales o sociales. Algunos ejemplos:

-Hablar por un teléfono móvil (o celular) es algo bastante ordinario actualmente. Pero hace 250 años, cualquier que afirmara que podría hablar a distancia por un celular sería considerado como alguien demente, que afirma cosas extraordinarias sin ningún sentido.

-Supongamos que una persona tiene facultades paranormales (esta suposición es solo para fines de este ejemplo). Experimenta sueños precognitivos (ve el futuro a través de los sueños); puede predecir eventos futuros; experimenta la separación del cuerpo mediante experiencias extra-corpóreas; mueve objetos con su mente, etc.

Para esta persona, tales experiencias son bastante ordinarias, ya que forman parte de su experiencia diaria y cotidiana. Esta persona no exigiría una prueba especial o extraordinaria para admitir la realidad de estos fenómenos, precisamente porque su realidad ya ha sido constatada en su día a día de forma ordinaria.

Este ejemplo muestra que la misma afirmación (ej: "se puede predecir el futuro"), será extraordinarias para algunos (ej: los que creen, por el motivo que fuese, que estos fenómenos son imposibles o al menos improbables), y ordinaria para otros; por tanto, si aplicamos el principio que comentamos, la evidencia deberá ser extraordinaria en el primer caso, y ordinaria en el segundo. Pero dado que lo ordinario y extraordinario de la afirmación no es intrínseca a ella, sino algo relativo; entonces la evidencia correspondiente también esta limitada por esa relatividad.

Se podría objetar que lo extraordinario se determina con respecto a un determinado conocimiento científico vigente. Y que en el caso de las afirmaciones extraordinarias de tipo paranormal, la ciencia actual contradice estos fenómenos; pero como han argumentado y documentado en detalle diversos autores, no es claro que estos fenómenos necesariamente contradigan las leyes científicas vigentes. Por otra parte, físicos profesionales ha argumentado que los fenómenos paranormales pueden ser explicados por la física contemporánea.Y aun cuando lo paranormal contradijera nuestro conocimiento científoco, la propia ciencia actual (especialmente la mecánica cuántica) ha constatado violaciones de algunas leyes físicas consideradas inmutables. Por tanto, apelar al cuerpo de conocimientos actual como algo inmutable y perfectamente determinado y uniforme, que no puede ser refutado por nuevos hechos y fenómenos, parece bastante débil como objeción, por decir lo menos.

3)Otro problema con este principio es que es posible la existencia de fenómenos que existan realmente, pero que debido a la imperfección actual de nuestros instrumentos de medición, no sea posible ofrecer una evidencia absolutamente convincente de su existencia.

Por ejemplo, actualmente conocemos la existencia de los microbios y su papel en las enfermedades. Pero si en el siglo 10 alguien hubiese afirmado que los virus existen, no habría podido demostrar su afirmación por carecer del instrumental técnico (ej: microscopio) para ello. Sin embargo, estaría afirmando una verdad, ya que los virus también existían en ese tiempo.

Con esto no se quiere decir que debemos asumir como cierta una afirmación aunque no tengamos pruebas de ella; eso sería absurdo; pero también sería absurdo asumir que es falsa, si no disponemos de evidencias suficientes, o por una aparente contradicción con el conocimiento actual (que casi nunca es perfecto ni completo).

Surge entonces para el zetético la siguiente pregunta: ¿existen actualmente fenómenos que en un futuro sean reconocidos como normales, aunque sean infrecuentes, pero que actualmente se consideren extraordinarios, improbables o hasta imposibles por carecer de la tecnología adecuada para verificarlos, o por considerarse contrarios a nuestro conocimiento actual?

4)Es posible que un fenómeno ocurra, pero que no deje evidencias que puedan ser presentadas a terceras personas. Por ejemplo, supongamos que yo poseo una finca con miles de hectáreas, y que en ella solo vivo yo. Y que en los alrededores no vive nadie; en este supuesto, imaginemos que un "ovni" aterriza a las 3 de la madrugada en mi finca, y que solo yo pude verlo e interactuar con sus tripulantes.

Si suponemos que yo estoy en perfecto estado mental, y que a esa hora no tenía sueño ni ninguna otra alteración, yo puedo asumir racionalmente que mi experiencia del ovni, y la conversación e interacción con los tripulantes efectivamente ocurrió. Si a esto le añadimos que la experiencia es repetitiva y constante, sería irracional de mi parte pensar que tal evento no existe por el hecho de que nadie más lo haya visto, o de que la mayoría crea por un prejuicio que tal cosa es imposible. En este caso, aun cuando este evento es extraordinario, también sería cierto.

La hipótesis de la alucinación es una alternativa, pero ella debe ser confirmada, no asumida gratuita y arbitrariamente como cierta. Y si se comprueba que no sufro de alucinaciones, y que mi estado mental está en perfectas condiciones, entonces la hipótesis de la alucinación quedó refutada, y debe ser descartada de las posibles explicaciones de mi experiencia.

Ciertamente, mi experiencia no constituiría evidencia científica, porque la ciencia opera con evidencias que puedan ser contrastadas y replicadas por investigadores independientes (lo que incidentalmente es un argumento contra la cientificidad del test de Randi por el millón de dólares, que es un test único que ofrece una recompensa, no una investigación científica profesional publicada en journals científicos especializados y replicada por investigadores independientes)

Pero el que mi experiencia no constituya evidencia científica, no significa que debo pensar que es falsa, ya que la ciencia busca la verdad de los fenómenos, pero no crea los fenómenos (los cuáles existen o no con independencia de si la ciencia los investiga o descubre). Así, como en el caso de los virus, un fenómeno puede existir u ocurrir, a pesar de que no tengamos evidencias de su existencia.

5)Otra limitación de este principio es que es posible que la evidencia ya exista, pero esté sujeta a diferentes interpretaciones debido a un marco teórico distinto. Como ha señalado el filósofo de la ciencia Roberto Follari: "La ciencia no “dice lo real”, sino que lo explica por medio de teorías. Ello implica que la ciencia no surge de la observación -según a menudo se cree sino que implica siempre la existencia de supuestos previos que son puestos a contrastación por vía de la experiencia. Este es uno de los puntos que más contradicen la supuesta evidencia: como “lo real no habla”, sólo se hace inteligible en orden a los interrogantes conceptuales que se le formulan"

En otras palabras, la ciencia busca explicar lo real a partir de una teoría previa sobre la realidad y los fenómenos. La observación se usa para confirmar o refutar una hipótesis; pero en sí misma la observación no nos dice, sin previa teoría o al menos alguna suposición conceptual, qué hipótesis es la correcta (aunque sí pueda sugerirla). Por ello, una misma observación (ej: el aparente movimiento del Sol durante el día) puede sugerir la hipótesis de que el sol se mueve alrededor de la Tierra; o de que es la Tierra la que se mueve alrededor del Sol. La misma observación puede interpretarse en forma diferente, según el marco conceptual previo que se emplee.

Esto no significa que cualquier hipótesis que explique un hecho sea correcta; ya que si la observación es inconsistente con la hipótesis, ésta debe ser revisada para ver qué es lo que falla; y eventualmente debería ser sustituida por otra. También las hipótesis pueden tener diferente alcance predictivo, mayor simplicidad (sin sacrificar la explicación exhaustiva y contrastable de los hechos) o una mayor precisión en los detalles, lo cuál debe tomarse en cuenta para elegir qué hipótesis es más correcta que las demás.

En el caso de las hipótesis filosóficas-ideológicas-metafísicas, la cuestión es mucho más complicada, porque ellas se refieren a cuestiones de ultimidad, de un sentido último del mundo, de una cosmovisión última sobre la naturaleza de la realidad. De hecho, frecuentemente estas ideas metafísicas no son asumidas por sus seguidores como hipótesis para ser contrastadas, sino como hechos definitivos y absolutamente ciertos que no admiten cuestionamiento ni crítica alguna. Por eso es que una doctrina ideológica de este tipo es casi siempre inmune a la evidencia contraria y a la refutación, ya que tal evidencia se interpreta siempre (aun cuando esa interpretación sea arbitraria y carente de base) en una forma que confirme la cosmovisión previa asumida.

Como el marco teórico-filosófico del pseudo-escepticismo es, en última instancia, alguna versión del materialismo, los pseudo-escépticos acríticos de su propia cosmovisión siempre interpretarán la evidencia, especialmente en asuntos paranormales, en una forma consistente con esta doctrina materialista. Las evidencias negativas contra lo paranormal, la interpretarán como refutación de lo paranormal; y la evidencia positiva a favor de la hipótesis paranormal (como la obtenida por Shermer), la interpreterán también en contra de lo paranormal, o como algo que no ofrece prueba alguna, o ideando alguna explicación ad hoc diseñada específicamente para rechazar, anular y minimizar la evidencia positiva (ej: señalando que fue un fraude, que fue casualidad, etc.). Para ellos, no puede haber evidencia positiva de lo que no existe; y como lo paranormal no existe, cualquier presunta evidencia a su favor es producto de un fraude o de un error en el diseño experimental o de la incompetencia o credulidad de los investigadores o testigos. Esto convierte al pseudo-escepticismo en algo que no puede ser refutado por la evidencia empírica, ya que está completamente inmune a ella; y siempre tendrán a mano una excusa ad hoc para explicar como erróneos o irrelevantes los contraejemplos.

Por supuesto, un materialista que asuma razonablemente su posición, y esté abierto a los contraejemplos, y a cambiar de opinión si la evidencia lo lleva a ello; y que esté más interesado en indagar la verdad objetiva en vez de estar predicando fanáticamente su doctrina como la "verdad única", no estaría incluído en la anterior descripción. (La anterior descripción del un fanatismo ideológico puede existir también en los creyentes acríticos de lo paranormal; solo que en este momento examinamos el extremo opuesto del espectro: el pseudo-escepticismo)

6)Algunos otros problemas este principio son los siguiente:

-Promueve el conservadurismo científico y el borreguismo intelectual, a la vez que desincentiva la búsqueda por las anomalías, los contraejemplos, las excepciones y los eventos extraordinarios. Con ello se consolida el estatus quo, las hipótesis ortodoxas, lo que pone en riesgo la obtención de la verdad (que no tiene por qué radicar solamente en las ideas ortodoxas).

-Promueve una mayor credulidad por las explicaciones "ordinarias", y una hiper-incredulidad y negativismo contra lo "extraordinario". El problema con esto es que, como hemos visto, los eventos extraordinarios a veces ocurren (ej: el origen de la vida) ; y las afirmaciones ordinarias muchas veces son falsas (ej: la afirmación "esta mañana me tomé un vaso de agua" es bastante ordinaria, pero es falsa)

-Tiende a producir la falsa creencia de que nuestro conocimiento es casi completo o casi perfecto, y que solo resta dilucidar los detalles. De allí al dogmatismo hay solo un paso, porque cualquier fenómeno o evento que se salga de ese molde será considerado, a priori, como inexistente o producto de un fraude o una alucinación, y no digna de investigación. Con ello se puede correr el riesgo de ponerle trabas a la búsqueda de la verdad, o de estigmatizar investigaciones que reflejan fenómenos reales.

El abuso que los pseudo-escépticos han efectuado de este principio lo ha convertido casi en un mito, usado en todo tipo de debates como último recurdo para no aceptar ninguna evidencia. Este principio, en manos pseudo-escépticas, puede sumarse a otra serie de mitos que son creídos acríticamente por algunos de estos individuos, entre los que se incluyen:

-La creencia de que los magos son escépticos de lo paranormal, o de que los psíquicos no hacen sus actuaciones en frente de magos o ilusionistas, lo que es absolutamente falso.

-La creencia de que "no se puede probar lo negativo", lo cual es absolutamente falso también, como lo sabe cualquiera que haya leído algo de lógica en su vida.

-La creencia de que "todas las investigaciones parapsicológicas son fraudulentas o tienen errores metodológicos", lo que de ser cierto incluiría también las investigaciones en parapsicología de "escépticos" como Richard Wiseman, Susan Blackmore o Ray Hyman. ¿Incluyen los pseudo-escépticos a estos individuos dentro del fraude de la parapsicología? Si es así, ¿entonces por qué citan positivamente y recomiendan los libros y artículos de estos sujetos?

Un lector o investigador zetético tiene por meta la verdad; no está seguro si la consiga o no, pero al menos trata de aproximarse honestamente a ella. No cierra las puertas a ninguna vía al conocimiento, pero a la vez se vale de un filtro crítico que permita descartar lo irrelevante o falso, y sopesa detalladamente cada argumento o prueba. No afirma infalibilidad ni predica dogmáticamente su posición, pero trata de fundamentarla con el conocimiento de que dispone, a sabiendas de su posible falibilidad o imperfección.

El principio comentado debe ser empleado en forma razonable, lo que supone que a la vez debe ser sometido a examen crítico para determinar sus límites, contraejemplos o ámbitos en los que no aplica, y tener plena consciencia de cómo y cuándo usarlo (y no usarlo). La mala aplicación de este principio podría cerrarnos las puertas para descubrir la verdad objetiva, al inducirnos a defender la ortodoxia, o a aceptar el prejuicio de la mayoría, aun a expensas de la verdad; y ese es el mayor "pecado" que podría cometer un verdadero zetético.